Monte Perdido

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lunes, 26 de diciembre de 2016

Glaciares de la sierra de Béjar

Introducción


La sierra del Béjar consiste en una planicie alomada en la que dominan los rellanos, otorgándole una fisonomía característica de meseta o altiplanicie. Este rasgo morfológico es uno de los factores condicionantes del tipo de glaciarismo que se desarrolló en esta área. La masa de hielo presentaba una fisonomía en forma de casquete de hielo (domo o cúpula) y tuvo lugar un flujo de hielo divergente en todas direcciones que generaba desbordamientos y lenguas encajadas en valles. 
Durante el último ciclo glaciar (Pleistoceno Superior), en la Sierra de Béjar se generó un glaciar tipo domo de hielo (plateau icecap) que presentaba notables diferencias entre el sector norte y sur. En el sector Norte estuvo más próximo a una meseta de tipo domo con escasos condicionantes topográficos, en la zona Sur, era un sistema de glaciares de valle unidos en sus cabeceras.  

Glaciares de la sierra de Béjar
Reconstrucción del domo glaciar de la sierra de Béjar durante el máximo glaciar. 
(tomado de la referencia 2)



En la etapa inmediatamente posterior a la mayor estabilización, se produjo un retroceso limitado de los glaciares. Esto dio lugar a una disminución del espesor de hielo y la meseta pasó a ser mayoritariamente un campo de hielo . Tras esa etapa, las cuencas fueron desconectándose dando lugar a glaciares de valle y finalmente a glaciares de circo. 
La altitud media de la línea de equilibrio glaciar regional de la Sierra de Béjar se situó en torno a los  2.010 msnm. 
La masa de hielo acumulada en la Sierra de Béjar durante el máximo glaciar ocupó una extensión de 57,40 km2. Los espesores de hielo en las grandes cuencas presentaban valores máximos de 211 m en el glaciar del Duque y 180 m en el glaciar de Cuerpo de Hombre; en las cimas los valores oscilaban entre 60 y 105 m. Estos datos permiten deducir que en ese periodo estas masas de hielo prácticamente cubrían todo el sustrato rocoso originando una culminación de geometría en domo. 

Glaciar de domo, Flesvik, Noruega
Actual glaciar en domo de Flesvik en Noruega. La sierra de Béjar tuvo un aspecto similar durante el máximo glaciar. Foto de google. 

A partir de los indicadores, se deduce que la etapa evolutiva posterior corresponde a un retroceso de los glaciares con la disminución de los espesores de hielo acumulado en la meseta. Esto se interpreta como la desaparición del glaciar de meseta dando paso a una etapa de glaciares de valle y así pudo ocurrir en el sector norte donde los espesores del hielo eran menores. No obstante las masas de hielo permanecieron interconectadas durante la etapa de mayor estabilización. Parte del sustrato de la meseta topográfica ya no estaba cubierto por el hielo y formaba resaltes rocosos tipo nunataks, formando una meseta tipo campo de hielo. Otro indicador que sirve para apoyar esta tesis de la exhumación de relieves previamente cubiertos por el hielo, es el notable aumento de aporte de derrubios debidos a procesos que posibilitaron el desarrollo de una gran morrena principal.
La secuencia evolutiva de estos glaciares evolucionó hacia la desconexión progresiva de las cabeceras despareciendo el glaciar de meseta y dando paso a verdaderos glaciares de valle y circo que, finalmente, quedaron reducidos a pequeños glaciares de circo y glaciares rocosos residuales. Estos procesos tuvieron lugar durante las etapas de deglaciación, representadas por los complejos de morrenas internas o de recesión.

Las estimaciones sobre la cronología de estos depósitos mediante Be10, apuntan una edad de 27.200-26.700 años con errores de 2.700-2.800 años para el máximo glaciar; esta cronología solapa parcialmente con los resultados obtenidos mediante dataciones de Cl36 en la Garganta de Gredos. 

El glaciar del Cuerpo de Hombre

Era un glaciar de valle sobrealimentado por el domo  de hielo. Su margen derecha se iniciaba directamente en el domo, Sin embargo, su margen izquierda se resuelve en una serie de escalones con escarpes de hasta 250 m de salto. A pesar de esa interconexión con el domo, la sobrexcavación generó una cuenca bien definida, lo que permite catalogarlo como un glaciar autónomo en el que la masa de hielo, aunque en su mayoría procediese del domo, presentaba una estabilización muy marcada y que alimentaba a la lengua. La zona de descarga correspondía a una lengua. Un complejo de morrenas internas de retroceso final y presentan morfología irregular (barras, arcos, etc.).  En la morrena de fondo aparecen bloques erráticos.
Fue un glaciar autónomo de valle aunque durante el máximo glaciar permaneció unido con el complejo glaciar del Trampal-Duque. La conexión entre estos glaciares fue irregular: mientras en la margen derecha del cuerpo de hombre el enlace era progresivo, en la izquierda aparecían rupturas en la masa de hielo (barreras de seracs) al salvar un desnivel de casi 300 m. 

