Monte Perdido

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sábado, 1 de marzo de 2025

Cambio climático abrupto II

 Casquetes polares y glaciares

La última vez que no hubo presencia apreciable de hielo en el planeta fue hace 35 millones de años, durante un período en el que el dióxido de carbono (CO₂) atmosférico era de 1.250 ± 250 partes por millón en volumen (ppmV) y el nivel del mar estaba 73 metros (m) más alto que en la actualidad. Durante el último período interglacial (~120.000 años atrás), con niveles de CO₂ similares a los valores preindustriales y temperaturas de verano en el Ártico más cálidas que hoy, el nivel del mar estaba entre 4 y 6 m por encima del nivel actual. Se cree que la mayor parte de esa subida del nivel del mar (SLR) se originó en la capa de hielo de Groenlandia, aunque la tasa de subida de nivel del mar es desconocida.

El aumento del nivel del mar promedió entre 10 y 20 milímetros por año  durante los dos últimos períodos de desglaciación (130.000-116.000 años y 21.000-14.000 años, respectivamente), con grandes "flujos de agua de deshielo" en los que las tasas de SLR superaron los 50 mm/a y se mantuvieron durante varios siglos. Cada uno de estos flujos de agua de deshielo añadió a los océanos de 1.5 a 3 veces el volumen de la actual capa de hielo de Groenlandia (7 m). La causa, el origen de la capa de hielo y el mecanismo de estos flujos de agua de deshielo no se comprenden bien, pero la rápida pérdida de hielo debió de haber tenido un efecto en la circulación oceánica, provocando una alteración en el clima global.

esquema de los casquetes polares

Figura 1

La capa de hielo en Groenlandia y la Antártida tienen dos componentes: hielo grueso asentado en tierra firme, que descansa sobre un lecho más o menos sólido, y plataformas de hielo y lenguas de glaciar más delgadas que flotan. Una capa de hielo es, en realidad, un glaciar gigante, y al igual que la mayoría de los glaciares, se nutre de la acumulación continua de nieve en su superficie. A medida que se acumulan capas sucesivas de nieve, las capas inferiores se comprimen gradualmente hasta convertirse en hielo sólido. La entrada de nieve se equilibra con el flujo glaciar hacia el exterior, de modo que la altura de la capa de hielo permanece aproximadamente constante a lo largo del tiempo.

La gravedad impulsa el hielo a deslizarse y fluir cuesta abajo, desde los puntos más altos del interior hasta la costa. Allí, el hielo se derrite o se desprende en forma de icebergs, que eventualmente también se derriten, devolviendo el agua al océano de donde provino. El flujo del hielo en el interior se organiza en una serie de cuencas de drenaje separadas por divisores de hielo, que concentran el flujo en glaciares de descarga estrechos y delimitados por montañas o en corrientes de hielo rápidas, rodeadas de hielo de movimiento lento en lugar de paredes de roca.

En la Antártida, gran parte de este hielo en movimiento ha alcanzado la costa y se ha extendido sobre la superficie del océano para formar plataformas de hielo que flotan en el mar, pero están unidas al hielo en tierra firme. Existen plataformas de hielo a lo largo de más de la mitad de la costa de la Antártida, pero muy pocas en Groenlandia (Mapas y Gráficos de UNEP; K. Steffen, CIRES, Universidad de Colorado en Boulder).

La interacción de aguas oceánicas cálidas con la periferia de las grandes capas de hielo representa una de las posibilidades más significativas de cambio abrupto en el sistema climático. Las aguas oceánicas proporcionan una fuente de energía que puede generar altas tasas de fusión bajo las plataformas de hielo y en los glaciares que desembocan en el mar. La fragmentación de icebergs en los extremos de los glaciares es un mecanismo de pérdida de hielo y puede desestabilizar el frente de hielo. La pérdida de masa por derretimiento oceánico y fragmentación de icebergs representa más del 95% de la ablación en la Antártida y entre el 40% y 50% de la ablación en Groenlandia.

En la última década hemos visto evidencia, principalmente recopilada por sensores satelitales y aéreos, de que los cambios más evidentes en las capas de hielo han estado ocurriendo en su periferia. Algunos de estos cambios, como en el área del glaciar Pine Island, en la Antártida, se han atribuido al efecto del calentamiento de las aguas oceánicas en el margen de la capa de hielo 

Fusión Basal de las Plataformas de Hielo

Una respuesta no lineal de la fusión de las plataformas de hielo al incremento de temperaturas oceánicas es un principio central en el escenario de cambio climático abrupto derivado de la interacción océano–plataforma de hielo. Esta respuesta no lineal es un resultado teórico y computacional; las observaciones actuales son insuficientes para verificar esta conclusión. No obstante, la base de este resultado radica en que la tasa de fusión en la base de una plataforma de hielo es el producto de la carga térmica y la velocidad de las aguas oceánicas en la base. Cuanto mayor sea la carga térmica o la velocidad, mayor será la tasa de fusión. Una idea clave derivada de la investigación teórica y de modelado es que, al aumentar la temperatura del agua oceánica, también aumenta la flotabilidad de la corriente debajo de la plataforma de hielo, ya que el mayor derretimiento es provocado por las aguas más cálidas. Una corriente más flotante sube más rápido, causa mayor fusión y se vuelve aún más flotante. Este efecto de retroalimentación positiva es un mecanismo no lineal clave en la respuesta de la base de una plataforma de hielo al calentamiento de las aguas oceánicas.

La susceptibilidad de las plataformas de hielo a tasas de fusión elevadas y al colapso depende de la presencia de aguas cálidas que ingresen en las cavidades bajo las plataformas. La evidencia observacional indica que el océano se ha calentado en las últimas décadas, y que este calentamiento ha sido moderado (aproximadamente 0.5 °C a nivel global). Aunque este es un mecanismo para permitir la entrada de aguas más cálidas en una cavidad debajo de la plataforma de hielo, un mecanismo más eficiente para la fusión no es calentar las aguas oceánicas globales, sino redirigir aguas cálidas ya existentes del océano hacia las cavidades bajo las plataformas de hielo. La circulación oceánica es impulsada por los contrastes de densidad de las masas de agua y por la fuerza de los vientos en la superficie. Cambios sutiles en la fuerza de los vientos en superficie  pueden tener consecuencias importantes en la redistribución de las corrientes de agua cálida en los océanos polares. Un cambio en los patrones de viento (es decir, un proceso relativamente rápido) podría producir cambios significativos y rápidos en las temperaturas de las aguas oceánicas que llegan a las puertas de las plataformas de hielo.

Algunas consideraciones sobre glaciares 

En términos de volumen, los casquetes de hielo superan ampliamente al resto de glaciares. Si todo el hielo se derritiera, la subida equivalente del nivel del mar sería de 57 m por la Antártida y de 7 m por Groenlandia, pero solo de 0.5 m por el resto de glaciares. Del total antártico, alrededor de 7 m provendrían de la Antártida Occidental, que podría ser especialmente vulnerable a cambios abruptos.

El hielo en la superficie terrestre es un sólido blando porque está a, o no muy lejos de, su punto de fusión. Por lo tanto, se deforma fácilmente bajo presión, extendiéndose por su propio peso hasta alcanzar un equilibrio entre la ganancia de masa, principalmente por nevadas, en el interior frío o partes superiores del glaciar, y la pérdida de masa en las partes bajas por derretimiento o, a nivel del mar, por la fragmentación de icebergs. El glaciar puede, sin embargo, seguir extendiéndose cuando llega al nivel del mar y, en este caso, desarrolla una lengua flotante o, cuando intervienen varios glaciares, una plataforma de hielo de soporte, cuyo peso es sostenido no por la Tierra sólida, sino por el océano. Un glaciar que alcanza el nivel del mar se denomina glaciar de marea.

