Introducción
La corriente del golfo no es
más que el brazo sur de una corriente mucho más importante, me refiero a la
corriente del Atlántico Norte que a su vez es una parte importante de la
circulación global de los océanos que intercambia calor del excedente ecuatorial
hacia los polos, donde la energía se pierde por radiación térmica al espacio.
Es como una 'cinta transportadora' oceánica global y su ralentización podría
desestabilizar aún más nuestro cambiante clima mundial. No es esperable ninguna
nueva edad de hielo pero si son posibles sus principales efectos negativos. Los
efectos podrían darse en el clima mundial, la pesca, o también por ejemplo en
las tormentas.
¿Qué está pasando en el Atlántico Norte?
El Atlántico Norte entre
Terranova e Irlanda es prácticamente la única región del mundo que ha desafiado
el calentamiento global e incluso se ha enfriado. El invierno pasado allí
incluso fue el más frío desde que hay registros, mientras que a nivel mundial
fue el más cálido registrado. Un estudio reciente publicado en 2015 atribuye
este fenómeno a un debilitamiento del
sistema de la Corriente del Atlántico Norte, y al parecer este debilitamiento
no tiene precedentes en los últimos mil años. ¿qué tiene de especial esta región
entre Terranova e Irlanda?
Fig. 1 tendencia lineal de la temperatura desde 1900 hasta 2013. Tomado de RealClimate |
El enfriamiento en la región
subpolar del Atlántico Norte es notable y bien documentado por numerosas
mediciones. Mientras que el punto frío que aparece en el centro de África, al
parecer, es una inconsistencia en los datos de regiones sin estaciones meteorológicas y datos no homogéneos.
Sólo para éste área del
Atlántico Norte los modelos climáticos predicen un enfriamiento cuando el
Sistema de la Corriente del Atlántico Norte se debilita. Esta zona se llama
zona de subducción del Atlántico Norte, (AMOC por sus siglas en inglés,
Atlantic Meridional Overturning circulation).
Este debilitamiento podría
suceder como resultado del calentamiento global. Mientras tanto crece la
evidencia de que la disminución de la velocidad de la circulación tan temida ya está en marcha. Los
modelos climáticos han predicho desde hace tiempo una disminución de la
velocidad de esta corriente. En el quinto informe del IPCC se estima un valor
de "muy probable", para este
siglo lo que significa al menos el 90% de probabilidad. Si las emisiones
continúan creciendo, el IPCC prevé entre un 12% y un 54% de disminución de
velocidad en 2100.
La evolución pasada real del
flujo es difícil de reconstruir debido a la escasez de mediciones directas. Por
lo tanto se utilizan datos sobre la temperatura superficial del mar con el fin
de estimar la fuerza de la corriente: Se utiliza la diferencia de temperatura
entre la región más fuertemente influenciada por dicha corriente (concretamente
en su zona de subducción AMOC) y el resto del hemisferio norte.
Fig. 2 Esquema de la circulación del Océano Atlántico. Las corrientes cálidas se representan en rojo y las corrientes profundas más frías en Azul. tomado de RealClimate |
Se han utilizado
reconstrucciones de un proxy de la temperatura de la superficie a gran escala,
que se extienden desde el año 900. Para estimar la intensidad de la
circulación durante los últimos 1100 años completos (fig 3). Esto demuestra que a
pesar de las incertidumbres sustanciales en la reconstrucción del proxy, la
debilidad del flujo después de 1975 es única en más de mil años, con al menos
el 99 % de probabilidad. Esto sugiere fuertemente que la debilidad de la zona
de subducción atlántica no se debe a la variabilidad natural, sino más bien una
consecuencia del calentamiento global.
Fig. 3 Serie temporal de la diferencia de temperatura entre la zona subpolar del Atlántico Norte y de todo el hemisferio norte, que se puede interpretar como un indicador de la fuerza de la circulación atlántica. Tomado de RealClimate |
También en 2015 volvemos a
encontrar una notable área fría sobre el Atlántico norte - como se puede
apreciar de un vistazo en el mapa de la Figura 5. 2014 fue a nivel mundial el
año más cálido registrado, 1 ° C más cálido que el promedio de 1880 a 1920.