Esta dinámica, fue responsable de sobre-excavación en las cabeceras glaciares, originando cuencas bien definidas. La zona de descarga del glaciar del cuerpo de hombre correspondía a una lengua confinada entre morrenas continuas y no adosadas a las vertientes. Las dataciones absolutas por el método Be10 realizados sobre esta morrena, apuntan una edad mínima de 18.800 años. A esta cronología no se le han aplicado todavía correcciones de las tasas de erosión locales por lo que tiene un error aproximado de unos  2.100 años.

Mapa geológico glaciar Cuerpo de Hombre
Mapa geológico de los restos morrénicos del glaciar del cuerpo de Hombre. (Tomado de la referencia 3)

1. Reconstrucción de la masa de hielo que existió durante el máximo glaciar en la Sierra de Bejar.
2. Dominio de la antigua montera de hielo.
3. Escarpes y umbrales.
4. Direcciones del flujo del hielo.
5. Culminación de la montera de hielo.
6. Rocas del sustrato con pulidos y estriados.
7, 8, 9 y 10. Complejos morrénicos.
11, 12, 13 y 14. Complejos morrénicos internos.
15. Morrena de fondo.
16. Tills de ablación formados por bloques dispersos.
17. Crestas morrénicas.
18. Vertientes solifluidales.
19. Lenguas de deslizamientos.
20. Conos de derrubios.
21. Abanicos torrenciales.
22. Incisiones fluviales.
23. Fondos aluviales.
24. Lagunas y ombligos.
25. Navas.

En el interior del valle aparecen acumulaciones masivas de bloques, bloques dispersos y a veces barras o arcos. Correspondientes a las etapas finales del glaciarismo en estas zonas. En estas etapas y para este glaciar, no se han establecido aún dataciones absolutas. Sin embargo y teniendo en cuenta que en la garganta de Gredos se ha obtenido para la primera etapa de deglaciación una edad entre 21.000 y 16.200 años con márgenes de error de 500 y 1.500 años respectivamente y se ha estimado la desaparición de los hielos hace  unos 15.700 años.

En cuanto a la máxima extensión del hielo. Los análisis de Be10 que se están realizando sobre las morrenas  han arrojado edades de hasta 24.600 años con un error de 700 años en el Glaciar del Duque y de 26.200 años con un error de 800 años para el glaciar del Endrinal. 

La antigua extensión de la masa de hielo se ha establecido con la cartografía de las formas y depósitos glaciares. Esta reconstrucción se refiere a la máxima extensión alcanzada por el hielo.

Glaciares del Duque-Trampal


Se trata de dos glaciares de valle, que como se ha dicho anteriormente, durante la época del máximo glaciar, formaron una única masa de hielo junto con el glaciar del cuerpo de hombre y otros glaciares menores. Fue ya durante su retroceso al final de la última glaciación cuando se diferenciaron del resto de la masa de hielo, formando dos glaciares paralelos separados por la cuerda de la ceja. 

Glaciar del Duque, Glaciar del Trampal.
Áreas ocupadas por los glaciares del Duque y del Trampal.

El glaciar del Duque produjo una sobre excavación más extensa en su cabecera por lo que permaneció unido más tiempo al glaciar del Cuerpo de Hombre. Ambos comenzaban en torno a los 2.400 m sobre el nivel del mar, en la cumbre de Talamanca el glaciar del Duque y en el Canchal de la Ceja el del trampal y discurrían paralelos formando las lenguas terminales en torno a los 1.350 msnm. Estas lenguas casi se juntaban en los prados de la aliseda.


Mesa glaciar en el Trampal
Antigua mesa glaciar sobre el fondo del lecho de lo que fue glaciar del Trampal.

El glaciar del Duque tenía una cascada de seracs en lo que hoy es la salida de la laguna del Duque, justo antes de su final.

El glaciar del Trampal recibía por su izquierda otro glaciar menor que llegaba a verter su masa de hielo en el glaciar principal, hoy en día se aprecian claramente las morrenas de este glaciar secundario desembocando en la corriente principal.


Glaciar del Trampal
Antiguas morrenas del glaciar del Trampal un tributario que desembocaba sobre este.
  

El glaciar del Endrinal


Era un  glaciar de valle sobrealimentado desde el domo. Presentaba una fisonomía singular, pues funcionó mediante un complejo sistema de desbordamientos procedentes de la cima y de algunas cuencas de acumulación encajadas en la ladera.  De hecho, presentaba una lengua limitada y un frente final localizado a 1.728 m de cota en la vertiente oriental.