Las plataformas de hielo, que se encuentran mayormente en la Antártida, tienen típicamente unos cientos de metros de espesor y no deben confundirse con el hielo marino, que tiene solo unos pocos metros de espesor. Son una parte crítica del sistema porque pueden perder masa no solo por fusión en sus superficies y por fragmentación, sino también por fusión en sus bases. Un aumento de la fusión basal, debido por ejemplo a la llegada de agua de mar más cálida, puede “tirar” de más hielo a través de la línea de asentamiento.

La línea de asentamiento separa el hielo que descansa sobre la tierra firme del hielo flotante de la plataforma o lengua de hielo. Es también el punto en el que el hielo contribuye al cambio en el nivel del mar. Cuando comienza a flotar, desplaza agua de mar, independientemente de si se convierte o no en un iceberg.

Las plataformas de hielo tienen otro rol crucial, ya que parecen ser térmicamente inestables: no hay plataformas de hielo donde la temperatura promedio anual sea superior a unos -5 °C. Recientemente, varias plataformas de hielo "cálidas" han colapsado de forma dramática, y su desintegración ha sido seguida por una aceleración igualmente dramática de los glaciares tributarios a través de lo que una vez fue la línea de asentamiento, donde el hielo asentado se fragmenta directamente en el océano a una tasa mucho mayor que antes de la ruptura de la plataforma de hielo.

Las corrientes de hielo son flujos rápidos de hielo rodeados de hielo de movimiento más lento, y constituyen el principal medio por el cual el hielo se evacua desde el interior de las capas de hielo y llega a las grandes plataformas de hielo. 



domingo, 3 de noviembre de 2024

El antes y el después en Valencia.

"Mi previsión para los próximos años es: esperen lo nunca visto."

Jeff Masters. 

El comportamiento anómalo de la corriente en chorro. Investigación y Ciencia. febrero 2015.

Valencia antes de la inundación

Valencia después de la inundación


Fuente: ESA

El cambio climático es real.

El cambio climático ya está aquí, no es algo que vaya a suceder en el futuro.

Este verano se batió el récord de temperatura del agua del mar frente a las costas de Valencia 28,15 ºC.

DANAS ha habido siempre, 28,15 ºC No.

Calentamiento no significa solo más calor.

Más calor no significa tiempo más agradable.

A los que llevamos décadas advirtiendo del cambio climático, se nos llama catastrofistas.

Esta DANA empezó a gestarse en el verano de 2022, si solo han bastado tres años para que se produzca, y si consideramos que la DANA se ha producido al rebasar aproximadamente el 50% de probabilidad, podemos esperar un periodo de retorno medio en torno  a seis años. Lo que no quiere decir que vaya a caer en el mismo sitio. La siguiente DANA catastrófica podría caer en cualquier sitio de la geografía española, pero si seguimos padeciendo veranos como los de 2022, 2023 y 2024 es muy posible que sólo tengamos que esperar seis años para que se produzca de nuevo. 

Igual que se está hablando de habilitar una nueva categoría 6 para los huracanes. O incluso ya se habla de incendios de sexta generación. Es posible que esta haya sido la primera DANA 2.0 que hemos vivido. 

DANA 24-10-2024

Está era la previsión del 24-10-2024, como se puede ver podría haber sido muchísimo peor. Y si los modelos ya lo "ven" es que está ya dentro de lo posible. 

Ahora ya pueden llamarme catastrofista. 





sábado, 3 de febrero de 2024

Serie clima centro peninsular

Finalizo aquí la serie de artículos sobre el clima en centro de la península ibérica. La serie completa de artículos se puede consultar al final.

Comencé a escribir esta serie de artículos sobre el clima del centro peninsular pensando descubrir las características principales y los posibles cambios del clima durante los diferentes periodos históricos o prehistóricos. Al analizar estas fases del clima he observado algunos aspectos que no esperaba. Así por ejemplo me ha sorprendido la gran variabilidad dentro de cualquier escala de tiempo, pero siempre dentro de unos rangos muy definidos de temperatura y precipitaciones.

Es decir, esperaba encontrar épocas cálidas y épocas frías así como épocas húmedas y otras secas, sin embargo todos los estudios que he revisado han puesto de manifiesto que tanto las temperaturas como las precipitaciones han permanecido miles de años dentro de los mismos rangos, y sin embargo variando ampliamente dentro de los rangos establecidos, y haciéndolo para cualquier escala de tiempo. 

Por ejemplo, en el artículo de los datos dendroclimáticos y de los sedimentos de la laguna cimera, se aprecia que para un periodo de unos 2000 años, las variaciones cálido-frío o húmedo-seco oscilan de forma más o menos aleatoria ya sea a nivel de siglos, décadas, años o meses, pero siempre dentro de los límites que caracterizan el clima del centro peninsular. Por lo que no es del todo correcto decir que dentro de estos últimos 2000 hubiera épocas frías, cálidas o secas y húmedas, salvo tal vez las descripciones de dos o tres siglos que abarcan lo que hemos dado en llamar la pequeña edad del hielo  PEH y tal vez el óptimo climático medieval OCM, pero el resto de periodos, aunque se han caracterizado, el periodo romano (0-500) (cálido y seco) la época oscura (501-900) (variable tendiendo a frío húmedo) el óptimo climático medieval (901-1300) la pequeña edad del hielo (frío y húmedo) y la época actual(1851-Hoy). (cálido y seco). Parece ser que estas caracterizaciones son bastante relativas, pudiendo encontrar épocas de signo opuesto dentro de las mismas.

Sólo la pequeña edad del hielo pareció tener temperaturas ligeramente por debajo del promedio (1-2 ºC) aún así con numerosas oscilaciones dentro de dicha época, incluso con veranos cálidos similares a los actuales. La mejor prueba de este descenso de temperaturas,  fue el avance de las nieves y hielos en las sierras de Gredos y Guadarrama pero sobre todo (aunque fuera del ámbito de estudio) el avance de los glaciares pirenaicos

También hay que destacar que actualmente los valores de temperaturas registrados están saliendo claramente de cualquier valor registrado en cualquier época histórica y prehistórica lo que nos debe advertir de un cambio climático real y bastante fuerte. Teniendo que remontarnos a épocas anteriores a los 100.000 años, cuando las condiciones ambientales (insolación) eran muy diferentes de las actuales para encontrar temperaturas similares. Y posiblemente a tiempos muy anteriores 2-3 millones de años para encontrar condiciones similares con niveles de CO2 similares a los actuales. Poniendo el foco en que el clima pliocénico era natural (cambios por procesos geológicos de miles de años) y con tiempo suficiente para que los seres vivos se adaptasen a las nuevas circunstancias, mientras  que los cambios actuales se están produciendo en un lapso de tiempo de décadas y son claramente inducidos por el ser humano. Sin dejar tiempo (ni espacio físico) al medio natural para su adaptación. 

temperatura media anual ponderada de los últimos 30 años para cada década en Madrid-Retiro
Y como muestra, estos datos históricos de la estación de Madrid-Retiro, muestran la temperatura media anual ponderada de los últimos 30 años para cada década. Podemos apreciar cómo hasta 1990 el clima de Madrid se puede considerar que se mantuvo oscilando dentro de un rango “normal” siempre por debajo de 14,5ºC. Sin embargo se aprecia claramente como en las últimas tres décadas la temperatura se dispara. La temperatura media de los últimos 30 años es la que suele utilizarse para caracterizar el clima de una zona y para establecer los valores "normales" o habituales de las temperaturas y precipitaciones, por ejemplo lo por encima o por debajo de la media que se encuentra un dato anómalo o excepcional.

la tasa de cambio de la temperatura media de 30 años en Madrid-Retiro
Pero más que las temperaturas en sí mismas, lo que más asusta es la tasa de cambio, en este histograma podemos apreciar claramente como la tasa de cambio más rápida se da precisamente en las últimas dos décadas, aunque afortunadamente parece que no se trata de una subida exponencial. Hasta 1990 oscilaban aleatoriamente, después suben claramente y con fuerza.

