Monte Perdido

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jueves, 20 de febrero de 2014

Un invierno excepcional en el Atlántico Norte. Borrascas en Europa y frío intenso en Norteamérica

Este invierno, la fachada atlántica noroccidental se ha visto afectada por una excepcional racha de potentes borrascas que ha provocado daños graves y generalizados sobre todo en zonas costeras, así como inundaciones persistentes sobre todo en Gran Bretaña.


Ya en Diciembre hubo un gran evento de olas en el mar del Norte, que coincidió con una de las mareas más altas del año y amenazó gran parte de la costa este de forma similar a la tormenta de 1953. Gracias a la mejora de las defensas costeras construidas y a las alertas con varios días de antelación, se evitaron daños mayores.


Borrasca sobre Gran Bretaña
Imagen del espectrorradiómetro (MODIS) en el satélite Terra de la NASA capturó esta imagen de un ciclón extratropical sobre el Reino Unido el 12 de febrero de 2014. Earth Observatory.


Para Inglaterra y Gales fue uno de los períodos más excepcionales de lluvia en invierno en por lo menos 248 años. Diciembre y Enero fueron los meses más húmedos de cualquier período de 2 meses en la serie desde 1910. 

Además la fuerza de los vientos ha formado olas gigantes con algunos de las más altas alturas de cresta registradas.  


Este excepcional tiempo experimentado en la costa Oeste Europea en Diciembre y Enero ha sido parte de un patrón hemisférico que incluye las temperaturas excepcionalmente bajas Canadá y los EE.UU. 

Estas entradas tan masivas de borrascas también sucedían en los años 60 y 70 pero lo que ha llamado la atención esta vez, ha sido su intensidad tanto en vientos como en oleaje asociado. Siendo muchas de estas borrascas ciclogénesis explosivas es decir borrascas que descienden más de 20 hPa en menos de 24 h. 

Como se ha dicho, en las Islas Británicas se han batido récords absolutos de precipitaciones y ha sido llamativa su intensidad, algo que no se recordaba. En cuanto a las causas se apunta a tres posibles. Nótese que no se anulan entre sí, sino que las tres pueden ser causantes y estar relacionadas. 


1-La presencia continuada de un potente y casi rectilíneo chorro polar con gran potencial para crear borrascas profundas. 

2-La presencia de una anomalía cálida en las aguas del Atlántico, debida probablemente a un océano más cálido a causa del calentamiento global y este año especialmente cálido por la energía no disipada debido al escaso número de huracanes en la zona. 

3-Las descargas de aire polar hacia Canadá y Norteamérica. 

Un poco de teoría 


Las ondas de Rossby atmosféricas describen grandes curvas serpenteantes sobre la corriente en chorro, y se deben a la variación de la fuerza de Coriolis sobre el aire que se mueve de norte a sur y viceversa. Dichas ondas fueron identificadas por primera vez en 1939 por Carl-Gustaf Rossby Arvid y son fundamentales para la comprensión de la circulación general atmosférica y su variabilidad natural. 

Estas, aunque se producen sobre la estratosfera, influyen en los niveles inferiores de la atmósfera y sobre los patrones climáticos de la troposfera. Estas ondas influyeron en la fría primavera del año pasado y el frío invierno de 2009/08 junto con la influencia del mínimo del ciclo solar de 11 años. El clima de este invierno también parece estar influenciado por estas ondas estratosféricas.

estudio Met Office
Estudio de la Met Office
La Met Office de Gran Bretaña acaba de publicar un extenso estudio sobre lo acontecido. Aparte de las tres causas principales comentadas anteriormente, en este estudio se apunta a otras posibles causas para el reforzamiento de este chorro como  el aumento de gradiente producido por las descargas del aire ártico hacia el Atlántico y otra, la posible relación de esa intensificación con la QBO (Oscilación Quasi Bienal. Y finalmente  la posible relación de este fenómeno con el cambio climático. 

Y también habla de La Niña que  corresponde a la fase fría del fenómeno de El Niño Oscilación del Sur (ENSO) ciclo en el que las temperaturas superficiales del mar a lo largo de la costa peruana y en todo el Pacífico Oriental ecuatorial son más frías de lo normal.

Ola de frío en Norteamérica


Coincidiendo con los temporales en Europa se producían fríos extremos en Canadá y los EEUU. Debido a una  gran influencia del vórtice polar, prácticamente roto y fuera de su lugar habitual. El vórtice polar se refiere a la zona de baja presión a gran escala persistente situado por encima del Polo Norte en la estratosfera durante el invierno. Se sabe que cuando el vórtice polar se rompe, el Este de los EEUU.  y  también  Europa Occidental , experimentan entradas árticas  frías. Como sucedió en marzo de 2013, cuando se produjo una ruptura del vórtice polar y se estableció  una fase fuertemente negativa de la Oscilación de Ártica (OA), con  temperaturas excepcionalmente frías sobre Reino Unido y otros lugares de Europa.