El glaciar del arroyo del Culebrón o de peña Negra


Era un glaciar de ladera sobrealimentado por una montera de hielo. La masa de hielo salvaba un desnivel de 650 m con una pendiente media de 22º (si bien hay que considerar la existencia de numerosos umbrales que en detalle modifican esos valores) y una longitud total de 1260 m medidos entre los puntos extremos de la cuenca de acumulación y el frente de fusión

Glaciar del Arroyo del Culebrón, Glaciar del Endrinal.
Mapa geológico de los glaciares del Endrinal y el Culebrón (tomado de la referencia 3)

1. Reconstrucción de la masa de hielo que existió durante el máximo glaciar en la Sierra de Bejar. 
2. Dominio de la antigua montera de hielo.
3. Escarpes y umbrales.
4. Direcciones del flujo del hielo.
5. Culminación de la montera de hielo.
6. Rocas del sustrato con pulidos y estriados.
7. Campos de tills.
8. Morrena externa.
9, 10, 11 y 12. Complejos morrénicos internos.
13. Morrenas de fondo.
14. Crestas morrénicas.
15. Nichos de nivación.
16. Vertientes solifluidales.
17. Conos de derrubios.
18. Conos aluviales.
19. Incisiones fluviales.
20. Lagunas y ombligos.
21. Navas.

La cuenca de acumulación presenta una morfología tipo circo bien desarrollada, cuyos parámetros son: longitud máxima en la dirección del flujo 340 m, anchura máxima 425 m, desnivel máximo de 305 m (medido entre la base de la zona de estabilización u ombligo, ocupado actualmente por la laguna del Hornillo, y el lóbulo de mayor cota correspondiente al reborde de encajamiento del circo). La zona de descarga correspondía a una lengua encajada en la vertiente y, durante una etapa evolutiva del glaciar, quedó limitada por tres complejos morrénicos sucesivos y superpuestos. En la zona externa se ha identificado bloques dispersos que definen el típico “campo de bloques” estructurado según la línea de flujo de la masa de hielo. Este campo de bloques es correlacionable con el ya definido en otras áreas de Gredos, esencialmente en la garganta de la Serrá (Sierra de la Nava) y, por tanto, marca el máximo avance de los hielos en esta área. 

Glaciar de las Hoyuelas u Hoya Mayor

Es un buen ejemplo de desbordamiento del domo glaciar que comienza a tener fisonomía de circo a partir de 2.150 m, localización en la que la acumulación de hielo era mayor y, por tanto, adquiría gran capacidad para modelar el sustrato rocoso. Los límites de la masa de hielo se han podido establecer por la presencia de “campos de bloques” en las vertientes. Éstos muestran una continuidad que se mantiene hacia las cimas y, en algunos casos, forman alineaciones en zonas preferentes.

Glaciar de las Hoyuelas


Glaciares de Escolgadizo, El Hornillo Este, El Hornillo Oeste y Venerofrío

Fluían hacia la vertiente sur del domo. Aunque los complejos morrénicos tienen una morfología a veces poco definida,  Ese complejo morrénico externo, que constituye el signo de la etapa de mayor extensión de los hielos previa a la máxima estabilización, está formado por tres elementos morfológicos: un cordón morrénico oblicuo, un sistema escalonado de bloques dispersos, y finalmente un lóbulo que presenta una laguna intramorrénica. 

Cronología

Se han tratado de establecer las cronologías absolutas mediante técnicas basadas en la datación de elementos morfológicos (pulidos, bloques de tills, etc.), evitando así posibles errores en la asignación de edades al Máximo Glaciar. La zona considerada corresponde al “Último Ciclo Glaciar”, es decir, al Pleistoceno superior; dentro de ese ciclo mayor se detectan otros menores de diferente magnitud. 

Etapas glaciación sierra de Béjar
Etapas evolutivas y volumen de hielo de cada etapa (adaptado de la referencia 3)


Según esta cronología pueden establecerse:
Estadial A. Máximo glaciar absoluto y generación del complejo morrénico externo, con: máximo avance y desarrollo del glaciarismo tipo montera; retroceso limitado y estabilización; retroceso rápido y generalizado y compartimentación glaciar, que desconecta los hielos de las monteras de los de algunas cabeceras de los glaciares de valle, ladera y circo. 
Estadial B. Máximo glaciar secundario, con: estabilización de los hielos que generan los complejos morrénicos internos y el nivel inferior de hombreras; se mantienen la compartimentación glaciar y sólo algunas cabeceras de los glaciares de valle, ladera y circo se mantienen conectadas (y sobrealimentadas) por las monteras de hielo; retroceso rápido con morrenas de ablación. 
Estadial C. Tardiglaciar y finiglaciar, con glaciares rocosos incipientes, pequeñas reorganizaciones de material periglaciar en los circos y, muy localizados, pequeños glaciares de circo residuales en los principales aparatos. 
Postglaciar con desarrollo generalizado de periglaciarismo en las antiguas zonas que ocupó el hielo glaciar.

Referencias:










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