En cuanto a las precipitaciones, en el centro peninsular no se han apreciado de momento cambios respecto a valores anteriores, lo cual no significa que con este cambio climático que estamos experimentando y que continuará durante cientos de años no se vaya a producir. De momento todo apunta a una reducción de las precipitaciones, aunque como he indicado anteriormente dada la enorme variabilidad de este parámetro todavía no se ha registrado ninguna tendencia clara.

Otra cosa que se ha puesto de manifiesto en esta serie de artículos, es la influencia sobre todo para las precipitaciones, de los patrones atmosféricos de gran escala, sobre todo de la OAN (Oscilación del Atlántico Norte).  Que por otra parte no deja de ser un patrón descriptivo (la OAN se observa, pero no se predice) de un índice de presiones y una disposición atmosférica.

Por otro lado, siempre me ha sorprendido mucho y no acabo de comprender, es el papel de las situaciones sinópticas. Pues, da la impresión que prácticamente todo el calentamiento experimentado se debe a un cambio en las situaciones sinópticas, más que a un mantenimiento de las antiguas pero con temperaturas más altas. Me explico:

Por ejemplo los veranos de los años 70 en el centro peninsular se caracterizaban por un potente anticiclón en las Azores que provocaba vientos flojos del norte con temperaturas altas pero bastante llevaderas (30-35ºC) y frecuentes tormentas cada vez que se colaba una baja por el Noroeste peninsular. Pues las situaciones sinópticas influyen fuertemente en las condiciones (temperatura y precipitaciones) si cabe, mucho más que el cambio climático.

Sin embargo los veranos actuales se caracterizan por entradas de aire africano tórrido y cargado de polvo del desierto con un anticiclón de las Azores debilitado que permite borrascas muchas veces estacionarias en el Atlántico central que inyectan aire del Sur a toda la península o incluso la formación de pequeñas altas en el mediterráneo que contribuyen a la inyección de aire cálido del Sur.

situación sinóptica de vientos del sur en la península ibérica
Situación sinóptica típica para vientos del Sur en la península ibérica, esta situación hace subir las temperaturas muy por encima de lo que corresponde al cambio climático, sin embargo y posiblemente debido al cambio climático, estas situaciones sinópticas son mucho más frecuentes que antes.


Mi pregunta es: en caso de situaciones sinópticas idénticas a las de los años 70 ¿tendríamos temperaturas más altas que en los años 70? ¿cuanto más altas? La respuesta no es fácil, pero sospecho que sería sí a la primera pregunta, en cuanto al calentamiento observado con esas mismas situaciones, seguramente sería mucho menos extremo que los vividos en los últimos años (2022 y 2023).

No cabe duda que el cambio climático ha trastocado la circulación general atmosférica, pero se da el agravante que en la península ibérica el cambio de situaciones sinópticas ha provocado un calentamiento adicional. Dicho sea de paso,  si el cambio observado en la península fuese exclusivamente por las condiciones sinópticas, debería por necesidad haber otras regiones en las que este cambio de condiciones haya contribuido a un enfriamiento equivalente, cosa que parece que no se observa. Como mucho parece que hay regiones donde el cambio climático apenas se nota.

Como conclusión final de toda la serie, podemos decir que el clima en el centro peninsular ha estado al menos los últimos 2000 años oscilando de forma natural dentro de los parámetros que lo caracterizan, pero desde hace pocas décadas, el cambio climático ha trastocado las situaciones sinópticas, de modo que el clima del centro peninsular, y está saliendo claramente de sus límites históricos y se desplaza hacia situaciones totalmente desconocidas, pues hay que tener muy claro que el cambio climático que estamos experimentando en todo el mundo está muy lejos de concluir, no ha hecho más que comenzar, y no parará  hasta unas décadas (o tal vez siglos) después de que  estabilicen los forzadores climáticos (gases de efecto invernadero) que lo han sacado de su zona de equilibrio.

Esta es la serie de artículos sobre el clima en el centro peninsular.


El Plioceno en el centro de la península Ibérica

Calendario climático 2018

Calendario climático de Madrid

Calentamiento en Madrid.  Temperaturas de Madrid-Retiro, registro 1838-2020

Calentamiento en Madrid

Gran ascenso de la temperatura en Madrid en las últimas décadas

Reconstrucción dendroclimática de la temperatura de verano de Madrid-Retiro basada en datos de la sierra de Guadarrama 1679-2022

El clima de los últimos 2000 años en el centro de la península ibérica

Historia climática de las montañas del centro de la península ibérica

Precipitaciones de Madrid (Retiro) registro del periodo 1859-2010

Precipitación en Madrid. Carácter y evolución desde 1936

Magnitud y frecuencia de las inundaciones en la cuenca del  Tajo  durante el último milenio

Estudio sobre los vientos de Madrid

Estudio de los vientos en Madrid: NW y W

Estudio de los vientos de Madrid: SW y S

Estudio de los vientos de Madrid; SE, E y NE

Estudio de los vientos. Rosas de los vientos

Estudio de los vientos. Rosas de los vientos por estaciones

Estudio de los vientos: conclusiones

Comparativa de nieve en la sierra de Guadarrama

La oscilación del Atlántico este: mecanismo e impacto en el clima europeo en invierno


viernes, 8 de diciembre de 2023

Yo también soy escéptico climático

La primera vez que escuché hablar sobre cambio climático, que las temperaturas medias anuales estaban aumentando, mi primera reacción fue de negación. Lo que leía era mentira, y además yo pensé que los científicos no sabían lo que decían y que estaban equivocados,  por supuesto yo era más listo que ellos. En aquella época yo tenía 14 años.

Así que, en vez de quedarme con la negación y seguir pensando sin pruebas que los científicos estaban equivocados, me propuse "demostrarles" lo equivocados que estaban, así que comencé a tomar las temperaturas por mi mismo. Comencé a anotar en un cuaderno las temperaturas que yo suponía que hacía cada día. (Tenía 14 años) luego, enseguida me di cuenta que no estaba siendo  honesto conmigo mismo ni riguroso con mis medidas. Así que comencé a usar un termómetro puesto en el exterior de la ventana, aunque no estaba estandarizado al menos era un termómetro de verdad. 

Para medir las temperaturas no sirve cualquier lugar para colocar el termómetro, hay que colocarlo en el lugar más fresco posible siempre y cuando no se enfríe por medios artificiales, es decir debe estar a la sombra, en un caseta de madera bien ventilada y pintada de blanco, a un metro y medio del suelo y con hierba en el suelo para evitar las térmicas del suelo recalentado por el sol en verano. Si ponemos el termómetro en cualquier lugar, en algún momento del día o del año podemos medir temperaturas  extremas debido a reflejos solares o algún fenómeno similar. 

