Situación energética mundial 2019

Este año traigo los nuevos datos de producción energética mundial del informe anual de BP 

Los puntos principales de esta edición son:

La demanda mundial de energía creció un 2,9% y las emisiones de carbono aumentaron un 2,0% en 2018, más rápido que en cualquier otro momento desde 2010-11.

El consumo y la producción de gas natural aumentaron más del 5%, una de los  crecimientos más en más de 30 años.

Las energías renovables crecieron un 14,5%, llegando a un aumento récord en 2018, pero esto representó en torno a un tercio del aumento en la generación de energía total.

El consumo de carbón (+ 1,4%) y la producción (+ 4,3%) aumentaron por segundo año consecutivo en 2018, después de tres años de disminución (2014-16).

Los Estados Unidos registraron los aumentos anuales de producción más grandes de todos los países, tanto para el petróleo como para el gas natural, la gran mayoría de estos los aumentos provinieron del fracking.

Vamos a comenzar con la gráfica de la producción mundial de carbón, pues después de haber rebasado lo que parecía el pico del carbón, la producción aumenta con fuerza de nuevo. 

En la gráfica de producción mundial de carbón, se puede ver que se mantiene más o menos estable desde 1981 hasta el año 2002 dónde va subiendo poco a poco y a partir del año 2002 empieza a subir con mucha más fuerza hasta que alcanza un pico hacia el año 2013 donde entonces empieza a descender y lo que principio parecía un pico del carbón vuelve a subir hacia el año 2016 hasta este último año 2018 donde casi se ha vuelto a alcanzar el pico.

Si vemos la producción mundial energía, vemos las tres principales fuentes de energía, el petróleo primero, el gas natural el tercero y la producción de carbón la segunda, donde vemos que está entre el gas y el petróleo. Vemos que la producción de petróleo se mantiene en crecimiento estable más o menos desde 1981 hasta el 2018 sin grandes cambios,  la del carbón es lo que se ha comentado anteriormente y la del gas sería muy similar a la del petróleo pero un poco por debajo de él. 

En cuanto  a las dos inferiores, la nuclear y las renovables vemos que la nuclear se ha mantenido subiendo muy ligeramente pero bastante estable sobre todo los últimos años mientras que las renovables han pasado de prácticamente cero hasta igualar a la nuclear. Sin embargo para los que dicen que las renovables van a sustituir al carbón, al gas y al petróleo, estamos muy lejos de eso, porque si sumamos la renovables más la nuclear no llegan ni a la mitad de cualquiera de las otras tres, es decir que estamos todavía muy, muy lejos de sustituir cualquiera de las tres energías principales ya sea el carbón el petróleo o el gas natural con energías renovables e incluso incluyendo la energía nuclear. Los datos desmienten el tecno-optimismo imperante en torno a las renovables. 

Por supuesto que las renovables van en la buena dirección y es un hito importante que hayan alcanzado a la energía nuclear.  Muchas veces, cuando se habla de renovables a nivel mundial se habla de cifras astronómicas y mucha gente tiende a pensar erróneamente que si los combustibles fósiles no se sustituyen totalmente es porque no hay voluntad política, pero esta simple gráfica pone de manifiesto el contexto real de las energías renovables respecto al resto de energías. Como se puede apreciar el ascenso imparable de las energías renovables ha sido acompañado por un ascenso mucho más amplio en la producción de energías fósiles, aunque al hablar de porcentajes, las renovables tienen cifras abultadas frente al resto pero esto es precisamente por su pequeño tamaño relativo, aunque las fósiles se han incrementado en torno a un 3% anual frente a un 14,5 % de las renovables, en términos absolutos el aumento en millones de toneladas equivalentes es muy superior en cualquiera de las fósiles. De hecho las renovables suponen un tercio del aumento y las fósiles los dos tercios restantes. Por tanto las renovables está lejos de salvarnos del cambio climático, prueba de ello es la gráfica de emisiones de CO2.

Esto significa que las emisiones mundiales de CO2 están aumentando muchísimo, de hecho desde 1965 se puede ver que el aumento ha sido prácticamente lineal en todos estos años, pasando de un poquito más de 10.000 millones de toneladas  de CO2 al año hasta las más de 33.000 millones de toneladas en 2018, aunque se aprecian pequeños descensos como por ejemplo en la crisis económica  de  2008, pero después de ese pequeño descenso subió mucho otra vez y prácticamente haciendo desaparecer ese pequeño descenso en estos últimos años. Los últimos años el ascenso ha descendido ligeramente,  pero aun así y se mantiene ascendiendo, así que, malas noticias para el clima. Aunque habría sido  peor sin renovables y nuclear.