Monte Perdido

Monte Perdido

sábado, 22 de junio de 2024

Nieve en la sierra de Guadarrama (temporada 2023-2024)

Como cada año, hacemos un repaso de la nieve vista desde Madrid en la sierra de Guadarrama.

Esta última temporada en la sierra de Guadarrama, respecto a la nieve ha sido sólo ligeramente mejor que la temporada pasada. La temporada comenzó con una nevada en su tiempo el 3 de noviembre pero enseguida desapareció y no volvió a verse nieve hasta la mitad de diciembre. Por esta razón he descontado 18 días de noviembre, 16 de diciembre y 5 de enero, de modo que he “normalizado” el número de días con nieve en la sierra. Es decir cuento solo los días efectivos con nieve visible (desde Madrid) en la sierra, en temporadas anteriores solo contaba los días desde la primera nevada hasta el 1 de diciembre y desde el 1 de mayo hasta el final, considerando que los 151-152 días que hay entre medias estaba siempre nevada. Cosa que ya no ha sucedido esta temporada como acabo de comentar.

 

Nieve en la sierra de Guadarrama 7-11-2023
Nieve observada el 7 de noviembre de 2023 Las tomas de la sierra son de https://aventurate.com/webcam/

Por eso, este año los histogramas tienen valores más altos (151-152 días más) respecto a los de otros años. Pero la forma de las gráficas que es lo que nos interesa, es la misma. 

En cuanto al final de la temporada, se ha visto nieve hasta el 3 de junio, lo que nos deja dentro de la “normalidad” apurando un poco. Nada que ver con el récord absoluto de abril del año pasado.

 

Nieve en la sierra de Guadarrama 15-12-2023

“Última” nieve observada el 15 de diciembre de 2023. Hubo que esperar al 5 de enero para ver nieve otra vez.

Otro fenómeno a destacar que se ha repetido esta temporada en numerosas ocasiones, es que las nevadas más generosas caían sobre terreno sin nieve, lo cual ha dificultado mucho su asentamiento a largo plazo, cuando caía la siguiente nevada, la anterior prácticamente había desaparecido, lo que ha impedido las típicas acumulaciones en los neveros.

 

Nieve en la sierra de Guadarrama (temporada 2023-2024)

La gráfica superior muestra un gráfico de barras con el número de días con nieve en la Sierra de Guadarrama a lo largo de las últimas 39 temporadas. En el eje horizontal se indican los años y en el eje vertical se indican los días con nieve, esta vez ya si son los días totales de toda la temporada.

 

Nieve en la sierra de Guadarrama 8-1-2024

El 8 de enero de 2024 volvimos a la normalidad, pero la cantidad acumulada era muy escasa, la nieve duraría poco.

La temporada pasada ya vimos que  la cantidad de días con nieve se situaba en 158 días, lo cual es considerablemente bajo en comparación con años anteriores. Esta temporada  hemos tenido un  incremento pero sin llegar a valores considerados “normales”, alcanzando  177 días, lo que  sigue siendo bajo en comparación con el promedio histórico.

Tendencia reciente

Desde la temporada 2015-16 aproximadamente, se observa una tendencia a la baja en el número de días con nieve, con una reducción notable en las dos últimas en comparación con los picos altos de años anteriores. Esta tendencia puede indicar un cambio en los patrones climáticos, posiblemente asociado al calentamiento global aunque es muy probable que al menos en parte se deba también al efecto del “El Niño” Con lo que si es así, las próximas temporadas tenderán a la normalidad pero sin llegar a alcanzar los valores considerados normales esta vez ya con el cambio climático como causa principal.

En resumen, aunque hay una variabilidad considerable año a año en el número de días con nieve en la Sierra de Guadarrama, los dos últimos años muestran una tendencia a la baja significativa. La reducción en los días con nieve, con inviernos más cortos y menos intensos podría ser preocupante si se considera en el contexto de tendencias de calentamiento global.

Nieve en la sierra de Guadarrama (temporada 2023-2024) media móvil de 10 años

La gráfica mostrada arriba muestra la media móvil de 10 años del número de días con nieve en la Sierra de Guadarrama desde 1994/1995 hasta 2023/2024.

La tendencia más reciente muestra una caída pronunciada en la media móvil de 10 años, llegando a casi 220 días. Este descenso es el más significativo en el período observado.

 

Nieve en la sierra de Guadarrama 12-3-2024

La nevada observada el 12 de marzo fue la más potente de la temporada, ya demasiado tarde y tampoco fue gran cosa.