Pasaron unos cinco años hasta que reuní datos suficientes para enseñar a mi cuñado, la tendencia era al alza pero muy corta. Mi cuñado me dijo que la serie de datos  era muy escasa y que en cinco años el clima podría hacer cualquier cosa, necesitaba como mínimo treinta años de datos para ver alguna tendencia, mis datos no demostraban nada. Me quedé bastante chafado. 

Ya tenía 19 años así que fui a casa del medico del pueblo que tenía una estación meteorológica standard de la AEMET y le pedí los datos de la estación. Me los entregó amablemente  y los fotocopié con ilusión. Calculé las temperaturas medias de cada mes, luego las de cada año y luego dibujé una gráfica. Ahora ya tenía datos desde 1957 hasta 1989 ¡ya tenía más de 30 años de datos!  y la gráfica era clara, los científicos tenían razón, el tonto era yo. Las temperaturas aumentaban claramente aunque en aquella época aún no habían salido de la variabilidad natural. 

Temperaturas medias 1957-1989 estación 3117 AEMET
Mi primer "eureka" con 19 años: las temperaturas medias anuales están aumentando.


Por supuesto aquellas temperaturas que no había tomado yo podían ser falsas, pero seguí tomándolas en paralelo hasta 2020 y nunca vi ninguna desviación de las oficiales de la AEMET. En 2020 ya salían claramente de la variabilidad natural.


Temperaturas medias globales
Temperaturas medias globales hasta 2023. Si eres escéptico de verdad, no lo critiques ni lo niegues, compruébalo por ti mismo y refútalo si puedes.

Moraleja: está muy bien ser escéptico, pero si eres escéptico, debes serlo de todo, no sirve que seas escéptico de lo que no te gusta y abraces las ideas que te gustan, por que tal vez pienses que la AEMET o la NASA te estén engañando, pero si te crees las ideas de cualquier think-thank político financiado por vete tú a saber que empresas petroleras a lo mejor  también te están engañando. 

Estás en tu derecho de pensar que te están engañando y ser escéptico, pero tienes la OBLIGACIÓN de buscar la verdad por ti mismo, no sirve que te adhieras a las ideas que más te gustan sin comprobarlas, por que a lo mejor son tus amiguitos los que te están engañando. Si lees periódicos o webs de internet, estás en la obligación de leer las de las ideas que te gustan y las que no te gustan y llegar a tus propias conclusiones o mejor aún comprobarlo por ti mismo. 

Un ejemplo paradigmático de escepticismo, los Chemitrails

Y estás en la obligación de pensar con pensamiento crítico, no sea que te digan que los aviones nos fumigan y te lo creas. Cuando te cuenten algo, por muy atractivo que sea, tienes que pensar un poco,  y por supuesto siempre tienes que ser escéptico. Si los aviones nos fumigan: ¿por que la estela se queda suspendida en el aire y no cae? ¿por que nos fumigan ahora sí y antes no, si las estelas se ven desde los años 60? ¿por que antes nos fumigaban para envenenarnos y ahora para que no llueva? ¿por que en Irlanda no para de llover si también los fumigan? ¿por que el pasado 19 de octubre cayeron 107,8 mm de lluvia en Madrid en 24 h, batiendo todos los récords históricos, si nos fumigan para que no llueva, no les ha fallado un poco el invento?  ¿de verdad miles de pilotos son capaces de mantener el secreto? ¿es que nunca has viajado en avión? ¿no se te ha ocurrido mirar hacia atrás por la ventanilla? ¿no has visto la estela de tu propio avión? Un consejo: lee libros de física, no muerden, y piensa.  

Chemitrails
¿Son los think-thank quienes difunden ideas absurdas entre la población para desviar la atención de la urgencia del cambio climático?.

¿por que muchos de los autodenominados escépticos del cambio climático se creen a pies juntillas lo de los chemitrails? ¿no decían que eran escépticos?¿escépticos de qué? Todos los científicos por definición son escépticos, pues el método científico funciona con el escepticismo. La ciencia no avanza con credulidad ni con ideas políticas, la ciencia avanza con datos, con  hipótesis y con experimentos.



Como norma general el método científico se basa en estas ideas  (adaptado de la serie Cosmos II de Neil Degrasse Tyson).

--cuestionar la autoridad (las ideas no son más verdad por que las diga alguien de renombre incluido yo mismo).

--piensa por ti mismo,  cuestiónate a ti mismo.

--no creer por quererlo, creer en algo no lo hace verdadero.

--prueben sus ideas con observación y experimentación, si una idea no está acorde con los resultados de un experimento, es una idea equivocada.

--seguir la evidencia hasta donde te lleve (independientemente de que te guste o no) los escépticos van donde les llevan los datos, los tramposos primero tienen una idea y luego retuercen los datos para que se ajusten a su idea.

--todos podemos equivocarnos, todos somos humanos y podemos equivocarnos.

El método científico más formal establece este método:

--Observar un fenómeno natural.

--Elaborar varias hipótesis que explican el fenómeno.

--Elaborar experimentos relativos al fenómeno observado y las hipótesis.

--Descartar las hipótesis que queden refutadas por los resultados de los experimentos.

--Si quedan varias hipótesis vigentes, tomar siempre como cierta la más sencilla (navaja de Ockam).

--Subir a rango de teoría la hipótesis ganadora.

--Eliminar la teoría si algún experimento posterior la refuta.

--Diseñar siempre nuevos experimentos y no dejar de observar.




sábado, 10 de junio de 2023

La capa de hielo de Groenlandia

Esto es un resumen del último informe del IPCC AR6 para Groenlandia.

Cambios recientes observados

En este artículo se presentan cambios en el tiempo de la masa de hielo de  Groenlandia y se evalúan los diferentes procesos que está causando el aumento de la pérdida de masa. El cambio de masa total de la capa de hielo de Groenlandia comparada con la pérdida en la Antártida, se presenta en la Figura 1. 

 

La capa de hielo de Groenlandia

Figura 1 Pérdidas en la capa de hielo antártica  y en la capa de hielo de Groenlandia (cambios de masa). Los valores que se muestran en gigatoneladas (1 Gt = 1000.000.000 toneladas, los números grandes muchas veces son inimaginables y los pasamos por alto, 1 Gt equivale a 1 Km3 de hielo)  y provienen de mediciones de satélites mediciones para el período 1992–2020. El rango de incertidumbre estimado, aparece en colores sombreados, para los respectivos cambios acumulativos. 

En la actualizad Groenlandia habría perdido unos 5000 Km3 de hielo desde 1992.


La extensión estimada de la capa de hielo en diferentes momentos se muestra en la Figura 3.

