Estamos acostumbrados a medir la precipitación como acumulación anual total pero esto no dice nada
sobre como llueve, si lo hace a lo largo
de todo el año con pequeñas cantidades o
en pocos eventos en los que cae gran cantidad de precipitación.
El modo en que caiga la precipitación puede
determinar el carácter del paisaje y la vegetación. Por ejemplo, las zonas monzónicas
presentan un aspecto desértico la mitad del año y luego evolucionan hacia un aspecto encharcado y verde
la otra mitad del año. Esto es debido a que durante medio año apenas llueve y durante la otra mitad del año registran precipitaciones intensas y abundantes.
Aunque en principio la lluvia es buena, es importante determinar su carácter, es decir el modo como cae, chaparrones intensos inundan cultivos o destruyen las plantas de semillero a parte de una mayor erosión de la tierra y una menor retención de agua por parte de esta.
Aunque en principio la lluvia es buena, es importante determinar su carácter, es decir el modo como cae, chaparrones intensos inundan cultivos o destruyen las plantas de semillero a parte de una mayor erosión de la tierra y una menor retención de agua por parte de esta.