Estabilidad inicial: Desde 1994/1995 hasta aproximadamente 2004/2005, la media móvil se mantiene relativamente estable alrededor de los 250 días.

Disminución progresiva: Desde 2005/2006 se observa una tendencia general de disminución, con algunos altibajos, y un máximo hacia 2017-18 a partir del cual comienza un descenso hasta llegar a una reducción significativa en los últimos años.

 

Nieve en la sierra de Guadarrama 4-4-2024

El 4 de abril el estado era mejor que el de muchos años, pero al no haber nieve más antigua debajo y con la alta insolación de abril, no duró mucho.

 

Nieve en la sierra de Guadarrama 7-4-2024

Sorprendente descenso de la cantidad de nieve desde la foto anterior a esta del 7 de abril, en solo tres días.

La caída reciente puede estar influenciada por el cambio climático, reflejando inviernos menos prolongados y menos intensos. Aunque como se ha apuntado anteriormente el fenómeno “El Niño” ha podido influir.

 

Nieve en la sierra de Guadarrama 24-4-2024
El 24 de abril el aspecto era ya el típico de junio

Otro aspecto a tener en cuenta es que solo se miden días con nieve, no espesores o cantidad de agua acumulada, lo que puede hacer que estos datos sean engañosos, pues aunque aparentemente la nieve se mantiene, las cantidades acumuladas, sobre todo estas dos últimas temporadas han sido sensiblemente inferiores a las de otras temporadas  

 

Nieve en la sierra de Guadarrama 29-4-2024

                   El 29 de abril mostraba la última “gran” nevada de la temporada

Finalmente se muestran los datos “en crudo” de los últimos años.

 

Nieve en la sierra de Guadarrama (2023/24)

 

Nieve en la sierra de Guadarrama 11-5-2024

El 11 de mayo conservaba los neveros hasta su extinción definitiva del 3 de junio


sábado, 1 de junio de 2024

Barranco de Valdelosterreros. Reconstrucción paleoambiental de un abanico aluvial del Mioceno medio en la Cuenca de Calatayud (NE España)

Introducción

Los ejemplos de depósitos cíclicos controlados por factores astronómicos en sucesiones sedimentarias, aparecen confinados a sucesiones lacustres porque estas, son más sensibles a registrar cambios climáticos inducidos astronómicamente en zonas continentales. Tenemos un ejemplo magnífico de sedimentación forzada astronómicamente en la cuenca de Calatayud, perteneciente al Mioceno medio. La correlación de la magnetoestratigráfica   de alta resolución y corroborada por bioestratigrafía, revela una sucesión cíclica, su edad oscila entre 12,8 y 10,7 Millones de años. El análisis  de registros tanto en profundidad como el dominio del tiempo revela que la pequeña escala de estratos de lutita-carbonato, corresponde al ciclo de precesión astronómica del eje de la tierra, mientras que los ciclos a gran escala reflejan un ciclo de excentricidad  de la órbita terrestre de 400.000 años. Las relaciones geométricas entre los depósitos cíclicos de capas  proporcionan la base para una reconstrucción paleoambiental de la zona durante el Mioceno medio. Las unidades de lutita  y carbonato de los ciclos de pequeña escala en las partes centrales de la cuenca del antiguo lago, se interpretan en términos de ambiente deposicional, respecto al nivel del antiguo lago y su clima.

En Valdelosterreros se han identificado  91 ciclos de precesión (de 23.000 años cada uno) y otros 5 ciclos mayores que se corresponden con el ciclo de excentricidad (400.000 años). 

Entorno geológico y estratigráfico

El entorno tectónico de la Cuenca Terciaria de Calatayud es una depresión intermontana alargada orientada NO-SE, paralela a las principales estructuras del sistema ibérico (Figura 1). La Cordillera Ibérica constituye un cinturón de plegado y empuje intraplaca compuesto por rocas paleozoicas y mesozoicas, que se desarrollaron en tres etapas: 

(1)rifting y sedimentación durante el Mesozoico.

(2) engrosamiento de la corteza y empujes de capa fina durante el Paleógeno. Compresión.

(3) transtensión  (existencia simultánea de un proceso de formación de fallas de  desplazamiento de rumbo y la compresión, o convergencia, de la corteza terrestre) post-orogénica  y adelgazamiento de la corteza terrestre desde el Neógeno  hasta el presente. 

