Monte Perdido

Monte Perdido
Mostrando entradas con la etiqueta fotovoltaica. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta fotovoltaica. Mostrar todas las entradas

sábado, 21 de enero de 2017

La energía solar fotovoltaica despega…pero poco


Introducción

En 2016 la energía solar llegó a costes sin precedentes. Desde hace algunos años los analistas pronosticaban que esto sucedería tarde o temprano, pero nadie esperaba que sucediera así de rápido. 2016 fue el año en que el precio de la energía solar cayó en un 50% y se colocó por debajo del carbón. El precio de la energía solar ha caído en 58 países, en su mayoría economías emergentes, a un tercio de los niveles que tenía en 2010. Y ahora, por primera vez, es ligeramente más barata que la energía eólica. Además hay que destacar que esto es sin subvenciones de ningún tipo. De las renovables, la energía solar es la que más ha crecido. Y con diferencia.

La energía solar fotovoltaica despega…pero poco

sábado, 20 de junio de 2015

Independizarse de la compañía eléctrica

Hace un tiempo hice un estudio sobre la viabilidad económica de instalar placas solares fotovoltaicas en mi casa con el objetivo de independizarme de la compañía eléctrica.


El resultado era favorable pero la amortización se producía en unos 24 años con baterías. La opción ideal resultaba no independizarse de la compañía eléctrica sino convertirse en proveedor, es decir volcar a la red el exceso de producción y tomar lo necesario por ejemplo por la noche cuando no hay sol ni producción. En este caso se amortizaba en unos 18 años. La ventaja de este modelo es que abarata y simplifica mucho la instalación pues se evita la parte más engorrosa y cara que son las baterías. Pero en la parte negativa está la legislación (la española en este caso) que obliga a pagar a los suministradores pequeños en vez de devolverles dinero así que económicamente tampoco sale rentable esta opción.

independizarse de la compañia electrica
Estos son los componentes principales (excepto la placa solar) de la instalación. A la izquierda
la batería, en el centro el regulador y a la derecha los fusibles (no incluidos en el kit). 
                     

lunes, 16 de septiembre de 2013

Energías renovables: una visión realista

Un paradigma realista


Siempre he sido un entusiasta de las energías renovables, siempre me han interesado las noticias sobre nuevos desarrollos o descubrimientos de nuevos modos para extraer energía renovable del sol, del viento, de las corrientes o de cualquier sitio. Soy entusiasta hasta el punto de tener el título de instalador-proyectista de energía solar y algún curso más sobre energías renovables. Me parece que las energías renovables realmente aportan un valor añadido al mix energético y a la sociedad y que están aquí para quedarse. 

Una casa bien diseñada puede autoabastecerse de energías renovables casi completamente.

Pero que nadie se llame a engaño, mucha gente piensa que las energías renovables son el futuro (y llevan razón) pero por un exceso de entusiasmo o tal vez por ignorancia mucha gente no está preocupada por el pico del petróleo porque piensa que las energías renovables saldrán a nuestro auxilio. craso error.

Las energías renovables tienen muchos matices y muchos peros, por ejemplo la frase que he puesto antes dice:

Una casa bien diseñada puede autoabastecerse de energías renovables casi completamente.

Mucha gente pasa por alto el bien diseñada y el casi y piensa que en 20 o 30 años todas las casas se abastecerán de energías renovables sin problemas.

En una vivienda la parte del león del consumo energético no son los electrodomésticos como piensa mucha gente, es la calefacción y el agua caliente. Por suerte si nos molestamos en diseñar bien nuestra vivienda y tenemos dinero para ello (cosa que no le sucede al 99,9 % de la población) podemos “casi” autoabastecernos de agua caliente y calefacción sólo con la energía térmica del sol. Y los días nublados tendríamos que apoyarla con leña si queremos que sea 100% renovable o con gas, carbón o petróleo con lo que sería 80-85 % renovable que no está nada mal.

Central de la EDF de Pragneres
Central hidroeléctrica de bombeo de la EDF en Pragneres, Hautes Pyréneés, Francia. 
                     
Lo de los electrodomésticos es otra historia, si queremos poner placas fotovoltáicas tenemos que tener una buena finca o reducir el consumo eléctrico a lo mínimo imprescindible empezando por la parte del león del consumo eléctrico que no es la iluminación si no el frigorífico. Cuando yo estudiaba estos temas se decía que el frigorífico se ponía de gas butano y asunto arreglado.

Hoy la solución más óptima es conectarse a la red y poner un contador reversible que “venda” nuestro sobrante cuando la casa está vacía por ejemplo un día de verano, y “compre” de la red las noches de invierno cuando estamos en casa viendo la tele. Aun así el saldo siempre será negativo para nosotros a no ser que tengamos un buen tejado de placas fotovoltaicas.

No me voy a detener en la casa porque nuestra sociedad tiene mucho más, por ejemplo toda esa gente que confía en las energías renovables sólo piensa en su casa y como mucho su coche pero a casi nadie se le ha planteado el dilema de hacer funcionar unos altos hornos, una fábrica de coches o cualquier otra industria pesada con energías renovables.