Para el siglo XX hay reconstrucciones del cambio de masa estimado para la capa de hielo de Groenlandia y sus glaciares periféricos para el periodo 1900–1983 y para el período 1901–1990. El registro de satélites se remonta a 1972  (Figura 2). La tasa de cambio de masa de la capa de hielo fue positiva (es decir, ganó masa) entre 1972-1980 (47 ± 21 Gt por año) y luego negativa (es decir, perdió masa; –51 ± 17 Gt por año  y –41 ± 17 Gt por año) en los periodos  1980–1990 y 1990–2000, respectivamente. Después de 1992, es muy probable que la tasa del cambio de la masa de hielo fuera más negativa durante 2012-2016 que durante 1992-2001, con un nivel de confianza muy alto de que la fusión en verano ha aumentado desde la década de 1990 a un nivel sin precedentes durante al menos los últimos 350 años. El registro se ha extendido hasta 2020. La capa de hielo de Groenlandia perdió 4890 [4140–5640] Gt de hielo entre 1992 y 2020, provocando un aumento del nivel del mar de 13,5 [11,4 a 15,6] mm. (Figura1 y 2). En resumen: los aproximadamente 5000 Km3 de hielo perdidos en Groenlandia entre 1992 y 2020 han hecho aumentar el nivel del mar entre 1,1 y 1,5 cm.

Datos recientes muestran que, después de dos veranos fríos en 2017 y 2018, con una pérdida de masa relativamente moderada de alrededor de 100 Gt  al año, el cambio de masa de 2019 (–532 ± 58 Gt por año) fue la mayor pérdida de masa anual en el registro. La tasa de pérdida de hielo fue, en promedio, 39 [–3 a 80] Gt por año durante el período 1992–1999, 175 [131 a 220] Gt por año durante el período 2000–2009 y 243 [197 a 290] Gt por año durante el período 2010-2019.

Recientemente ha comenzado a dominar la pérdida de masa de la capa de hielo de Groenlandia [balance de masa superficial (SMB)], en lugar de la descarga del hielo sobre los fiordos (debido al aumento del derretimiento de la superficie y escorrentía), aumentando del 42% de la pérdida de masa total para 2000–2005 al 68% para el periodo 2009–2012. La descarga de hielo en los fiordos fue relativamente constante entre 1972-1999, con una variación de alrededor del 6% para toda la capa de hielo, mientras que la fusión superficial varió por un factor de más de dos interanualmente, lo que lleva a una pérdida o ganancia de masa en un año dado (Figura 2). 

 

La capa de hielo de Groenlandia

 

La capa de hielo de Groenlandia

Figura 2.  Cambios de masa de hielo y tasas de cambio para las regiones de la capa de hielo de Groenlandia. 

(a) Serie temporal de cambios de masa para cada una de las principales cuencas de drenaje que se muestran en la figura del recuadro para los períodos 1972–2016, 1992–2018 y 1992–2020.

(g) Groenlandia dividida en siete regiones. Estimaciones de las tasas de cambio de masa del balance de masa superficial por región.

El patrón temporal en estos conjuntos de datos más largos conduce a una alta confianza que las pérdidas de masa de la capa de hielo de Groenlandia están cada vez más dominadas por la SMB, pero existe un alto nivel de confianza en que la pérdida de masa varía fuertemente, debido a la gran variabilidad interanual de esta. A escala regional, la altura de la superficie está disminuyendo en todas las regiones, y se han observado retiros generalizados del frente terminal y de ruptura de bloques de hielo (frentes glaciares).

Las mayores pérdidas masivas han ocurrido a lo largo de la costa oeste y en sureste de Groenlandia (Figura 2), concentrándose la descarga en unos pocos glaciares. Este patrón en esta región es consistente con las observaciones del sistema (GPS) que muestra el levantamiento elástico del lecho rocoso de decenas de centímetros entre 2007 y 2019 como resultado de la pérdida continua de masa de hielo. La serie temporal regional muestra que la fusión superficial ido reduciendo la cantidad de hielo gradualmente en todas las regiones, mientras que el aumento de la descarga en el sureste, centro este, noroeste y el centro-oeste se ha relacionado con el retroceso de los glaciares de marea. En resumen, los registros regionales detallados muestran un aumento en la pérdida de masa en todas las regiones después de la década de 1980, causado tanto por aumentos en la descarga de hielo por los glaciares en sus frentes, como por el derretimiento de hielo sobre la superficie (confianza alta), aunque los patrones varían entre las regiones. La pérdida de hielo más grande se produjo en el noroeste y el sureste de Groenlandia (confianza alta).

La variabilidad a gran escala la circulación atmosférica es un importante impulsor de la SMB a corto plazo. Este efecto de variabilidad atmosférica de la circulación tanto en la precipitación como en las tasas de fusión 

 

La capa de hielo de Groenlandia

Figura 3 Cambio de masa acumulada de la capa de hielo de Groenlandia y contribución equivalente al nivel del mar. 

(a) Una estimación basada en el rango de valores de la masa de la capa de paleo hielo de Groenlandia y los equivalentes del nivel del mar en relación con la actualidad y la mediana de todas las estimaciones centrales.

(b) (b, izquierda) pérdida de masa acumulada (y nivel del mar equivalente) desde 2015 desde 1972, la estimación pérdida de masa desde 1840 indicada con un recuadro sombreado, y proyecciones hasta 2100 Se muestran interpretaciones esquemáticas de reconstrucciones individuales de la extensión espacial de la capa de hielo de Groenlandia.

     (c) período cálido del Plioceno medio; 

     (d) Último Interglacial

(e) el Último Máximo Glacial: el sombreado gris muestra la extensión del       hielo en tierra. Mapas de cambios de elevación media 

    (f) 2010-2017 derivados de la altimetría del radar 

(g) cambios proyectados (2093-2100) 


fue impulsado por condiciones atmosféricas altamente anómalas. Patrones de circulación, tanto diarios como estacionales a escalas temporales. El derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia está más fuertemente correlacionado con el índice de bloqueo de Groenlandia que con el índice de la Oscilación del Atlántico Norte de verano. Estudios han demostrado que una mayor insolación (reducción de la cobertura de nubes) conduce a un aumento de las tasas de fusión, particularmente sobre la zona de ablación de bajo albedo en la parte sur de la capa de hielo de Groenlandia. Por el contrario, un aumento de la nubosidad sobre las partes centrales de alto albedo de la capa de hielo, demostró que la radiación saliente conduce a una mayor fusión y una recongelación reducida de agua de deshielo. 

Los efectos de las nubes se compensan entre sí, el aumento en el derretimiento es causado por aumento de los flujos de calor. En resumen, existe una confianza media en que los cambios en la cobertura de nubes son un importante impulsor del aumento de las tasas de fusión en el parte sur y oeste de la capa de hielo de Groenlandia.

Las retroalimentaciones positivas de albedo contribuyeron sustancialmente a aumentar el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia posteriormente a la década de 1990. Varias retroalimentaciones (en su mayoría positivas) que involucran albedo de superficie operan sobre las capas de hielo. La amplificación de la fusión por el aumento observado de la exposición al hielo desnudo a través de la migración de la línea de nieve a partes más altas de la capa de hielo desde el año 2000  fue cinco veces más fuerte que el efecto de los procesos hidrológicos y biológicos que conducen a la reducción de albedo del hielo. Las impurezas, en las partes biológicamente activas conducen a una reducción del albedo y se estima que han aumentado la escorrentía de hielo desnudo en el sector suroeste de la capa de hielo de Groenlandia alrededor del 10%. En resumen,  existe un alto nivel de confianza en que el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia aumentó desde alrededor de 2000 amplificado por retroalimentaciones positivas de albedo, siendo la expansión de la extensión del hielo desnudo el factor dominante, y el albedo en la zona de hielo desnudo está controlado principalmente por impurezas biológicas.

