Hace poco puse un
pequeño informe sobre los cielos estrictamente despejados en Madrid
Ahora presento el
informe completo del estado del cielo en Madrid desde 1987 hasta 2013.
Aunque es una
clasificación un tanto arbitraria y subjetiva, desde que tomo estos registros siempre he
considerado despejado si el cielo tenía menos del 15 % de nubes y cubierto si
estas abarcaban más del 85 %.
Los que no se encuadran
es estos dos criterios los he considerado como días de nubes y claros. Siempre
se han considerado tres intervalos por día, Mañana, Tarde y Noche y la
estimación se ha hecho un poco a ojo, sobre todo por la noche, considerando
el estado del cielo al ir a la cama y al levantarme. Por tanto aunque se toman
tres medidas diarias, a lo largo de un mes se suman todas y se divide entre
tres para obtener el número medio de días por mes con cielos despejados,
nublados o con nubes y claros.
A continuación se
presentan unas tablas para cada estado del cielo, desglosadas por meses. Se han
marcado para cada mes el valor mínimo en azul y el máximo en rojo, al final de
las tablas se han incluido los valores medios por mes y en la columna de la
derecha los valores totales anuales.
Debajo de cada tabla se
presenta una gráfica con los valores absolutos representados con una línea azul
y la media móvil de 10 años representada con una línea roja.
En la tabla de arriba se
puede observar cómo los valores mínimos aparecen concentrados en los primeros
años de la serie, mientras que los valores máximos se concentran hacia el final
de la serie.
El año con menos días
despejados fue el primero de la serie 1987 y el año de más días despejados fue
2005.
En cuanto a los valores
medios mensuales, se observa una menor frecuencia de días despejados en los
meses de invierno con mínimos en torno a 12 días despejados de Octubre a Mayo,
excepto una ligera subida en Marzo a 14 días.
En el periodo estival de
Junio a Septiembre se observan valores por encima de los 15 días (más de la
mitad del mes) superando los 20 días despejado en Julio y Agosto.
La variación a lo largo
del tiempo del número de días despejados por año se refleja en la gráfica
mostrada arriba. Donde se puede ver cómo el primer año (1987), la serie
comienza con menos de 140 días anuales despejados y termina por encima de 180
días anuales despejados. La media móvil
de 10 años representada con una línea roja, muestra una clara subida desde los
162 días al año hasta más de 192 días, lo que supone un aumento cerca de 30
días por año en el corto periodo de apenas 18 años entre 1996 a 2013. Es decir se observa un aumento de días despejados muy
superior a un día por año cada año.
En la tabla de abajo se
muestra lo mismo pero para días de nubes y claros.
En este caso se trata de
una tabla un poco intermedia pues una disminución o aumento de estos valores
pueden obedecer tanto a una disminución o aumento de días despejados como días
cubiertos, por lo que su estudio concienzudo se presenta como de menor interés.
La distribución de máximos y mínimos está bastante equilibrada, lo que pone de
manifiesto lo expresado anteriormente. No obstante se observa una disminución
neta de días de nubes y claros. Apareciendo el valor máximo de la serie en el
primer año 1987 (lo contrario que los días despejados) y el mínimo aparece casi
al final de la serie, en 2011.
En este caso los días de
nubes y claros han pasado de un valor medio en torno a los 110 días por año
hasta los 94 actuales, lo que supone una pérdida de 16 días por año en un
periodo de 18 años lo que indica que cada año que transcurre casi se pierde un
día de cielos con nubes y claros.
Finalmente abordamos los
días nublados o cubiertos. La distribución mensual es inversa a la de los días despejados, aquí los mayores
valores se producen en invierno, entre los meses de Octubre y Enero con valores superiores a 10 días por
mes. En febrero estos descienden en torno a 7 días por mes hasta Junio, mes en
que descienden nuevamente ya por debajo de 5 días al mes donde se mantienen
hasta septiembre, ligeramente por encima de este valor.
Se aprecia una distribución de los valores máximos hacia
los primeros años del registro y los mínimos, tienden a concentrarse hacia el
final de la tabla. El valor máximo de la serie se produce el primer año de la
serie una vez más con más de 108 días cubierto, descendiendo a poco más de 55
días en 2005 que coincide también con el año de más cielos despejados.
En cuanto a la
distribución temporal, se observa un claro descenso desde valores cercanos a
100 días a los actuales en torno a los 80 días. Esto se aprecia mejor en la
media móvil de 10 años que comienza con un valor de 92 días cubiertos al año y
finaliza con un valor de 77, lo que
supone un descenso de 15 días en 18 años, algo menor que el descenso de los
días de nubes y claros pero en su línea, lo que supone casi una pérdida de un
día cubierto cada año.
Conclusión
Aunque se trata de un
estudio poco exacto por la metodología empleada, y puede tener márgenes de
error considerables. Se observan cambios claros que probablemente serían
ratificados al menos en su tendencia por otros estudios más exactos.
Concretamente se observa
una ganancia de días despejados de 30 días frente a una pérdida de días de
nubes y claros de 16 días y otra adicional de 15 días al año de día de cielos
cubiertos. Lo que pone de manifiesto que la pérdida de nubes es completamente
compensada con el aumento de días despejados.
Estos cambios se han
observado en un periodo de 27 años (18 años de media móvil de 10 años) lo que
es claro indicativo de una variación extremadamente rápida. Lo cual probablemente
se deba a una variación natural y sea compensado en próximos años. Pues si este
fenómeno se debiera a un cambio climático y fuera lineal (cosa que tampoco se
puede descartar) estaríamos hablando de un mes adicional
completamente despejado cada 18 años aproximadamente. Lo que nos llevaría a una situación de clima desértico en muy pocas décadas. En
apenas 90 años (año 2103) estaríamos rebasando los 350 días despejados anuales,
lo que supondría un clima desértico riguroso.
Espero no tener razón es
este último párrafo y que la variabilidad natural cambie pronto la tendencia.
En favor de esta reflexión está, que se trata de un periodo de estudio relativamente
corto.
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