Durante la última etapa, especialmente durante el Mioceno, la cuenca de Calatayud sufrió una tectónica de deformación extensional, junto con un componente de deslizamiento dextral  (el bloque se desplaza a lo largo de la falla hacia la derecha). a lo largo de fallas que limitan con el noroeste y el sureste. El entorno geotectónico de la cuenca de Calatayud es complejo, siendo el resultado de la expansión y compresión dirigidas hacia el sur desde los Pirineos, con dirección de norte a noroeste. 

Estratigrafía

El margen de la cuenca se compone principalmente de rocas del Paleozoico.  Pizarra, cuarcita y carbonato delimitadas por fallas normales NO-SE. El relleno sedimentario comprende rocas paleógenas   y neógenas alcanzando hasta 1200 m de espesor.  La distribución del sedimento en la cuenca, muestra un patrón concéntrico de facies con depósitos siliciclásticos  en los márgenes, que  pasan progresivamente a carbonatos y evaporitas  hacia la parte central de la cuenca, siendo estos últimos depósitos indicativos de un sistema de cuenca hidrológicamente cerrado. Las formaciones del neógeno constituyen la mayoría 

 

abanico aluvial del Mioceno medio en la Cuenca de Calatayud
Fig. 1. (A) Ubicación de la zona de estudio en la Cuenca de Calatayud; el cuadrado corresponde al área del mapa geológico se muestra en (B). (B) Mapa geológico esquemático con las localidades mencionadas en el texto.

de los afloramientos y se agrupan en tres unidades estratigráficas principales : las unidades Inferior e Intermedia, ambas que contienen evaporitas, y la unidad superior compuesta principalmente de carbonato terrígeno (sedimento que procede de tierra firme)  y de depósitos de agua dulce. Se produjeron importantes cambios paleogeográficos. En el límite entre la unidad Inferior y las unidades Intermedias, que están relacionadas con la actividad del sistema de fallas NW-SE en la zona inferior, dando como resultado el desarrollo de una  superficie paleokarstica https://es.wikipedia.org/wiki/Karst  en las evaporitas de la unidad Inferior en la parte central de la cuenca.

La superficie del paleokarst proporciona evidencia de un episodio de exposición subaérea (que está en la superfície, en contacto con la atmósfera). Donde las características paleokarsticas no son tan evidentes, La discontinuidad estratigráfica está definida por cambios bien marcados en las rocas.

Las sucesiones estudiadas pertenecen a la Unidad Intermedia y están expuestas cerca del pueblo de Orera, aproximadamente a 15 km al sureste de Calatayud (Fig. 1). En las proximidades de este pueblo, los estratos neógenos. muestran una notable regularidad en las capas, especialmente clara en la zona de Valdelosterreros. (Figura 2). 

 

Barranco de Valdelosterreros

Fig. 2. Vista general del tramo Mioceno de Valdelosterreros en la cuenca de Calatayud. La altura de la sucesión expuesta es de unos  50 m. Si te gusta esta foto.

El control de edad de los depósitos neógenos es proporcionado por la calibración con magnetoestratigrafía   de alta resolución de la zona de Orera arrojando una edad aproximada entre 12,8 y 10,7 Millones de años, Ma (Serravaliano   tardío a Tortoniense temprano). Este resultado es consistente con la información biocronológica  de sitios de micromamíferos  cerca del pueblo de Miedes (Fig. 1), siendo la fauna característica del Alto Aragón. 

La sucesión de lechos cíclicos de carbonato se puede seguir lateralmente hacia el pueblo de Orera y hacia el norte, este y sureste, donde pasan progresivamente a facies de abanicos aluviales (Fig. 3). No hay afloramientos expuestos en la parte sur del área de estudio, aunque una espesa sucesión de evaporitas y ciclos de lutita están expuestos a lo largo de la vertiente  noroeste del valle del río Perejiles, que puede ser el equivalente estratigráfico de la sucesión cíclicamente acostada alrededor de Orera. La parte inferior de la sección de Orera se correlaciona con depósitos siliciclásticos rojizos que comprenden conglomerados, areniscas y lutitas que se extienden al noroeste y sureste del área (Fig. 3). En algunos lugares, depósitos siliciclásticos rojos. están cubiertos por lechos de carbonatos, que a su vez de degradan hacia la cuenca en una sucesión de lutitas y depósitos de carbonatos. La correlación estratigráfica (Fig. 4) proporciona evidencia de un la rápido cambio lateral y de facies verticales mostrados al menos en la parte inferior del sedimento de secciones de Mioceno medio de la zona. 