El vórtice se  ha deformado permitiendo la entrada de grandes lenguas de aire frio sobre Canadá.

Se cree que el principal actor de estos cambios han sido las condiciones sobre el Océano Pacífico que es un  importante motor sobre el tiempo del hemisferio norte y también lo ha sido  este invierno, mientras que el  vórtice polar y su influencia en la Oscilación del Ártico, posiblemente  ha influido  debido a una potente oscilación quasi bienal  QBO, la cual  también ha sido un importante contribuyente al  fortalecimiento  de la corriente de chorro del Atlántico Norte.

Ola de calor en Alaska

Mientras que gran parte del territorio continental de Estados Unidos estaba soportando varias olas de frío en enero de 2014, en  Alaska se batían records de calor para un mes de Enero.

Ola de calor en Alaska
El mapa superior muestra la superficie de las anomalías de temperatura  en tierra en Alaska desde  el 23 al 30 enero de 2014. Está Basado en datos del sensor MODIS en el satélite Terra de la NASA, el mapa muestra las temperaturas de 2014 en comparación con las del promedio de 2001 a 2010 para la misma semana
Se registraron condiciones similares a las de primavera con crecidas de ríos y avalanchas. Una dorsal persistente de altas presiones de la Costa del Pacífico alimentó la ola de calor, desviando el aire caliente y las lluvias hacia Alaska en lugar de hacerlo más al sur hacia California. 

La segunda mitad de Enero fue uno de los períodos invernales más cálidos de la historia de Alaska, con temperaturas de hasta  22 ° C  por encima de lo normal en algunos días en las partes centrales y occidentales del estado. La temperatura más cálida de Enero de todos los tiempos jamás observada en Alaska se alcanzó el 27 de enero, cuando el mercurio llegó hasta  los  16,7 ° C en Port Alsworth. En muchos otros sitios se registraron temperaturas similares con récord para un mes de Enero.

Esta combinación de calor lluvia ha hecho correr los ríos, aumentando su caudal y vertiendo gran cantidad de sedimentos al mar.  Las imágenes de satélite son similares a las que se pueden ver  en  primavera y verano debido a la escorrentía de los ríos. 

Deshielo en Alaska
El 25 de enero de 2014, el satélite Aqua recogió esta imagen de sedimentos que fluyen hacia el Golfo de Alaska de numerosos ríos a lo largo de la costa sureste del estado.
Este calor junto con la nieve derretida han elevado el riesgo de avalanchas. Produciendo una serie de grandes avalanchas extremas a finales de enero algunas de las cuales cortaron la carretera de Richardson, bloqueando el acceso  de la ciudad portuaria de Valdez. Las avalanchas acumularon nieve hasta los 30 metros de altura y hasta 460 metros de largo en la carretera.

Temperaturas de Anchorage
Temperaturas de Anchorage en enero de 2014, NCEP.
Récord de temperatura de Enero en Alaska
Record de Temperatura el 27 de Enero en Port Alsworth, Alaska.

 ¿Tiene algo que ver el cambio climático?


Tal ha sido el impacto de los fenómenos de este invierno que cabe preguntarse una vez más si el cambio climático está detrás de todo esto, hay tres aspectos a tener en cuenta.

1-La subida del nivel del mar en las inundaciones costeras.

2-Las borrascas, su  número y su fuerza.

3- Y  la lluvia. No por sus medias estacionales sino  más bien por su  intensidad y frecuencia.

El nivel del mar en Gran Bretaña ha aumentado  alrededor de 12 cm durante el siglo XX, descontando el alzamiento  isostático de la isla al liberarse de la última Edad de Hielo. Por lo que en lugares sin dicho alzamiento o peor aún con hundimiento (como Galicia) el aumento ha sido todavía mayor.

Se estima que se producirá una elevación de en torno a 11-16cm en  2030 respecto a los niveles del mar en 1990, de los cuales al menos dos terceras partes serán debidos a los efectos del cambio  climático. El nivel del mar seguirá aumentando en las próximas décadas.
Por otra parte  un amplio estudio de las tendencias de las tormentas, para el período 1871-2010 a partir de un conjunto de nuevos análisis muestran un número creciente de fuertes ciclones de invierno y con el aumento de la intensidad en las  altas latitudes  del Atlántico Norte lo cual viene asociado con una reducción de las tormentas más al sur y es compatible con un desplazamiento hacia los polos de la trayectoria de las tormentas del Atlántico. Además, la intensidad media de las tormentas ha aumentado significativamente.

Se ha sugerido que  la corriente de chorro y sus ondas de Rossby asociadas están registrando cambios,  lo que plantea la posibilidad de que el cambio climático se manifieste con la interrupción de nuestros patrones climáticos habituales.

Referencias:




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