Monte Perdido

Monte Perdido

domingo, 20 de marzo de 2022

El colapso de la civilización industrial II

 Este texto fue escrito unos años antes de la pandemia, de la guerra de Ucrania, del alza de precios y escasez de productos. Describe bastante bien hacia donde vamos y porqué. Y me hace pensar si el objetivo de Rusia en la invasión de Ucrania no será quedarse con sus tierras de cultivo y ya de paso dejar de exportar gas y petróleo a occidente, precisamente con el objetivo de quedarse para sí las últimas reservas.

La foto que acompaña este texto ya no es un montaje como la de la primera parte.

El colapso de la civilización industrial II


 Aquí el texto original adaptado.

 ¿Qué fases tendrá, qué profundidad alcanzará, cuánto durará

y a qué velocidad se producirá el colapso?


La quiebra de la civilización industrial no ocurrirá de forma súbita y total, sino

que será un proceso largo, complejo y diferencial, con altibajos.


Colapso del capitalismo global y civilizatorio

nuevas crisis que terminarán en una mayor degradación de la complejidad. el declive de la sociedad industrial se parecerá más a “una piedra rodando por una pendiente irregular que cayendo por un precipicio”. Así, se irá pasando de lo complejo, grande, rápido y centralizado, a lo sencillo, pequeño, lento y descentralizado. Todo ello trufado de irreversibilidades.

Los distintos sistemas no colapsarán a la vez, sino que serán los elementos más vulnerables los que lo hagan primero y, a partir de ellos, se irá extendiendo el proceso mediante múltiples bucles de realimentación positiva que irán produciendo irreversibilidades que imposibilitarán la vuela atrás en el cambio civilizatorio. Aunque no habrá una secuencia clara, sino una maraña de procesos interconectados en paralelo,

 

 i). Fin de la energía abundante y concentrada, como primera manifestación de la degradación de la biosfera, que se irá profundizando durante el siglo XXI.

 

ii). Derrumbe monetario-financiero. Crisis de la banca, los mercados especulativos y el crédito. También de las monedas globales.

 

iii). Desglobalización y decrecimiento. La energía escasa y el estrangulamiento del crédito ahogarán el comercio, especialmente el internacional. La economía se relocalizará y se empezará a producir un cambio del metabolismo social.

 

iv). Nuevo  orden geopolítico. Guerras por los recursos y regionalización.

 

v). Quiebra del Estado fosilista. El sistema político actual no será capaz de seguir funcionando y perderá su legitimidad. El Estado se reconfigurará y, en algunos territorios, desaparecerá.

 

vi). Reducción demográfica por las crisis alimentaria y sanitaria, y por guerras. Esta será una de las etapas lentas que empezará con el agravamiento de la crisis económica, de las condiciones ambientales y de los cuidados, pero que se irá profundizando conforme transcurran nuevas fases.

 

vii). Desmoronamiento de lo urbano. Sin orden económico globalizado, Estados

fuertes, ni energía abundante, las grandes urbes serán abandonadas progresivamente, convirtiéndose en minas y aumentando los huertos urbanos.

 

viii). Incapacidad de sostener la alta tecnología. Pérdida masiva de información y de conocimientos. Esta etapa será lenta y se irá produciendo tras el derrumbe

de la economía global.

 

ix). Cambio de los valores dominantes. Final del mito del progreso y eclosión de

nuevos referentes en los que la sostenibilidad y una vuelta a una concepción

más colectiva de la existencia serán elementos centrales, lo que no implicará

necesariamente mayor liberación humana.

 

 

El doloroso y largo declive alumbrará sociedades radicalmente distintas

De todo ello, surgirán nuevas luchas y articulaciones sociales que se moverán entre neofascismos o respuestas autoritarias, y cuidados de la vida ecomunitarios. En cualquier caso, los nuevos órdenes sociales no cuajarán hasta que el conjunto social no haya cambiado de “dioses”.