Pero el Atlántico subpolar fue entre 1-2 ° C más frío que la media. Más
recientemente, se liberó el análisis de la temperatura para el pasado invierno.
Este invierno 2014-2015 fue globalmente el más cálido desde que comenzaron los
registros en 1880. ¡Pero en el Atlántico Norte subpolar, fue el más frío del
registro! Eso sugiere que la disminución de la circulación ha progresado aún
más ahora.
El papel de Groenlandia
Se cree que el fenómeno que
provoca este enfriamiento de la superficie del mar es la creciente pérdida de
hielo de Groenlandia, lo que hace que el agua dulce extra entre en el Atlántico
Norte, diluyendo el agua de mar más salada. Se ha reconstruido el balance de
masa de la capa de hielo de Groenlandia desde 1840.
La pérdida de hielo equivale a
un volumen de agua dulce que debería haber hecho una importante contribución a
la disminución observada en la salinidad en el Atlántico Norte, probablemente
incluyendo la "gran anomalía de la salinidad" de la década de 1970,
famosa entre los oceanógrafos.
Fig. 4 Cantidad neta acumulada de hielo perdido en Groenlandia desde 1840. Tomado de Melt Factor Se observa que el balance neto fue prácticamente equilibrado hasta poco después de 1900 desde entonces Groenlandia ha perdido más de 12.000 Km3 de hielo. Obsérvese como un mayor calentamiento produce también mayor acumulación de hielo. |
El derretimiento de
Groenlandia produce agua que es más ligera y más fría que el agua superficial del mar en la zona inmediata
a las costas de Groenlandia que es precisamente donde se produce el hundimiento
del agua ya fría y muy salada procedente de la corriente del golfo. El agua de
fusión es lo suficientemente ligera como para flotar por encima de las aguas
superficiales del mar mucho más salada. Debido a que las aguas superficiales
del Atlántico fluyen hacia el Norte, el creciente derretimiento de hielo
aumenta el suministro de agua dulce y
puede acumularse cerca de la superficie del mar, y con ella la
limitación o bloqueo de la corriente del Atlántico Norte.
El derretimiento de
Groenlandia, ahora está perdiendo más de cien mil millones de toneladas de
hielo cada año.
¿Cuáles son los efectos de una menor velocidad de la corriente?
Las consecuencias de una gran
reducción en la subducción del océano no serían inofensivas en particular a lo
largo de la costa Este de Estados Unidos, los ecosistemas marinos, la pesca y,
posiblemente, incluso modificará el patrón de borrascas en Europa.
Es posible que los modelos
climáticos subestimen el debilitamiento de la circulación atlántica en
respuesta al calentamiento. Aunque estos modelos predicen un debilitamiento
significativo en el futuro, no sugieren que se pueda observar ya.
La corriente real puede ser
más inestable de lo que se pensaba lo cual sería una mala noticia para el
futuro. Si la circulación se debilita demasiado, incluso se puede detener por
completo pues tiene un conocido "punto de inflexión".
El informe del IPCC reciente
(al igual que el anterior) estima una probabilidad de hasta un 10% de que esto
suceda ya en este siglo. Sin embargo, esta valoración se basa en modelos que
pueden subestimar el riesgo, como se mencionó anteriormente. Encuestas con
expertos indican que muchos investigadores evalúan un riesgo más alto que el
(generalmente conservador) del IPCC.
En una encuesta detallada, los
16 expertos entrevistados vieron ya en un calentamiento global moderado (2-4 °
C) una probabilidad de una ruptura en la subducción entre el 5 y el 40 %.
Mientras que con un fuerte calentamiento global (4-8 ° C) esta probabilidad se
estima incluso que entre el 20 y el 65 %.
