Estamos acostumbrados a prosperar. Vemos como a medida que transcurre el tiempo todos en general somos más ricos, aunque siempre puede haber casos concretos de gente que se haya hecho más pobre, pero en general somos más ricos que nuestros padres, y ellos más ricos que nuestros abuelos. Pero no siempre ha sido así.
Hace apenas 200 años y en algunas zonas rurales incluso menos, todas las generaciones eran igual de ricas o pobres (según se mire). Y la riqueza general dependía más que nada de las cosechas: si eran buenas había abundancia y si eran malas había pobreza, hambre e incluso muerte.