La
comprensión de la relación entre el nivel de concentración de CO2 en
la atmósfera y la temperatura superficial global es profundamente importante y
sin embargo no es completamente conocida aunque casi todas las estimaciones de sensibilidad climática (calentamiento
en ° C causado por una duplicación de la
concentración de CO2) han surgido de estudiar los registros que
abarcan los últimos 20.000 años.
La mayoría de estos
estudios encuentran una sensibilidad climática de aproximadamente 3 °C. Es
decir, por cada duplicación de la concentración de CO2 en la
atmósfera, la temperatura media de la tierra se incrementaría en
aproximadamente unos 3 °C.
Estos estudios son muy
importantes para verificar los problemas del cambio climático, pero están calibrados en un periodo más frio
que el actual (los últimos 20.000 años) por tanto sería interesante poder
realizar dicha calibración en registros
de temperatura más antiguos (de hace más
de 2 Millones de años) cuando las
temperaturas eran mayores y así poder entender la dinámica de la tierra
durante un periodo cálido.
Imagen tomada de Geocraft |
Los niveles antiguos de CO2
se pueden medir rastreando las
principales fuentes y sumideros de CO2 atmosférico sobre estas
escalas de tiempo, o por indicadores indirectos. Una síntesis de las
estimaciones de CO2 de los modelos del ciclo del carbono y de los
proxies muestran un fuerte ajuste entre el CO2 y los indicadores
geológicos de temperatura: las capas de hielo continentales son comunes cuando la
concentración de CO2 cae por debajo 500 ppm y ausentes cuando esta
es superior a 1000 ppm.
Uno de los parámetros en
la mayoría de los modelos del ciclo del carbono a largo plazo de sensibilidad
climática es la concentración de iones de Ca y Mg en rocas de silicatos, pues estos iones sirven
como sumidero a largo plazo para el CO2 y son sensibles a la temperatura.
En los últimos 420.000
años, se estima una sensibilidad climática en torno a 3 °C mientras que una sensibilidad inferior a 1,5 °C es altamente improbable, al igual que
una sensibilidad de 6 ° C que aunque
improbables no pueden ser excluidas.
Por lo tanto la sensibilidad
del clima en tiempos remotos coincide con el valor calculado a partir de últimos 20.000. A pesar de realizarse con dos enfoques completamente
diferentes dentro de los procesos del ciclo del carbono. Una sensibilidad
climática de alrededor de 3 °C parece ser un dato robusto independiente de la
escala temporal.
Otros estudios han
revelado una sensibilidad climática en torno a
0,3 a 1,9 W/m2 o 0,6 a 1,3% Respectivamente sobre los últimos 65 millones
de años. Esto último implicaría un calentamiento en torno a los 2,2 a 4,8 °C por
duplicación de concentración de CO2 atmosférico, lo que está de
acuerdo con el resultado anterior y con las
estimaciones del IPCC.
Consecuencias:
Olas de Calor.
Si
nos referimos a los niveles actuales de concentración de CO2 (de 400 partes por millón ppm) y con
apenas un incremento de temperatura de unos 0,5-0,7 ºC desde los niveles
preindustriales de CO2 cuando para esta concentración le
correspondería ya más de 2 ºC. Aun así se observa ya un incremento sustancial
de olas de calor intensas muy raras hace tan sólo unas décadas. Actualmente
estas olas de calor afectan ya al 5 % de la superficie terrestre. Y se estima que su
frecuencia podría duplicarse hacia 2020 y hasta cuadruplicarse hacia 2040. Hoy
en día se observa que la frecuencia de las olas de calor en el mundo excede ya
por un amplio margen la variabilidad natural.
Para
el año 2100 las olas de calor podrían afectar
hasta un 85 % de la superficie terrestre con una severidad hoy no
conocida.
Conclusiones.
El
hecho de que se haya observado un calentamiento inferior a 1ºC desde el
comienzo del siglo XX cuando corresponden ya más de 2ºC es debido a la inercia
térmica del sistema, lo que por un lado es bueno: No tenemos aún los 2ºC de
calentamiento correspondiente. Pero en la parte negativa sabemos que aunque
dejemos de emitir CO2, la temperatura seguirá subiendo durante
muchas décadas hasta al menos los 2ºC correspondientes a las 400 ppm actuales.
Referencias.
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