Por primera vez
desde que hay registros, dos grandes ciclones azotaron la península arábiga
en una semana el pasado mes de noviembre. Ya de por si el hecho de que un ciclón tropical afecte dicha
península es algo insólito, pero lo es a un más si lo hacen dos ciclones con
apenas una semana de diferencia, lo que puede ser una consecuencia del calentamiento global.
En noviembre de 2015 y por segunda vez en una
semana, otro ciclón importante se dirigió hacia la Península Arábiga sobre Yemen.
Fue la segunda vez que un ciclón o
huracán azotaba esta nación. No es algo común; tener dos tormentas golpeando la
región del Oriente Medio, es algo que no tiene precedentes. Sólo tres ciclones
han tocado tierra en la península en los 60 años en los que hay registros
fiables.
El ciclón Megh pasó sobre la ya maltratada isla de Socotra, una isla frente a la costa de Yemen en el Mar Arábigo. La tormenta
pasó sobre la isla el 8 de noviembre de 2015, con vientos estimados de unos 200
kilómetros por hora.
Si bien es común tener tormentas tropicales en
el mar de Arabia durante la temporada post-monzón (otoño), casi nunca se han visto ciclones tropicales y sobre todo, nunca se han visto uno detrás de
otro. Tal vez lo más sorprendente es que de todas las tormentas históricas
durante esta época del año, no había ningún gran ciclón tropical (de intensidad
superior a categoría 1).
El Radiómetro
de imágenes en infrarrojo (VIIRS) del
satélite Suomi NPP adquirió esta imagen del Ciclón Megh en golfo de Adén a las
2:05 pm hora local (10:05 tiempo universal) el 9 de noviembre de 2015. En ese
momento, el ciclón tenía vientos sostenidos de unos 75 nudos (140 kilómetros
por hora). NASA Earth Observatory
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Según varias fuentes, la temperatura del agua
en el Mar de Arabia y el Océano Índico noroccidental era significativamente
superior a lo normal, acercándose a niveles récord, cuando el ciclón Chapala azotó
la región en la primera semana de noviembre de 2015. Una semana después, cuando
pasó por allí Megh, las aguas estaban algo más frescas porque Chapala había mezclado la
superficie del mar y dejó una estela de agua más fría procedente de las capas
inferiores. La combinación de agua más fría y los vientos secos procedentes del
Cuerno de África y la Península Arábiga minaron gran parte de la fuerza de
Megh, aunque no necesariamente su precipitación.
La contaminación y la intensidad de los ciclones en el mar Arábigo
Además del calentamiento anómalo de
las aguas en la zona por el cambio climático, puede haber otros factores
regionales que refuercen la intensidad de los ciclones en la zona en ciertos
periodos.
El desarrollo de Chapala y Megh fue
probablemente ayudado por la falta de cizalladura del viento, que normalmente
interrumpe la formación de tormentas tropicales. En un artículo de 2011, se
argumentó que el aumento de la contaminación, particularmente del aire (con un aumento
de seis veces los niveles típicos de aerosoles sobre el Océano Índico Norte) probablemente
ha reducido la cizalladura vertical del viento en la región, un fenómeno que
podría afectar los patrones climáticos del monzón y tal vez permitir que se
formen más ciclones en esta región.
Los ciclones tropicales son más
comunes en el Mar Arábigo en primavera y otoño, durante los períodos de
transición entre el fuerte flujo del sudoeste del monzón de verano y el fuerte
flujo noreste que predomina en invierno. Durante el período pre-monzón
(primavera), en los últimos años, la cizalladura vertical del viento ha disminuido y los ciclones del
Mar Arábigo se han hecho considerablemente más fuertes durante el periodo de tiempo
observado entre 1997 y 2010, en comparación con el periodo de 1979 a 1996. Esta
cizalla reducida se atribuye a un aumento regional de la contaminación
que bloquea los efectos del Sol, principalmente por partículas de carbono y
sulfatos. Se encontró una disminución mucho más sutil en la fuerza para la
época post-monzón (otoño) en los ciclones en el Mar Arábigo. Sin embargo, si
las emisiones continúan creciendo es plausible que ciclones tropicales muy
intensos, que hasta ahora se han limitado al período pre-monzón, podrían
comenzar a surgir también en la temporada post-monzón (otoño).
Registros históricos
Por primera vez desde que comenzaron los
registros en la década de 1940, un ciclón tropical tocó tierra en Yemen. Cuando
el ciclón Chapala golpeó la nación el 3
de noviembre de 2015, era sólo la
tercera vez en seis décadas que un ciclón tocaba tierra en la Península Arábiga.
Desde que hay registros fiables en 1979, dos ciclones
tropicales han tocado tierra en Omán, (Chapala es el tercero y Megh el cuarto) y
la única tormenta que había golpeado Yemen anteriormente apenas había superado la fuerza de una tormenta
tropical con vientos de unos míseros
60 Km/h. De estos ciclones comentados, todos han
llegado después de 2007.
Las precipitaciones en algunos lugares fueron
cercanas a los 180 milímetros en un día. Cuando de media, la mayoría de Yemen no registra más de 100 milímetros de lluvia en un año y algunas zonas costeras reciben menos de 50 milímetros
anuales.
El espectro-radiómetro
de imágenes de resolución media (MODIS)
en el satélite Aqua de la NASA adquirió esta imagen de color natural de Chapala
en el Mar Arábigo a las 1:10 pm hora local (09:10 tiempo universal) el 30 de
octubre de 2015. En ese momento, el ciclón tenía vientos sostenidos entre 240-250 kilómetros por hora y olas de 12 metros. La tormenta se movía hacia el oeste a través del Mar Arábigo.
