Durante los últimos años hemos visto cómo la primavera se adelanta sistemáticamente y el otoño se retrasa en igual medida. El antiguo calendario Zaragozano que se basa en patrones climáticos, ya no acierta con las épocas, a menos que tenga en cuenta este ajuste. Pues en la actualidad el adelanto de la primavera ronda los 25 días respecto a las primaveras de hace 40 años y del mismo modo, el otoño lleva unos 25 días de retraso. Estas observaciones se refieren a la zona central de la península ibérica, Madrid y alrededores, aunque seguramente se ajusten a otras muchas regiones.
Si queremos ver en qué fecha estamos respecto al tiempo que hace realmente tenemos pues que atrasar o adelantar la fecha actual los 25 días comentados.
Para ilustrar este hecho, he creado un calendario climático de 2018 que comienza el 1 de enero de 2018 pero que como podemos ver, dicho día corresponde al 5 de diciembre, esto significa que el 1 de enero de 2018 tendremos el clima habitual para un 5 de diciembre de hace 40 años.
Como hecho destacable, podemos ver que debido a este fenómeno se ha perdido el mes más frío del año, enero y con él, la mayor parte de las nevadas, pues estas se producían sobre todo este mes. Como contrapartida, al verano se le han añadido dos meses más de 24 y 25 días respectivamente. Basándose en estadísticas climáticas el día más frío del año corresponde al 16 de enero, por lo que el cambio de diciembre a febrero se produce entre el 16 y el 17 de enero que en el calendario climático corresponden al 20 de diciembre y al 10 de febrero respectivamente, es decir, actualmente los días más fríos del año podemos esperar unas temperaturas similares a las que hacía hace 40 años alrededor del 20 de diciembre o alrededor del 10 de febrero.
Pero sin duda el hecho más preocupante son los dos nuevos meses, extremo 1 y extremo 2 en los que se registran condiciones inauditas que no se han dado nunca y suelen batir casi todos los años récords de calor absoluto ya sea en temperaturas extremas o bien en temporadas largas con calores extremos.
Estos casi dos meses corresponden con la sequía estival por lo que julio y agosto se adentran en la primavera y el otoño, alargando estos periodos de sequía estival y convierten las sequías en eventos cada vez más extremos, más largos y más frecuentes.
Actualmente los meses de octubre y noviembre tienen las condiciones típicas de septiembre y octubre, lo que se ha dado en llamar veroño y no es algo puntual, sucede ya todos los años sin excepción. También vemos que el año termina el 5 de diciembre, por lo que casi todo el mes de diciembre ahora corresponde a noviembre.
Por tanto, dejo este calendario como testigo del cambio climático que estamos experimentando ya ( y no dentro de 100 años). Finalmente advertir que dadas las condiciones de cambio climático, este calendario no consiste en una imagen estática, pues cada año se desplaza algo más de medio día (unas 12 o 13 horas, y 25 días en 40 años), por lo que en 2020 hará que elaborar este calendario con 26 días de desfase y no 25.
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