Alrededor de la mitad del agua de deshielo de la superficie de la capa de hielo de Groenlandia entre 1960-2014 fue escorrentía, mientras que la mayor parte del resto se infiltró en el firn (nieve compactada)  y nieve, donde o bien se volvió a congelar o se acumuló en acuíferos. Una disminución del contenido de aire en el firm entre 1998-2008 y 2010-2017 en el área de percolación de baja acumulación del oeste de Groenlandia, redujo la capacidad de retención de agua de deshielo.

Además, la infiltración de agua de deshielo en el firn puede estar fuertemente limitada por losas de hielo de baja permeabilidad creadas por la recongelación de infiltrado agua de deshielo. Observaciones y modelos recientes indican que las capas de baja permeabilidad que se expanden rápidamente conducen a un aumento en el área de escorrentía desde 2001.

En resumen el almacenamiento de agua de deshielo y recongelación puede amortiguar temporalmente un aumento de derretimiento a gran escala, pero se han identificado factores limitantes.

Las temperaturas del océano cerca de la zona de puesta a tierra de los glaciares de marea es críticamente importante para su tasa de descarga por ruptura, pero hay poca confianza en la comprensión de su respuesta al forzamiento oceánico. 

El aumento de icebergs sobre el mar, se ha asociado con un período de retroceso generalizado de los glaciares de marea. Hay pruebas sólidas de un rápido derretimiento submarino en glaciares de marea. Cambios en el derretimiento submarino y la descarga de agua de deshielo subglacial pueden desencadenar un aumento descarga de hielo al reducir el apoyo al flujo de hielo y promover su ruptura; El calentamiento de las aguas oceánicas ha estado implicado en el reciente adelgazamiento y ruptura del hielo flotante lenguas en el noreste y noroeste de Groenlandia. En escalas temporales decenales, La posición final de los glaciares de marea se correlaciona con el derretimiento submarino. En escalas de tiempo más cortas, glaciares individuales o grupos de glaciares pueden comportarse de manera diferente y asincrónica, y no hay asociaciones siempre claras entre la temperatura del agua y las tasas de ruptura glaciar o retroceso. En resumen, las aguas oceánicas más cálidas y el aumento de la temperatura de descarga subglacial de superficie fundida en los márgenes de la terminación marina de los glaciares aumentan el derretimiento submarino, lo que conduce a un aumento de la descarga de hielo. Hay confianza media en que esto contribuyó a la aumento de la tasa de pérdida de masa de Groenlandia, particularmente en el período 2000-2010 cuando se observó un aumento de la descarga en el sureste y noroeste.

Permanecen aún grandes incertidumbres en el espesor del hielo de alrededor de la mitad de los glaciares de descarga y las regiones de icebergs siguen estando pobremente muestreadas cerca de los extremos del glaciar. Existe un alto grado de confianza en que la batimetría (que rige las masas de agua que desembocan en los fiordos) y la geometría del fiordo y topografía del lecho rocoso (control de la dinámica del hielo) modulan la respuesta de glaciares individuales al forzamiento climático.

Evaluación del modelo

El progreso reciente confirma que existe una confianza media en la capacidad de los modelos del clima para simular cambios en el derretimiento de la capa superficial de hielo de Groenlandia. Las deficiencias restantes en el acoplamiento entre modelos de clima y las capas de hielo (p. ej., baja resolución espacial) limitaron la adecuada representación de las retroalimentaciones entre ellos. Las simulaciones de derretimiento superficial resultantes se comparan mejor con modelos climáticos regionales y observaciones, pero las deficiencias restantes conducen a problemas para reproducir un estado actual de la capa de hielo a las observaciones. En resumen, hay una confianza media en los datos cuantitativos sobre las simulaciones del estado actual de la capa de hielo de Groenlandia.

Las interacciones hielo-océano siguen siendo poco conocidas y difíciles de modelar, con parametrizaciones a menudo utilizadas para estimar la ruptura de glaciares que terminan en el mar. Debido a las dificultades de modelar gran cantidad de terminaciones marinas glaciares y la disponibilidad limitada de datos sobre la roca madre de alta resolución, la mayoría del trabajo de modelado reciente sobre los glaciares de descarga de Groenlandia está centrado en glaciares individuales o en un número limitado, o una región específica.

El estudio de las contribuciones de los cuatro glaciares más grandes sobrestimó el total de la contribución de los glaciares de la capa de hielo de Groenlandia, debido a las diferencias en respuesta entre glaciares grandes y pequeños. Las interacciones hielo-océano tienen el potencial de desencadenar un retroceso extensivo de los glaciares en escalas de décadas, como lo indican las observaciones. Un punto de interés de los modelos de la capa de hielo continental ha sido el tratamiento mejorado de glaciares que terminan en el mar a través de la inclusión de procesos de ruptura. Un conjunto de datos topográficos mejorados del lecho rocoso permiten capturar mejor la descarga de hielo para los glaciares en modelos de capa de hielo continental, y las simulaciones indican que la topografía del lecho rocoso controla la magnitud y la tasa de retroceso. En general, los glaciares que desembocan en los fiordos están controlados por la topografía del lecho rocoso, y hay poca confianza en la cuantificación de la futura pérdida de masa de Groenlandia provocada por el calentamiento de las condiciones oceánicas, debido a las limitaciones en la comprensión actual de las interacciones hielo-océano, su implementación en modelos de capas de hielo y conocimiento de la topografía del lecho rocoso.

Un desafío pendiente es la baja confianza en la reproducción histórica de cambios de masa de la capa de hielo de Groenlandia (Recuadro 1). Sin embargo, hay confianza media en los modelos de capa de hielo que reproducen el presente estado de la capa de hielo de Groenlandia, lo que lleva a una confianza media en la capacidad actual para proyectar con precisión su evolución futura. 

Proyecciones al 2100

Los cambios en el derretimiento superficial del hielo de Groenlandia o SMB contribuirán a elevar el nivel del mar en 2100 entre 3 y 16 cm con un valor promedio más probable de 7 cm. Según proyecciones de SMB obtenidas por dos modelos climáticos regionales y reconstrucciones basadas en conjuntos de temperatura. Este valor puede verse incrementado hasta 6 cm en simulaciones de modelos climáticos regionales en las que se atribuye una mayor amplificación ártica y retroalimentaciones de nubes y hielo marino asociadas que en otras simulaciones.

La contribución de Groenlandia al nivel futuro del mar (Tabla 1) muestra una contribución probable de 7 cm (entre 0 y 11 cm) para estimaciones bajas y de 14 cm (entre 8 y 27 cm) según estimaciones altas. Nuevas proyecciones para el siglo XXI han incluido el comportamiento del manto de hielo dinámico acoplado ESM a modelos atmosféricos regionales (Tabla 1). El modelo  acoplado ESM de capa de hielo proyecta un aumento del nivel del mar de 10,9 cm hacia 2100 respecto al nivel del  mar de 2015 y una contribución similar  bajo un escenario idealizado de un aumento de un 1% por año en las emisiones de CO2. Las simulaciones incluyen Interacciones entre la capa de hielo y la atmósfera y el agua de deshielo en la superficie de la capa de hielo encaminado al océano. El modelo atmosférico regional acoplado y modelo de capa de hielo proyecta un aumento del nivel del mar de 7,9 cm en 2100 en relación con el año 2000.

Un ESM de menor complejidad acoplado a un modelo de capa de hielo da una contribución del nivel del mar de 2,5 a 6,4 cm  y 5,6 a 12 cm  (el rango se debe a cuatro simulaciones con diferentes conjuntos de parámetros para el modelo de atmósfera) identifican una simulación con un conjunto de parámetros más probables que proyectan entre 3,4 y 7,3 cm según diferentes escenarios. 

