¿Hay
Glaciares en Madrid? actualmente no, pero si retrocedemos en el tiempo apenas
20.000 o 30.000 años (periodo cuaternario) que
en escala geológica es muy poco tiempo, entonces la respuesta es sí.
Durante
el máximo desarrollo de la era glaciar en la sierra de Guadarrama existían
varios emplazamientos de pequeños glaciares, heleros y nieves perpetuas. Pero de todos ellos, los
más extensos eran dos lenguas glaciares que bajaban de Peñalara y de Dos
Hermanas, actualmente dentro del parque nacional de las cumbres de Guadarrama.
La
lengua de Peñalara bajaba hasta lo que hoy es la Hoya de Pepe Hernando y su forma era la típica de lengua glaciar con espesores de hasta 100 metros de
hielo.Hoya excavada por el antiguo glaciar de Pepe Hernando. |
Actualmente ha quedado una impronta claramente marcada para estas dos lenguas glaciares, se pueden observar claramente las antiguas morrenas glaciares como acumulaciones de rocas, sobre las que ya ha crecido la vegetación, incluso han crecido árboles sobre ellas.
Recientemente se aplicó una datación cronológica basada en los efectos de la radiación cósmica sobre los bloques rocosos abandonados por en hielo en las morrenas. Para ello se seleccionaron bloques de roca que no se han desplazado desde que fueron depositados por el glaciar, y en los que su superficie no se ha erosionado excesivamente.
Bloques de granito de los que se extrajeron muestras para datar las fechas que estuvieron cubiertos por el hielo glaciar |
Midiendo la proporción
del isótopo Cloro 36 en relación con otros isótopos es posible calcular la cantidad de tiempo durante el cual la
superficie de la roca ha estado expuesta a los rayos cósmicos. Este tiempo nos da una idea aproximada de la fecha en la que los hielos del glaciar dejaron al aire libre
el bloque muestreado.
Con este método, también
es posible conocer el momento en que desaparecieron definitivamente los
glaciares. Para ello, se toman muestras de las superficies pulidas por el
hielo más cercanas a las cumbres, de este modo se obtiene como resultado la fecha aproximada en la que se retiró el hielo y la superficie empezó a recibir la radiación cósmica.Esta metodología se aplicó hace unos pocos años a los modelados glaciares de la vertiente madrileña del pico Peñalara, donde se formaron glaciares que alcanzaron hasta dos kilómetros de longitud y que excavaron entre otras la cubeta donde se aloja la Laguna de Peñalara.
Según el citado estudio, los glaciares de Peñalara alcanzaron su máxima extensión hace unos 30.000 años, llegando a tener un espesor máximo de hielo como se ha dicho de casi 100 m. Lo cual no es mucho, si lo comparamos con los glaciares cercanos de Gredos. De los que hablaré próximamente en otro artículo.
En aquella época se ha estimado una temperatura media anual en torno a unos 9ºC inferior a la que se da actualmente. Esta época coincide con los últimos vestigios hallados de presencia Neandertal en la Península Ibérica, época en la que los Homo sapiens ya habitaban la península ibérica pero presumiblemente sin interaccionar con los últimos neandertales.
Diferentes dataciones de rocas con última presencia de hielo glaciar. |
Gracias a estos estudios, se sabe que el retroceso de los glaciares no comenzó de forma apreciable hasta hace
aproximadamente unos 18.000 años, sin embargo una vez comenzado el retroceso, este fue rápido y en apeñas 2.000 años (hace 16.000) los glaciares ya sólo quedaban recluidos como pequeños cuerpos bajo las pareces más altas. Estos a su vez desaparecieron
definitivamente hace unos 11.000 años con el comienzo del Holoceno. Una vez que las
temperaturas eran ya similares a las actuales.
En
busca de las morrenas
Actualmente, aún están
bastante bien conservadas algunas
morrenas de estos glaciares, sobre todo de los dos más grandes. En 1917 Obermaier y Carandell publicaron un mapa
esquemático con los cordones morrénicos que aún se conservan en la zona.
Mapa de Peñalara y alrededores con las morrenas pintadas, basado en el de Obermaier y Carandell de 1917 |
Morrenas pintadas sobre una fotografía moderna basado en el mapa de Obermaier y Carandell de 1917 |
Para poner en contexto
de temperaturas las pulsaciones observadas he tomado un registro de
temperaturas procedente de núcleos de hielo de Groenlandia. Hay que tener en
cuenta que no son registros de Peñalara ni globales, sino de una zona polar alejada.
Aun así pueden servirnos de aproximación pues las temperaturas oscilaron de
forma similar al menos en todo el hemisferio.
Temperaturas estimadas de Groenlandia calculadas a partir de un núcleo de hielo. Se le han superpuesto las dataciones de rocas de Peñalara |
A continuación se
muestra un fotomontaje sobre una foto actual de cómo debía ser el paisaje
durante el máximo glaciar hace 31.000 años.
Supuesto aspecto de la lengua del glaciar de Pepe Hernando hace 31.000 años a partir de una fotografía actual |
En la siguiente fotografía se
muestra la actual morrena de la zona de la laguna grande de Peñalara bordeando
toda la hoya de la zona de la laguna.
Actual aspecto de la morrena lateral del antiguo glaciar de la hoya de la laguna grande de Peñalara. |
Y en la fotografía de abajo se muestra otro fotomontaje de cómo el glaciar de dos hermanas ocupaba completamente la laguna grande de Peñalara y ocupaba toda la hoya actual hace unos 18.000 años.
Supuesto aspecto del glaciar de Zabala. |
Finalmente la regresión continuó hasta hacer desaparecer completamente los glaciares dejando apenas algunas placas de hielo que desaparecieron con el calentamiento experimentado al finalizar el Dryas reciente hace apenas unos 11.600 años. En la actualidad las morrenas mejor conservadas se encuentran en lo que fue el glaciar de Pepe Hernando pudiéndose contemplar claramente la forma que tuvo la lengua.
Actual aspecto de la hoya dePepe Hernando con las morrenas glaciares marcadas para una mejor interpretación. |
Conclusiones
Durante los últimos
100.000 años las temperaturas se fueron degradando lentamente y con altibajos hasta
alcanzar un mínimo hace unos 31.000 años lo que permitió el crecimiento máximo
de los glaciares no sólo en Peñalara sino en muchas partes de la tierra aunque
con la cronología ligeramente diferente.
Posteriormente comenzó
un lento ascenso de las temperaturas que permitieron la retirada parcial de
muchas lenguas glaciares. Dichas retiradas y avances fueron recurrentes por lo que
las morrenas que prevalecieron fueron las pertenecientes a las pulsaciones más fuertes (pues arrastraron los
materiales de pulsaciones más pequeñas y anteriores hasta su máxima extensión).
Antiguo lecho del glaciar de Pepe Hernando, Foto cortesía de Álvaro Machuca. |
Hoya de Pepe Hernando mostrando la típica forma glaciar. Foto cortesía de Álvaro Machuca. |
Referencias:
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