Figura 5. Muestra la anomalía de temperatura global entre Enero y Agosto de 2015, hay una parte del planeta que va contra la tendencia. En el Océano Atlántico Norte, al sur de Groenlandia e Islandia, la superficie del océano ha visto temperaturas muy frías durante todo 2015. tomado de RealClimate |
¿Qué significa esto?
En primer lugar, no es ningún
error. Se ha confirmado que lo que mapa
de la figura 5 sugiere. Algunas partes del Océano Atlántico Norte han tenido
récord de frío en los últimos ocho meses. Los cuadros en azul más oscuro
han registrado su periodo más frío desde que hay registros, y para que sea
posible mostrar un cuadro de la cuadrícula se necesitan por lo menos 80 años de
registros.
No hay mucho motivo para dudar
de las mediciones, la región está muy bien muestreada. Es bastante densamente
poblada por boyas, y partes de esa región son rutas realmente activas de
tráfico marítimo y aéreo, por lo que hay un buen montón de observaciones en el
área. Hay una zona circundante mucho más grande que, si bien no ha marcado el
mayor frío de su historia, también ha permanecido inusualmente fría.
Aunque todavía no puede haber
ningún consenso científico sobre el asunto, al menos algunos científicos
sospechan que el enfriamiento se ve en estos mapas no es casualidad, sino parte
de un proceso que ha sido largamente temido por los investigadores del clima la menor velocidad de la corriente del Atlántico Norte que comienza desde la
corriente del Golfo.
¿Por qué es este lugar más frío, mientras que el resto del mundo se hace más caliente? Entrevista con S. Rahmstorf coautor del estudio
En palabras de Rahmstorf uno de los autores del artículo original:
Yo era antiguamente un poco
escéptico sobre la idea de que la cinta transportadora del patrón de circulación oceánica podría
debilitase bruscamente en respuesta al calentamiento global. Sin embargo, esto
ahora parece estar en marcha, como se demostró en un artículo reciente, según
la mancha anómala de agua fría en el Atlántico Norte.
Rahmstorf también comentó lo
siguiente:
El hecho de que un planeta
cada vez más caliente posea una zona fría récord en el norte del Atlántico es bastante
impresionante. Hay una gran evidencia de que esto es una consecuencia de la
disminución a largo plazo del Sistema de la Corriente del Golfo, es decir la
zona de subducción del océano Atlántico, en respuesta al calentamiento global.
También se le preguntó a
Rahmstorf si, si su pensamiento es correcto, debemos esperar esta zona fría
como una característica permanente en los mapas de anomalías de temperatura, si
el mundo continúa calentándose.
Respondió que: Las variaciones
a corto plazo pueden ir en algún momento también ir en sentido contrario, así
que no es de esperar que el Atlántico
subpolar permanezca frío de forma permanente. Pero se espera que la zona de
subducción disminuya aún más en las próximas décadas. El derretimiento acelerado
de la capa de hielo de Groenlandia seguirá contribuyendo a esta disminución
diluyendo las aguas del océano.
No todos los científicos del
clima estarán de acuerdo con esta interpretación de lo que está sucediendo en
el Atlántico Norte pero es evidente que
algunos de los más importantes lo hacen, y han publicado sus conclusiones en
revistas indexadas.
Ha sido muy persistente en el
último año y medio más o menos.
Los Icebergs no fueron el detonante de eventos fríos en el Atlántico Norte
Como elemento tranquilizador
traigo un pequeño resumen de otro estudio que sugiere que este enfriamiento
probablemente no se produjo en el pasado por el desprendimiento de icebergs
aunque no dice nada del agua dulce de fusión procedente directamente de la capa
de hielo de Groenlandia.