Vamos a pensar en un caso más paradigmático y mucho más a mano: El coche.

Cuando digo a la gente que el petróleo cada vez será más caro y menos disponible por culpa del pico del petróleo muchos de ellos sólo piensan en el coche, se olvidan completamente de las estanterías de los supermercados que de algún modo pensarán que se llenan por arte de magia. Luego piensan en las renovables y hacen su “eureka” particular. Ponemos coches eléctricos y asunto arreglado, por su puesto los coches eléctricos movidos por energías renovables, nada de quemar gas o carbón para generar la electricidad.

Vamos a hacer unos números sencillos:

Un litro de gasolina contiene unos 8,7 kilovatios Kw. Mi coche consume cerca de 5 litros a los 100 Km así que mi coche viene a consumir unos 8,7 x 5 = 43,5 Kw por cada 100 Kilómetros. De los cuales sólo el 25 % en el mejor de los casos se convierte en movimiento y el resto se pierde en forma de calor.

Si mi trabajo está de media a unos 20 Km con dos viajes diarios son 40 Km aproximadamente lo que hace 17,4 Kw. Si el coche fuera eléctrico consumiría el 75 % de la energía en moverse y el resto serían pérdidas de calor por tanto necesitaría menos de la mitad de la energía para hacer el mismo trabajo. Aún así para recorrer los mismos kilómetros necesitaría captar 5,8 Kw.

Un día soleado de verano a 40º de latitud tiene unas 14 h útiles de sol lo que hace 410 w a la hora (w/h) de captación solar para cargar mi coche. Una placa fotovoltaica comercial típica ofrece cerca de 70 W/m2, así que necesitaríamos unos 6 m2 de placas fotovoltáicas para cargar nuestro coche en verano, en invierno con 8 horas útiles de sol necesitaríamos 725 w/h es decir 10,4 m2 de placas solares. 

Es decir para tener un coche 100% renovable tendría que tener como mínimo 10,4 m2 de placas solares lo que me permitiría un recorrido de unos 40 Km diarios. Para las vacaciones a la playa necesitaría irme en autobús, tener el coche cargando 10 días o tener una buena finca llena de paneles solares. ¿Qué pasa si lo multiplicamos por 30 millones de coches en circulación? ¿Y qué pasa con los trailers de 5 ejes? 10,4  m2 x 30.000.000 = 312.000.000 m2 de placas para 30 millones de coches hacen 31.200 Ha o 312 Km2. Es decir: mover un coche con placas solares es una idea atractiva, mover 30 millones de coches con placas solares es una idea irrealizable. Y como digo no he tenido en cuenta las viviendas ni la industria ni los camiones. Es decir no me vale lo de poner placas en los tejados pues esa energía abastecería sólo un pequeño porcentaje del consumo de cada casa o edificio. Cambiar las placas solares por eólica tan de moda últimamente seguramente mejore las superficies y la viabilidad pero sigo sin imaginarme una acería funcionando con eólica. (aunque hay fundiciones de 22 MW que funcionan con hidráulica) La eólica es tan limitada como la solar, aun así sigo apostando por la eólica y otras renovables y espero que nos ayuden a mover las redes de ferrocarril del futuro (por poner un ejemplo).

Sigo siendo entusiasta de las energías renovables pero plantearse una sociedad BAU (Business As Usual) con energías renovables es un ejercicio de ignorancia. Para mover nuestra sociedad con energías renovables tendríamos que renunciar al menos el 80 % de las cosas que los “entusiastas” de las renovables no están, o no estamos dispuestos a renunciar y por supuesto una de ellas sería el transporte particular, pero también muchos lujos como el frigorífico o el aire acondicionado.

Aparte de los “entusiastas” también hay un sector de la sociedad que ”ataca” a las renovables como si fueran algo malo, porque las consideran caras o sumideros de subvenciones, las renovables aportan un valor a la sociedad y hay que usarlas y mejorarlas. Muchos ataques como los que cuento están fundados por que se subvenciona la producción eléctrica con renovables lo cual es un error. Se debe subvencionar la investigación pero nunca la producción. Pero lo que hay que atacar es a esas políticas, no a las renovables.

Plantearse una sociedad 100% renovable hoy por hoy es inviable. Se pueden hacer avances en las tecnologías y en los rendimientos de los aparatos receptores de esa energía.

Se pueden hacer muchos avances en reducción de despilfarros absurdos como tener encendidas las luces de edificios vacíos de oficinas durante todo el fin de semana, y esa reducción no tiene por qué bajar nuestra calidad de vida. Pienso que el mejor vatio renovable es el que no se consume, pero tampoco se trata de volver a la edad media sino más bien a un mundo más racional. 

Y también se pueden hacer pequeños esfuerzos como sustituir los desplazamientos en vehículo privado por otros más racionales en transporte público aunque no estemos dispuestos a renunciar a nuestro coche particular para otros desplazamientos que hacen inviable el transporte público.

Las energías renovables nos pueden ayudar pero no podemos confiar en que sean nuestras salvadoras.