Es posible que la respuesta dinámica esté subestimada. Las proyecciones multimodelo se corrigen con una evaluación de la respuesta dinámica histórica al clima anterior a 2015 forzamiento (Recuadro 1). Para el período 2015–2100, se proyectan contribuciones al nivel del mar que van desde 1 a 5 cm. La mayor pérdida de masa se atribuye a una mayor disminución en SMB debido a la alta sensibilidad climática de los modelos utilizados. Las proyecciones fueron corregidas con la tendencia histórica. En segundo lugar, un emulador de las proyecciones está forzado por las distribuciones de temperatura del aire en la superficie para cada modelo a partir de un emulador de balance energético de dos capas y luego corregido con la tendencia histórica. Estos dos enfoques resultan en proyecciones que son similares en sus valores medianos y proyecciones pero difieren en su rango. Resultados similares se obtienen cuando se aplica el ajuste paramétrico. Groenlandia podría contribuir con hasta 33 cm al aumento del nivel del mar en 2100 en relación con 2000. Se señaló que el potencial alto en la contribución del nivel del mar en este estudio podría deberse a la suposición de calentamiento espacialmente uniforme, que puede sobrestimar tasa de derretimiento superficial, Sin embargo, también refleja la profunda incertidumbre que rodea el forzamiento atmosférico, procesos superficiales, fusión submarina, ruptura y dinámica del hielo. Se atribuye un 40% de dispersión del conjunto de modelos múltiples a la incertidumbre del modelo de la capa de hielo, 40% de incertidumbre del modelo climático y 20% de incertidumbre al forzamiento oceánico.

 

La capa de hielo de Groenlandia
Cuadro 1 Contribuciones del nivel del mar proyectadas,  en metros para la capa de hielo de Groenlandia para 2100 en relación con el periodo 1995-2014, Las cursivas denotan contribuciones parciales. La respuesta dinámica histórica  de las simulaciones ISMIP6 se estima en 0,19 ± 0,10 mm por año (0,02 m ± 0,01 m en 2100 en relación con 2015). 


Por tanto, existe una confianza media en que la pérdida de masa de la capa de hielo de Groenlandia está dominada por la incertidumbre en los escenarios climáticos y procesos superficiales, mientras que la incertidumbre en la fusión por ruptura frontal juega un papel menor.

Los procesos superficiales, en lugar del hielo descargado en el océano, dominarán la pérdida de hielo de Groenlandia durante el siglo XXI, independientemente del escenario de emisiones (alta confianza). Así lo confirman las proyecciones. La pérdida masiva proyectada de Groenlandia se debe predominantemente al aumento del agua de deshielo en la superficie y a la pérdida en capacidad de recongelamiento que da como resultado una disminución de SMB (nivel de confianza alto), concurrente con el aumento de las temperaturas y el oscurecimiento de la capa de hielo superficie  Los cambios de masa debidos a SMB y la dinámica de los glaciares de salida están vinculados, como la pérdida de masa por un proceso disminuye la pérdida de masa por el otro – por ejemplo, SMB elimina el hielo antes de que pueda llegar al glaciar marino término. Existe un grado de confianza medio de que la pérdida de masa a través del hielo de descarga disminuirá en el futuro, porque un aumento en la pérdida de masa (mediante el aumento de escorrentía superficial) conduce, en la mayoría de las áreas, a un retroceso del margen del glaciar hacia la tierra sobre el nivel del mar, aislando el capa de hielo de la influencia marina.

En resumen, es prácticamente seguro que la capa de hielo de Groenlandia continuará perdiendo masa este siglo bajo todos los diferentes escenarios de emisiones,  y una alta confianza en que la pérdida de masa total para 2100 aumentará con las emisiones acumuladas. La evaluación del nivel del mar está basada en proyecciones, lo que permite un enfoque más consistente a una gama más amplia de forzamientos climáticos y oceánicos. Es probable que la capa de hielo de Groenlandia contribuya entre 1 cm y 10 cm  con un nivel más probable de 6 cm para un escenario de bajas emisiones y entre 9 cm y 18 cm con un nivel más probable de 13 cm para un escenario de emisiones más alto para 2100 en relación con el periodo 1995–2014.

Existe un alto grado de confianza en que la pérdida de Groenlandia estará cada vez más dominada por el derretimiento de la superficie (SMB), ya que la respuesta dinámica de los glaciares forzada por el océano disminuirá a medida que los márgenes marinos se retiran a tierras más altas.

Proyecciones más allá de 2100

Las proyecciones del nivel del mar para 2300 son de 15 cm en escenarios de bajas emisiones y de 31 cm a 1.19 m en escenarios de  altas emisiones. Un nuevo estudio da una contribución del nivel del mar de 11 a 20 cm en escenarios de bajas emisiones  y de 61 cm a 1,29 m en escenarios de altas emisiones. Otras proyecciones de altas emisiones indican que Groenlandia podría contribuir entre 25 cm y 1,74 m. Se proyectan pérdidas en Groenlandia de 54 cm (entre 28 cm y 1,28 m) para un calentamiento de 2 °C y 97 cm ( entre 40 cm y 2,23 m) con un calentamiento de 5 °C. Estos estudios coinciden en que estas evaluaciones están en el extremo inferior del rango de proyecciones. Además, las observaciones sugieren que las pérdidas de la capa de hielo de Groenlandia están siguiendo el rango superior de las proyecciones. Por lo tanto, el rango probable para la contribución de la capa de hielo de Groenlandia al nivel medio mundial del nivel del mar (GMSL) hacia 2300 puede ser  de entre 11 y 25 cm o entre 31 cm y 1,74 m bajo diferentes escenarios. Sin embargo, dada la incertidumbre de los modelos climáticos utilizados para proyectar el cambio de la capa de hielo durante el siglo XXI y la amplia gama de simulaciones que se extienden más allá de 2100, solo hay  poca confianza en la contribución a GMSL para 2300 y más allá.

El papel de la retroalimentación elevación-masa para futuras proyecciones de Groenlandia se puede evaluar a partir de simulaciones paleolíticas.

La pérdida total de hielo de Groenlandia, contribuiría en unos 7 m al nivel del mar, durante un milenio o más ocurriría para una temperatura superficial media global sostenida (GMST) entre 1 °C (confianza baja) y 4 °C (confianza media) por encima de los niveles preindustriales. Nuevos estudios confirman esta evaluación y  estiman que una pérdida completa podría suceder en alrededor de 8000 años a 5,5°C y en unos 3000 años a 8,6°C. Basado en la concordancia entre estudios nuevos y previos, por lo tanto, existe una alta confianza en que la tasa a la cual el comportamiento de la capa de hielo de Groenlandia depende de la cantidad de calentamiento.

Se ha encontrado un umbral de pérdida de hielo irreversible vinculada al tamaño de la capa de hielo. Si la capa de hielo pierde una masa equivalente a unos 3-3,5 m de aumento del nivel del mar, no volvería a crecer a su estado actual, y con 2 m de aumento del nivel del mar sería irreversible. El momento en el que la  capa de hielo podría alcanzar este volumen crítico depende de las condiciones oceánicas y  atmosféricas, la dinámica del hielo y la retroalimentación clima-capa de hielo. Por lo tanto, las proyecciones difieren en  magnitud y tasa de cambio de temperatura para cruzar el umbral de pérdida irreversible. Proyecciones de conjunto indican que el umbral de masa puede alcanzarse en tan solo 400 años si el calentamiento alcanza 10°C o más por encima del presente. En resumen, hay una confianza alta en la existencia de un umbral de comportamiento de la capa de hielo de Groenlandia en  un clima más cálido; sin embargo, hay poco acuerdo sobre la naturaleza de los umbrales y los puntos de inflexión asociados. 