Los cambios climáticos
abruptos son una característica común del pleistoceno tardío. En particular, la
secuencia de eventos Dansgaard-Oeschger
[transiciones repetidas entre un clima glacial (estadial) y un clima
menos severo (interestadial)], según lo registrado por los núcleos de hielo en
Groenlandia, se cree que está relacionado con los cambios en el modo de
circulación en el Océano Atlántico. Por otra parte, la correspondencia
observada entre eventos fríos del Atlántico Norte y el aumento de icebergs y la
dispersión de las capas de hielo que rodean la Atlántico Norte ha inspirado
muchos estudios oceánicos y modelados climáticos que tienen en cuenta el
vertido masivo de agua dulce desde Groenlandia provocando el cambio abrupto en
la región del Atlántico Norte y aledañas. Por otro lado, estudios
anteriores, identificaron un aparente
desfase entre los eventos de enfriamiento del Atlántico Norte y la aparición de
icebergs durante el último ciclo glacial, lo que lleva a la hipótesis de que estos
icebergs de descarga puede ser una consecuencia de las condiciones más frías en
lugar de la causa. Se demuestra un retraso sistemático entre enfriamiento
superficial pronunciado y la llegada de los icebergs de hielo en una zona al
suroeste de Islandia en los últimos cuatro ciclos glaciares, lo que implica que
en términos generales los icebergs
llegaron demasiado tarde para haber desencadenado el enfriamiento. En lugar de
ello se sugiere que los cambios abruptos hacia
condiciones más frías debe considerarse como una respuesta no lineal a un
enfriamiento más gradual a través del Atlántico Norte. Aunque el agua dulce
procedente de icebergs de fusión puede proporcionar una retroalimentación
positiva y mejorar y prolongar las condiciones de enfriamiento glacial pero no
desencadena estos eventos.
Conclusiones
Este estudio va a estimular el
debate y la investigación sobre la gran zona de temperaturas superficiales del
mar anormalmente frías al sur de
Groenlandia e Islandia que puede influir en el clima europeo. Teniendo en
cuenta un cierto intercambio de calor entre una masa de aire caliente con una
superficie anormalmente fría mar del Atlántico Norte. Con este fenómeno se
espera un fortalecimiento de los vientos y disminución de la presión central de
los sistemas ciclónicos pues surgen a partir de una diferencia de temperatura
más grande entre la superficie del mar y la atmósfera. Como se enfría el
Atlántico Norte subpolar y la atmósfera se calienta, la física establece que
debe fortalecerse la circulación ciclónica de masas de aire caliente. Pues
las masas de aire frío son menos
propensas a la profundización baroclínica. En cualquier caso, la perturbación
se puede sentir no sólo en esa parte del mundo, la alteración del flujo
atmosférico y oceánico, hacen difícil predecir las consecuencias generales
sobre el clima global.
En definitiva, no está claro
si la corriente se detendrá o si la causa directa es el derretimiento de
Groenlandia pero si parece claro que su velocidad es la más lenta de los últimos
1000 años y esto puede traer consecuencias imprevistas sobre todo a la costa
Este de los Estados Unidos y Europa, una de esas consecuencias podrían ser
borrascas más profundas y vientos más fuertes sobre las zonas mencionadas.
Referencias:
Artículos originales
Rahmstorf, S., Box, J.,
Feulner, G., Mann, M., Robinson, A., Rutherford, S., Schaffernicht, E. (2015):
Exceptional twentieth-Century slowdown in Atlantic Ocean overturning circulation. Nature Climate Change (online)
C. Schleussner, A. Levermann,
and M. Meinshausen, “Probabilistic projections of the Atlantic overturning”,
Climatic Change, vol. 127, pp. 579-586, 2014.
M. Dima, and G. Lohmann,
“Evidence for Two Distinct Modes of Large-Scale Ocean Circulation Changes overthe Last Century”, Journal of Climate, vol. 23, pp. 5-16, 2010.
S. Drijfhout, G.J. van
Oldenborgh, and A. Cimatoribus, “Is a Decline of AMOC Causing the Warming Holeabove the North Atlantic in Observed and Modeled Warming Patterns?”, Journal of
Climate, vol. 25, pp. 8373-8379, 2012.
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