Introducción
Al terminar la última
glaciación, según el registro geológico la temperatura media global sufrió, al
parecer, oscilaciones que superaron los cinco grados centígrados, en
transiciones de menos de un siglo e incluso, a veces, de menos de una década.
Así, hace unos 13.000 años, se dio un clima más cálido que el precedente y un
medio ambiente rico en prados y pastizales, con su correspondiente fauna.

Este período de bonanza
acabó bruscamente hace aproximadamente
12.800 años, iniciándose un rápido descenso de la temperatura que diezmó la población humana y acabó con
los bosques, los pastizales y la fauna de la que aquella dependía para su
sustento, no tanto por el frío extremo sino por la sequía que este frio trajo
consigo. El episodio climático se conoce
como Jóven Dryas o Dryas reciente, en referencia a los restos de la hierba
ártico-alpina Dryas octopetala, que aparecen fuera de
lugar en los sedimentos correspondientes al
este período. De esta catástrofe climática resurgió la humanidad para
inventar la agricultura. Después de este evento los episodios de frío y sequía
ya no se repetirían con la misma intensidad, salvo por breves incidentes
ocurridos hace 8.2000, 5.2000 y 4.200 años.