Resumen

Está claro que Groenlandia está perdiendo hielo a un ritmo cada vez mayor, sobre todo debido a procesos de derretimiento de la capa superficial. (5000 km cúbicos entre 1992 y 2020). Existen incertidumbres de la velocidad de pérdida y de su contribución al aumento del nivel del mar en función de los diferentes modelos empleados y de los diferentes escenarios de emisiones futuras, pero es claro la contribución de la masa total de hielo sería en torno a 7 m lo cual tardaría miles de años en suceder con altos niveles de calentamiento. Dentro de nuestro siglo podemos esperar elevaciones de centímetros y derretimientos más moderados.


domingo, 29 de enero de 2023

Calendario climático de Madrid

En este estudio me propongo averiguar realmente cuantos días ha avanzado la primavera y cuantos días se ha retrasado el otoño en Madrid debido al cambio climático. Es una percepción de todo el mundo que actualmente la primavera lleva unos días de adelanto respecto a décadas anteriores y lo mismo para el retraso el otoño. Pero nadie lo ha cuantificado con datos. El objetivo de este estudio es cuantificarlo con datos reales.

Para ello se han tomado las temperaturas medias diarias de la estación de Madrid-Retiro durante dos bloques de 30 años. Un primer bloque que representaría el clima considerado “normal” que va desde 1960 a 1989 y un segundo bloque de temperaturas de “cambio climático” que iría desde 1990 hasta 2019.

Para visualizar el cambio, se ha tomado un código de colores correspondiente a bloques de temperaturas de 2 ó 3 grados centígrados. 

Se ha establecido arbitrariamente esta escala de colores a la temperatura media diaria en ºC:

leyenda de colores por temperaturas


Y sin más preámbulos se muestran los resultados en forma de calendario. Uno para el periodo 1960-1989

temperaturas medias diarias Madrid-Retiro por escala de colores 1960-1989

Y otro para el periodo 1990-2019

temperaturas diarias Madrid-Retiro por escala de colores 1990-2019

Adelanto de la primavera

Cada color se corresponde con una temperatura media diaria dentro del rango indicado anteriormente, en el primer bloque podemos ver que los meses de enero y febrero tienen cada mes un color diferente, esto es pura casualidad, como se puede ver el resto de meses tiene dos o más colores. En estos dos calendarios podemos ver como exceptuando enero donde las temperaturas se han mantenido exactamente dentro del mismo rango, el resto de meses la primavera se adelanta varios días en el segundo bloque de 30 años. Por ejemplo la temperatura media diaria de 9 grados centígrados  (verde claro) en el primer bloque se alcanzaba el 1 de marzo mientras que en el segundo bloque se alcanza el 18 de febrero, lo que supone un adelanto de 11 días en apenas 30 años.  Si nos fijamos en el resto de colores, tenemos adelantos de  12 días (verde oscuro 11-14ºC)  y los colores que siguen 11, 10 , 3 y 11 días respectivamente. Con lo que exceptuando las temperaturas de 22 a 24ºC (marrón oscuro) que apenas han avanzado 3 días el resto lo ha hecho como mínimo 10 u 11 días.

Así que ya tenemos un primer dato objetivo. En los últimos 30 años la primavera se ha adelantado unos 11 días aproximadamente lo que nos da 1 día de adelanto cada 3 años.

Retraso del otoño

En el caso del retraso del otoño los colores rojos (de 26 a 24ºC) se retrasan 5 días, el marrón oscuro (de 24 a 22ºC) lo hace solo dos días y curiosamente el marrón claro (de 22 a 20ºC) se adelanta un día, pero es la excepción, después observamos retrasos de 3, 6, 4, 4, y 8 días respectivamente lo que nos da una media de 3,9 días (casi 4 días de retraso) que es menos de la mitad que el adelanto de la primavera. Es decir el retraso del otoño además de ser más irregular que el adelanto de la primavera es menos de la mitad, no llega a 4 días. Aun así podemos afirmar que en los últimos 30 años el otoño se ha retrasado casi 4 días lo que indica más de un día de retraso cada década.

Invierno

Aparentemente en el invierno no se han producido cambios, pero este hecho es engañoso simplemente por el código de colores utilizado, el color azul más oscuro utilizado representa temperaturas medias diarias entre 5 y 7ºC dentro de las cuales ha permanecido el mes de enero y parte de diciembre. Aunque aparentemente enero tiene 31 días en este color en ambos bloques, su temperatura media ha pasado de 6,1ºC a 6,5ºC lo que apenas representa un incremento de 0,4ºC y no es suficiente para cambiar de color. Sin embargo vemos como diciembre ha perdido 8 días del color azul más oscuro.

En total se pasa de 60 días entre 5 y 7ºC a 52 días.

Verano

En verano lo más destacado es que en el segundo bloque vemos la aparición de un nuevo color (un nuevo clima desconocido para Madrid en décadas anteriores) con valores entre 26 y 28ºC de temperatura media diaria. Pasando de un plumazo de 0 días de estas características a 29 días con estos valores, lo que implica casi un mes de temperaturas desconocidas hasta ahora. Y un aumento de casi un día por año con días de estos valores extremos.

Es decir cada año ganamos en el verano un día de temperaturas desconocidas para Madrid en los 30 años anteriores.

Los días por encima de 24ºC han pasado de 56 a 43( rojos) + 29 (rosas)  = 72 días, lo que representa ya más de dos meses con temperaturas de pleno verano.

Como dato curioso, podemos ver que da la impresión que una vez alcanzado cierto valor máximo de temperatura media diaria, esta no es capaz de aumentar por encima de un cierto valor, (concretamente 26,8ºC) y forma una especie de techo plano del cual no pasa. Este hecho no deja de ser una simple hipótesis, más que un hecho contrastado, habría que ver la evolución de las temperaturas medias diarias en el futuro para comprobar si estas aumentan por encima de dicho valor, o curiosamente no superan dicho umbral.

temperaturas medias diaria Madrid-Retiro en julio y agosto


Conclusiones

El cambio climático está haciendo aumentar las temperaturas y este aumento lleva asociado una adelanto de la primavera y un retraso del otoño, así como una pérdida de días fríos en lo más crudo del invierno y una ganancia neta más que considerable de días de calor extremo en el centro del verano. En total el aumento neto experimentado en el segundo bloque de 30 años es 1,2ºC pasando de una temperatura media anual de 14,2ºC en el bloque de 1960-1989 a 15,4ºC de temperatura media anual en el bloque de 1990 a 2019. Lo que representa un aumento de la temperatura de aproximadamente 0,4ºC por década lo que está muy por encima del calentamiento esperado para el conjunto del planeta.

Este estudio además de poner de manifiesto con datos lo que se viene percibiendo por el conjunto de la población, también nos alerta sobre un aumento alarmante de días de calor extremo en verano que se va extendiendo a gran velocidad a medida que pasan los años, lo que debe ponernos en alerta sobre las medidas a tomar para combatir unos veranos cada vez más largos y más extremos.