Facies deposicional

Ambientes

Se reconocen cuatro grupos principales de litofacies en las unidades sedimentarias del área de estudio de Orera.  Las facies de abanicos aluviales, caracterizadas por sucesiones de depósitos siliciclásticos rojos a más de 100 m de espesor, forman una franja continua alrededor de toda margen de la cuenca (Fig. 1). El ancho de esta franja aluvial es variable dependiendo del mayor o menor carácter progradacional   del sistema aluvial individual que se desarrolló en la zona durante el Mioceno. Cerca de Orera, se pueden reconocer  dos sistemas aluviales principales: un sistema con una importante tendencia NE-SW situado en la zona de Miedes y otro sistema aluvial NNE– con tendencia SSW desarrollado en la proximidad de Orera (Figs. 1 y 3).

Descripción

Los depósitos de abanicos aluviales se extienden hasta 3 km desde el margen de la cuenca. La zona de captación está compuesta de cuarcitas, pizarras y metamorfoseados, rocas carbonatadas del Cámbrico  Inferior. La facies proximal (estrato más cercano al suelo) comprende típicamente amalgamas y conglomerados tabulares que se gradúan lateralmente en una sucesión de conglomerados de color rojo a marrón pálido, lechos de arenisca y lutita.


 

Valdelosterreros litofacies
Fig. 3. Mapa de litofacies una,ambiente.  del área de Orera que muestra la ubicación de secciones sedimentarias estudiadas mostrada en la Fig. 4.


Los lechos de conglomerados rojizos son principalmente cuerpos de varios pisos (ver parte media inferior de sección II, Fig. 4), que se pueden seguir lateralmente durante decenas de metros. Los enormes cuerpos de arenisca comúnmente muestran manchas de color naranja amarillento oscuro, son extensas lateralmente y están intercaladas de color rojizo a marrón claro, lutitas laminadas. Bioturbación  de raíces trazas, moteados y carbonato pedogénico  local Los nódulos suelen estar presentes en las lutitas. 

Interpretación

El conglomerado y la arenisca subordinada. Los lechos de las facies de abanicos aluviales proximales fueron depositados principalmente por flujos dominados por corrientes. El carácter de varios cuerpos de los pisos del conglomerado formados de grava distinta superpuesta litofacies (Gm, Gp, Gc) es indicativo de corrientes episódicas y efímeras. Este sistema aluvial trenzado se expandió radialmente desde el Paleozoico en la cuenca hidrográfica al noreste de Orera, el eje principal del abanico de tendencia NNE-SSW (Fig. 3). En general, los depósitos de abanicos aluviales muestran una típica tendencia descendente. Algún abanico aluvial menor coalescente (Que forma una sola pieza, aunque esté compuesto por piezas de orígenes distintos ) desarrollado hacia el este a lo largo del margen, pero su magnitud es considerablemente reducida. En las partes medias del abanico, la deposición tuvo lugar en efímeros arroyos trenzados, fluyendo sobre suaves fondos de valle

Esta asociación de facies comprende dominantes rojizos, lutita masiva a vagamente laminada y arenisca subordinada con pisos de carbonato intercalado. La transición vertical de lutita a carbonato. es siempre gradacional. Los lechos carbonatados muestran una geometría tabular pero discontinua y contienen características pedogénicas como trazas de raíces verticales, nódulos de carbonatos y estructuras laminares, típico de paleosoles incipientes  ricos en carbonatos relativamente maduros. Características de carbonato menos comunes incluyen glóbulos dolomíticos (Fig. 5A), pseudoesferulitas y grietas verticales y horizontales. Además, lechos de dolomita nodulares con tabulares. Se producen geometrías y contactos inferiores agudos asociados. con la masiva lutita siliciclástica. Las características más típicas de los pisos incluyen aspecto nodular, fenestral  y relacionado con la raíz tejidos y estructuras de tipis locales. 

Se interpreta que la lutita siliciclástica masiva se han formado subaéricamente en un abanico aluvial distal  (algo que está lejos o más lejos del tronco del cuerpo o del punto de origen de una parte del cuerpo) , es decir, entorno de llanura de arena. La arenisca subordinada representa sedimentación principalmente episódica por inundación laminar relacionados con inundaciones dispersas, que fueron vertidas en áreas aluviales distales. Los paleosoles carbonatados asociados son posiblemente indicativo de estabilización periódica del aporte clástico. En general, la geometría lateral discontinua y el grado variable de desarrollo de los paleosoles sugieren corrientes efímeras con distribución de depósitos siliciclásticos de arena y lodo y suelos asociados en estas áreas de abanico distales. 

