Monte Perdido

Monte Perdido

lunes, 26 de diciembre de 2016

Glaciares de la sierra de Béjar

Introducción


La sierra del Béjar consiste en una planicie alomada en la que dominan los rellanos, otorgándole una fisonomía característica de meseta o altiplanicie. Este rasgo morfológico es uno de los factores condicionantes del tipo de glaciarismo que se desarrolló en esta área. La masa de hielo presentaba una fisonomía en forma de casquete de hielo (domo o cúpula) y tuvo lugar un flujo de hielo divergente en todas direcciones que generaba desbordamientos y lenguas encajadas en valles. 
Durante el último ciclo glaciar (Pleistoceno Superior), en la Sierra de Béjar se generó un glaciar tipo domo de hielo (plateau icecap) que presentaba notables diferencias entre el sector norte y sur. En el sector Norte estuvo más próximo a una meseta de tipo domo con escasos condicionantes topográficos, en la zona Sur, era un sistema de glaciares de valle unidos en sus cabeceras.  

Glaciares de la sierra de Béjar
Reconstrucción del domo glaciar de la sierra de Béjar durante el máximo glaciar. 
(tomado de la referencia 2)

sábado, 10 de diciembre de 2016

El Plioceno en el centro de la península Ibérica

Introducción

Dadas las incertidumbres en la predicción de cómo el clima responderá a las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero, sería beneficioso identificar análogos geológicos. 
Los climas del pasado pueden servir como análogo para evaluar el futuro cambio climático. Sin embargo, estos periodos no se pueden considerar verdaderos análogos perfectos, ya que representan climas en equilibrio de CO2 a largo plazo, mientras que las emisiones de gases de efecto invernadero proporcionan un progresivo forzado del clima hasta el punto de que aunque hoy dejásemos de emitir, la temperatura seguiría subiendo durante varios siglos. 
Los intervalos cálidos pasados de la historia de la tierra, ofrecen una oportunidad única, para investigar los procesos que se llevaron a cabo durante los periodos cálidos del clima (con niveles altos de CO2). 

El Plioceno en el centro de la península ibérica
Lausilva en Garajonay, tomado de murhotels

sábado, 26 de noviembre de 2016

Glaciares de la sierra del Barco

Glaciares de Gredos III: la sierra del Barco

Glaciares de Gredos I
Glaciares de Gredos II

Los glaciares de montaña responden directamente a los cambios en las precipitaciones y la temperatura, por lo que su extensión obedece con una alta sensibilidad a los cambios climáticos. 
El máximo glaciar en el centro peninsular se ha fechado con una alta exactitud con Be10 en aproximadamente 26.160 años antes del presente BP. 
Época en la cual estos glaciares alcanzaron su punto máximo, varios miles de años antes que los de Europa central debido al aumento de la precipitación dentro de un período frío entre hace 25.000 y 29.000 años, según lo confirmado por un registro de un espeleotema  local. 

La sierra del  Barco

La sierra del Barco está unida con el sector central a través de la sierra llana donde también se formaron pequeños glaciares y heleros, después la sierra se eleva de nuevo hasta algo más de 2.400 m de la Covacha formando otro núcleo glaciar, además su situación más occidental le proporciona una mayor pluviosidad con lo que los glaciares rivalizan en tamaño con los del sector central.
En esta comarca de Ávila los glaciares reciben el nombre popular y colectivo de «barquillos» tal vez de ahí la denominación del Barco de Ávila. 

Glaciares de Gredos

sábado, 12 de noviembre de 2016

El glaciar de Nigards


El glaciar de Nigards  o Nigardsbreen, es un glaciar de valle que desciende desde el campo de hielo más grande de la europa continental, el JosterdalbreenTiene la peculiaridad de ser el glaciar más accesible de Noruega pues desciende hasta los 300 m sobre el nivel del mar y llega una carretera asfaltada hasta apenas un kilómetro de la lengua. Por tanto es también uno o tal vez el más visitado de los grandes glaciares europeos. Pues aunque  la lengua Nigards es tan grande como los mayores glaciares de los Alpes, si consideramos el conjunto del Josterdalbreen, excede ampliamente en tamaño a cualquier glacial alpino.