Hace unos meses leía con
estupor un supuesto estudio sobre cuáles serán las 30 profesiones con más futuro en los próximos años. Un documento de libro de
cómo los analistas se inventan los estudios para llevárselo calentito con el
mínimo esfuerzo y por supuesto sin nada que apoye sus conclusiones, pues además
de inventado dejaba ver la escasa cultura científica de los autores al hacer
varios guiños a las pseudociencias.
Ahora con un poco más de
esfuerzo intelectual pero con menos parafernalia mediática me
propongo intentar atisbar cuáles serán
las verdaderas profesiones con auténtico futuro en los próximos años.
Vaya por delante que en
el futuro habrá mucho, muchísimo trabajo para todo el mundo, como en los chistes tengo dos noticias: una buena y la
otra mala. La buena ya la he dicho, habrá muchísimo trabajo, la mala es que no
habrá dinero para pagarlo.
Para hacer este
ejercicio de prospectiva sólo me apoyaré en el pico del petróleo y el sentido
común que ya son más apoyos de los que
tiene el estudio aludido.
No hace falta ser un
lince para predecir el futuro pues nuestros abuelos ya lo vivieron, aunque no
será exactamente simétrico en lo general si se parecerá bastante. Durante prácticamente
toda la historia de la humanidad más del 80 % de la población se dedicó a la
agricultura de subsistencia y el 20 % restante a la artesanía, construcción, minería, servicios y otros
oficios. Los que vivían del
trabajo de los demás, es decir gobernantes varios, reyes y nobles. Sumaban
menos del 1%. La tierra no da para más.
La mecanización del
campo permitió “liberar” mucha población para trabajos no directamente
productivos, sobre todo servicios. Y el trabajo duro lo realizaron las máquinas
pero no gratis, sino quemando combustibles fósiles agotables contaminando él entrono y agotando la tierra.
Y en esas estamos, con la población aumentando y la energía disponible
disminuyendo la energía per-cápita disminuye y lo hará más en el futuro. Esto
se traducirá en un empobrecimiento real de la población a través de unos
precios alimentarios y energéticos cada vez más altos respecto a los sueldos
medios.
A la larga los servicios
acabarán “escupiendo” millones de trabajadores al campo que poco a poco se “desmecanizará”. Pero los factores que
entran en juego son tantos y tan complejos que esto que he dicho serán solo
tendencias a largo plazo. Además el decrecimiento no será simétrico respecto
del crecimiento anterior, se creció con muchos recursos disponibles (tierra,
agua, madera, recursos minerales y combustibles) y poca tecnología, ahora se decrecerá con muy
pocos recursos disponibles (tierras esquilmadas, agua contaminada, bosques
talados, minas agotadas, combustibles agotados)
y con mucha tecnología pero que será difícil hacerla funcionar por lo
que mucha quedará en los basureros o en forma de ruinas. Si no me creen se
pueden dar una vuelta por algunos aeropuertos españoles, Castellón, Ciudad
Real, etc.
El oficio de chatarrero
es el primer oficio con futuro. La recuperación de metales preciosos, oro,
plata, cobre, aluminio, acero será una forma de ganarse la vida para convertir
los coches en arados por ejemplo. Por supuesto agricultor
será otro oficio con mucho futuro (pero no piensen hacerse ricos cultivando la
tierra, habrá que conformarse con mal comer) pero no ganadero pues la ganadería
siempre ha explotado tierras marginales, los ganaderos del futuro no pueden
pensar poner una granja en medio de una tierra de cultivo y explotarla dando
pienso a los animales, ya hoy están al borde de la quiebra y en el futuro el
único ganadero posible será el que pastoree tierras marginales no explotables por la agricultura, como
siempre ha sido. Hay que ir olvidándose de comer filetes.
También hay muchos
oficios sin futuro, los que menos futuro tienen son los relacionados con altos
costes energéticos, “cuando las barbas de los astronautas veas cortar pon las
de los pilotos a remojar”. Todo lo relacionado con
lo superfluo, sobre todo el turismo del que vive España y otros muchos países
tiene los días contados.
A pesar del agotamiento,
habrá una cantidad marginal de combustibles fósiles o biocombustibles que se
usarán para cosas imprescindibles de verdad. En el arte de "mecánico de coches
de los años 50" los cubanos son maestros, nosotros seremos mecánicos de coches
de los años 10 o 20 del siglo XXI.
Criar animales para el
campo, bueyes, mulas, caballos, etc tiene un gran futuro por delante pero no
entren en el mercado antes de tiempo, no les pase lo que al sistema Iridium de telefonía móvil. Aún hay que esperar un poco.
Y ya que hablo de
telefonía, los empleos relacionados con las nuevas tecnologías como internet o
la telefonía móvil subsistirán más que el turismo pues es mucho más útil y
menos costoso energéticamente. Creo que
salvo sorpresas una generación más puede vivir haciendo arqueología informática
(explotación de recursos informáticos obsoletos). Pero no hay que olvidar
que las fábricas de chips no funcionan con gaseosa, una vez dejen de fabricar
los móviles y ordenadores se extinguirán tal vez 50 o 100 años después (siendo
muy optimista).
Cuando se piensa en el
futuro no hay que pensar en móviles u ordenadores sino en las fábricas que los
producen. Si quiebran esas fábricas ¿habrá alguien capaz de fabricarlos
artesanalmente? Reciclando componentes
si, fabricando sus propios chips no. Así que surgirá el nuevo oficio de
arqueólogo de tecnología pero apenas durará unas décadas.
Lo mismo sucede con las
energías renovables, tendremos placas solares de “derribo” pero no de fábrica.
Instalador de energía solar térmica, ese si tiene futuro, el de fotovoltáica
menos. Por supuesto, los
médicos, vendedores, policías, peluqueros y otros oficios varios de servicios
siempre tendrán trabajo, lo que no tendrán es tanto dinero.
Conclusiones
Desmontador de centrales nucleares...
ResponderEliminar...bajo esclavitud de corporaciones neofeudales.
ResponderEliminarQue existan desmontadores de centrales nucleares (y con sueldo) sería una buenísima noticia, mucho me temo que se desmontarán solas por el método de las ruinas eternamente calientes y humeantes.
ResponderEliminarVamos, esto es ridículo. Antes que quedarnos sin energía veremos millones de molinos eólicos y paneles solares junto a enormes almacenes de aire comprimido funcionando como baterías. Será feo, pero es más plausible que un futuro sin energía. Y siendo más optimistas; algún día cercano la fusión en frío empezará la nueva revolución energética.
ResponderEliminarEspero que sea así, pero no todo es tan bonito. Los aerogeneradores gigantes necesitan un apoyo logístico inviables sin petróleo. Idem las placas fotovoltáicas. Como dices el problema de las renovables no es la generación es el almacenamiento. La fusión fría fue un fiasco, supongo que te refieres a la fusión en caliente que no acaba de llegar pero si puede llegar, aunque de hacerlo ya será tarde.
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