Los lechos nodulares de dolomita con características  palustres (Perteneciente o relativo a una laguna o a un pantano) pueden interpretarse como depósitos que acumulados en estanques poco profundos de extensión reducida que se desarrollaron en áreas distales de bajo gradiente. 

En las áreas estancadas, la precipitación de dolomita podría haber sido bacteriana. Las facies del margen del lago se pueden dividir en dos Asociaciones de litofacies según su distribución con respecto a las facies de abanicos aluviales. Las partes distales de los abanicos aluviales, que coinciden con los ejes principales,  comprenden areniscas, limolitas y carbonatos. Estos depósitos se pueden distinguir de los depósitos laterales, que consisten en sucesiones cíclicas de lechos de carbonato dominantes con lutitas siliciclásticas. 

Los sedimentos terrígenos tienen coloración de rosa grisáceo masivo a verde claro, vagamente laminado. La Lutita siliciclástica masiva exhibe moteado ampliamente desarrollado y abundantes rastros de raíces. La laminada contiene abundantes restos vegetales y localmente incluye concreciones calcáreas y rizotúbulos. El carbonato, principalmente dolomita, se presenta como lechos tabulares en los que se reconocen varias subfacies:

Dolomita nodular masiva; carbonato laminado de arenoso a limoso  de litofacies de deposición en un ambiente de lago marginal donde el nivel del agua fluctuó periódicamente. Los colores variables y abundantes  moteados de las facies de lutita siliciclástica indican que se acumuló probablemente por sedimentación de la carga del lecho en suspensión, en una zona marginal del lago que fue sometida a procesos periódicos de humectación y secado relacionados con nivel de agua fluctuante. La variedad de subfacies reconocidas dentro de la Las litofacies de carbonatos indican que diferentes subambientes  están asociados con el margen del lago.

El carbonato nodular masivo de grado de lodo es interpretado como resultado de la precipitación primaria de dolomita, seguido por desecación periódica, probablemente acompañada por penetración de raíces, lo que lleva a una extensa fracturación del sedimento. Los carbonatos que muestran estructuras de tipi y tejidos fenestrales son indicativos de exposición subaérea. y los procesos de humectación/secado que ocurren a lo largo del margen de un lago.  El carbonato laminado representa depósitos lacustres relativamente poco profundos que acumulado hacia la cuenca en las partes más distales de  los abanicos aluviales.

Se distinguen dos facies de lutitas siliciclásticas: lutita masiva de color marrón rojizo y verde claro a oscuro y/o vagamente laminada.  El tipo marrón rojizo en su mayoría por encima de las facies de lutita verde  presenta escasos rastros de raíces. El tipo de lutita verdosa muestra una estratificación fina, abundantes restos vegetales y rizolitos, esta última se desarrolló en la transición entre la lutita y el carbonato suprayacente. El carbonato se presenta como tabular de color blanco a gris claro. Lechos de dolomita muestran un apariencia nodular. Los lechos tabulares muestran sedimentación. Características similares al carbonato laminado. Lo más distintivo de las características, es que incluyen agregados de lodo arcilloso y peloides  (fangos termales, mezcla de agua de mar o de lagos salados con residuos vegetales, aminoácidos, ácidos orgánicos, humus o inorgánicos, arcillas, sedimentos, precipitados, turbas) de dolomicrita (Fig. 5D). 

La lutita alterna y depósitos de carbonato de esta asociación de litofacies fueron depositados en un margen lacustre de ambiente de bajo gradiente. El color marrón rojizo, de la lutita se interpreta como lodo siliciclástico que acumulado por suspensión por láminas distales. Después de la sedimentación, el lodo permaneció expuesto subaéricamente, evolucionando así bajo condiciones oxidantes y sujeto a pedoturbación local. Se postula un patrón similar para la acumulación de depósitos de lutitas siliciclásticas verdes, aunque en este caso el sedimento permaneció saturado de agua, es decir, en condiciones reductoras, como lo sugiere el color verde grisáceo y la planta preservada escombros.