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Champala, Gonu y Peth
Chapala comenzó como una depresión tropical
fuera de la India el 28 de octubre igual que el huracán Patricia en el pacífico
cerca de México, la tormenta se intensificó rápidamente, con velocidades del
viento acelerando de 105 a 250 kilómetros por hora en un día. La tormenta pudo
haber sido intensificada por la temperatura del agua inusualmente caliente en
el mar de Arabia y en el norte del Océano Índico. Las temperaturas globales del
océano este año están en camino de ser las más cálidas registradas como consecuencia
del desarrollo de un potente evento de El Niño que se han añadido al
calentamiento climático general a largo plazo.
Chapala alcanzaró la categoría de súper ciclón
categoría 5 y luego se debilitó a medida que avanzaba hacia el norte y se encontró
con el aire extremadamente seco de la Península Arábiga. Champala se ha convertido en la primera
tormenta con fuerza de huracán mayor que impacta sobre Yemen en toda su
historia.
El ciclón Chapala superó al ciclón Gonu de 2007
que afectó cerca de Mascate, capital de Omán, la tormenta más fuerte jamás
registrada hasta ese momento en golpear la Península Arábiga tenía una fuerza de categoría 3. Un estudio reciente predijo que, debido al
cambio climático, algunas regiones del mundo, como el Mar de Arabia / Golfo
Pérsico podrían experimentar amenazas sin precedentes de ciclones tropicales ya
que las temperaturas más cálidas del océano propiciarán su formación.
En otra ocasión una poderosa tormenta de
categoría 4, el ciclón Phet se había debilitado a ciclón de categoría 3 en el
momento en que impactó en la costa sobre Omán, el 4 de junio de 2010.
El Espectro-radiómetro
de imágenes de resolución media (MODIS) del
satélite Terra de la NASA adquirió esta imagen de la tormenta a las 10:40 am
hora local el 4 de junio de 2010, el ciclón Phet se había degradado a una tormenta
de categoría 1 con vientos de unos 140 kilómetros por hora.
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En su viaje hacia el norte sobre el Mar
Arábigo, el ciclón Phet impactó Omán de refilón, a través del borde noreste del
país. Phet inundó la capital de Omán, Mascate.
La mayoría de los ciclones tropicales se forman
en la región de la Bahía de Bengala, al este de la India. Los que se forman en
el Mar de Arabia, al oeste de la península de la India, tienden a ser pequeños
y disiparse antes de tocar tierra. El Ciclón Gonu fue una rara excepción. Según
las estadísticas de tormentas (anteriores a 2010), la última tormenta de esta magnitud en formarse sobre el Mar Arábigo se produjo al noroeste a
lo largo de la costa de la India entre el 21 de mayo y el 28 de mayo de 2001. A
diferencia de Gonu, no tocó tierra.
A la hora
local 09:35 am (06:35 GMT) el 5 de junio de 2007, cuando el Espectro-radiómetro
de imágenes de resolución media (MODIS) del
satélite Terra de la NASA capturó esta imagen, el ciclón tropical Gonu que se acercaba
a la costa noreste de Omán. En este momento, la poderosa tormenta había alcanzado
categoría 4 con vientos sostenidos de 250 kilómetros por hora.
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Las comunidades a lo largo del Golfo de Omán
están mal preparadas para los ciclones, dada su rareza, y estos pueden causar
graves daños a ciudades y plataformas petrolíferas debido a los vientos y mareas
de tempestad.
Estadísticas globales de ciclones
A nivel general las
estadísticas de ciclones de 2015 en el hemisferio norte han resultado del
siguiente modo:
En conjunto, se formaron treinta
grandes huracanes, tifones y ciclones tropicales en el año 2015; el récord
anterior era de 23, establecido en 2004. Veinticinco de esas tormentas
alcanzaron la categoría 4 o 5, mucho más allá del récord anterior de 18. Por
océanos la estadística queda así:
Océano Atlántico
El Océano Atlántico estuvo más
tranquilo de lo habitual, fue el segundo año consecutivo con una actividad
inferior a la media. Una tormenta, Fred, se convirtió en el huracán más
oriental en el registro del Océano Atlántico, azotando las islas de Cabo Verde
en septiembre
En noviembre, el huracán Kate
se convirtió en una de las últimas tormentas que jamás haya golpeado las Bahamas.
Océano Pacífico
Las aguas del Pacífico
oriental se calentaron significativamente en 2015 debido a un potente fenómeno
El Niño. La región se vio afectada por 18 tormentas tropicales con nombre y 13
huracanes, nueve de ellos importantes: record desde que existen registros
fiables desde 1971.
Patricia creció rápidamente
como el huracán más intenso jamás registrado en el hemisferio occidental, con
ráfagas de viento que se acercaron a los
320 kilómetros por hora y una presión de 879 hPa.
En la región por encima del
ecuador a 140 a 180 grados de latitud oeste en el norte del Pacífico Central,
14 tormentas con nombre y ocho huracanes se formaron o trasladaron a la región.
(El récord anterior en la zona fue de cuatro huracanes en 1982.)
El Niño produce un efecto
balancín: la supresión de huracanes en el Atlántico, mientras que fortalece su
formación en el este y en el centro del Pacífico
Pacífico Occidental
En el Pacífico occidental,
cerca de Asia y las islas de Oceanía, Quince tifones superaron la categoría 3 o
mayor en 2015, igualando los registros establecidos en 1958 y 1965.
Océano Índico
Cerca del final de la temporada
de tormentas tropicales, dos ciclones agitaron las aguas del Mar Arábigo como
ya se ha comentado arriba.
Referencias:
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