Las unidades laminadas de dolomicrita arenosa a limosa acumuladas en aguas muy poco profundas sujetas a onda periódica y actividad actual. La estructura de gran escala deformacional en el carbonato,  Los estratos se interpretan como estructuras tipo tipi y  corresponden a áreas de resurgimiento de aguas subterráneas que afectó los sedimentos expuestos a lo largo del borde de un lago.

Además del carácter superficial, varios otros características (Fig. 6B) proporcionan evidencia que el área de depósito se volvió episódica expuesta subaéricamente. Basado en características sedimentarias observadas en esta asociación de litofacies  y sus relaciones estratigráficas con otras facies, un gradiente bajo, baja energía, Se puede inferir el entorno del margen del lago con facies cíclicas de marismas y lagos poco profundos.

 

Estratos Valdelosterreros
Fig. 4. (A) Estructuras de deformación a gran escala interpretadas como tipis desarrollados en lechos carbonatados del margen del lago. Asociación de litofacies B. La altura del afloramiento es de 4 m. (B) Lecho de carbonato que muestra un montículo irregular, convexo hacia arriba. Morfología (el espesor es ≈ 1 m; asociación B de litofacies del margen del lago). La depresión a la izquierda del carbonato, el montículo está lleno de lutita que está cubierta por un lecho de carbonato que se superpone al montículo. (C) Vista de afloramiento de escala básica ciclos formados por lechos de lutitas (oscuras) y carbonatadas (blancas) (zona de Valdelosterreros; apartado IV de la Fig. 4). El espesor de los ciclos sedimentarios medidos en la fotografía es de 1,7 m. (D) Vista de primer plano de una unidad de carbonato de un ciclo sedimentario a pequeña escala de la facies cíclica de marismas y lagos poco profundos (escala a la derecha, aproximadamente 0,8 m). Una variedad de Los depósitos de carbonato se encuentran intercalados con finas lutitas de color verde grisáceo: hay dolomita masiva presente en la base de la unidad de carbonato, seguida hacia arriba por dolomita en capas finas; la parte superior de la unidad de carbonato está formada por una densa conjunto lleno de rizolitos coronados por dolomita nodular.

Esta litofacies está notablemente bien expuesta en la zona de Valdelosterreros, al este del pueblo de Orera (Figs. 2 y 3). En esta ubicación, el estudio de la sucesión estratigráfica alcanza hasta 78 m en espesor y comprende 35 ciclos básicos de pequeña escala. La ciclicidad es definida por dos componentes: una unidad de lutita formada principalmente de masas, generalmente fuertemente penetradas por raíces lutita siliciclástica de color verde grisáceo, y una unidad de carbonato compuesta de dolomita blanca  (Fig. 4C). Siliciclástico marrón rojizo, la lutita rara vez se identifica en la parte inferior. Se superpone directamente a un lecho de dolomita o grados hacia arriba desde verde grisáceo lutita siliciclástica. La facies de lutita de color marrón rojizo comprenden lutita siliciclástica masiva no fosilífera con un alto contenido de minerales arcillosos. Las características incluyen abundantes halos monótonos y barro agregados. El verde grisáceo de la facies de lutita está fuertemente bioturbada con raíces y comprende materiales laminados, no fosilíferos. Lutolita siliciclástica de color verde grisáceo con un contenido variable de minerales arcillosos. La transición entre la lutita y la dolomita tabular suprayacente. Los lechos suelen estar marcados por rizolitos que penetran unos centímetros hacia abajo en la lutita. La alternancia de lechos de dolomita blanca y verde grisácea de lutitas siliciclásticas juntos formando unidades tabulares dominadas por carbonatos en la parte superior de los ciclos (Fig. 4D). Los lechos de dolomita están formados de dolomicrita suave, masiva y uniforme comúnmente compuesta de granos de cuarzo,  o consisten en una estructura interna nodular y/o mostrar una serie lateralmente densamente empaquetada de Rizolitos dolomicríticos. Al noreste de la zona de Valdelosterreros, más cerca del margen de la cuenca, la sucesión sedimentaria cíclica también está formada por ciclos de lutita-carbonato. Sin embargo, los lechos de lutita son principalmente de color marrón rojizo y muestran un mayor Contenido de granos del tamaño de limo. La bioturbación radicular intensiva también es común en esta lutita.  Lechos de carbonato, formando la parte superior de los ciclos de sedimento, muestran geometrías tabulares pero son más delgadas que en el tramo de Valdelosterreros.