 

Aunque muchos de los procesos ya han comenzado (fin de la energía abundante, quiebra financiera, crisis del comercio global, nuevo orden geopolítico, deslegitimación de los Estados)  alrededor de 2030, se producirá un punto de inflexión en el colapso de la civilización industrial como consecuencia de la imposibilidad de evitar una caída brusca del flujo energético. Ya vimos que, alrededor de esta fecha, si no antes, se producirá el pico de los tres combustibles fósiles y del uranio. Si se considera la TRE, en 2030 la energía proveniente del petróleo podría ser un 15% de la del cénit. Además, es probable que Arabia Saudí deje de exportar crudo para entonces, mientras muchos otros países lo habrán hecho antes. A partir de ese momento, será materialmente imposible que funcione un sistema económico global. Y ya hemos analizado que no hay sustituto energético posible al petróleo convencional y menos al conjunto de los combustibles fósiles. Por si esto fuera poco, para 2030 se podrían haber superado los umbrales que disparen el cambio climático hacia otro estado de equilibrio del sistema Tierra notablemente más cálido, aunque, si la crisis económica fuese muy profunda y rápida, esto último pudiera no ocurrir.

 

Hasta ese momento, se intentarán mantener las mismas políticas de crecimiento, eso sí, actualizadas y condicionadas por las circunstancias. Seguirán los escenarios business as usual y “capitalismo verde”. En realidad, será solo uno: un business as usual con algún tinte de transición posfosilista, pero no poscapitalista. Los descensos reales de la disponibilidad de combustibles fósiles serán más acusados que los esperables por causas geológicas. Además, su disponibilidad en los mercados internacionales será menor que la extracción, porque progresivamente habrá más países que dejen de exportar. Por ello, irá avanzando la desglobalización. Los Estados que puedan, entrarán en una guerra interna y externa por el sostén de su estructura, intentando controlar a la población y los recursos básicos. El mantenimiento de estas políticas suicidas conllevará que el colapso sea más brusco a partir de ese punto de inflexión que, como decimos, puede estar alrededor de 2030.

Mientras, en los mundos campesinos e indígenas menos alterados, donde ya se está en parte en un metabolismo no fosilista, el colapso será mucho menos brusco y los impactos menos duros. Incluso habrá regiones que sientan aliviada la presión política y económica que sufren. Aunque la lucha por sus recursos naturales seguirá siendo fuerte. Más allá de este punto de inflexión, el carbón estará poco disponible y se exportará cada vez menos, aunque más que el gas, que estará claramente en declive. El comercio internacional de petróleo casi desaparecerá. En ese contexto, el capitalismo y sus posibles derivados ya solo podrán mantenerse precariamente en base a la violencia. Será a partir de entonces cuando será más evidente el Largo Declive en  el que se sumirán las sociedades.

 

Creemos que las sociedades ecomunitarias solo podrán desarrollarse, más allá de experiencias pequeñas o en espacios no modernizados, cuando se haya producido la quiebra de los poderes económicos y políticos, más allá de la década de 2030. Es decir, que antes de tener una oportunidad real de cambio ecomunitario habrá una etapa dura de destrucción social. El quehacer de los movimientos sociales en esa fase será clave para sembrar los proyectos que podrán aflorar luego, posibilitar las condiciones sociales para que esto sea factible y hacer que el colapso sea lo menos profundo posible, sobre todo a nivel ecosistémico. Sin este trabajo, es improbable que puedan surgir estas nuevas sociedades emacipadoras. Tampoco lo tendrán fácil después, aunque el contexto les dará más oportunidades. Cuajarán una gran diversidad de organizaciones sociales situadas entre ecofascismos o autoritarismos, y ecomunitarismos. Por ello, además de analizar cada una de las etapas. Por supuesto, el año 20230 se debe entender como una referencia estimativa. Lo más relevante no es si este punto será en la década de 2030 o de 2040, sino los procesos que se desencadenarán y que los vivirá gran parte de la población actual. A este punto de inflexión lo denominamos Bifurcación de Quiebra.

 

Todo el proceso será largo, pues el grado de extralimitación es muy grande y la

pérdida de complejidad será muy alta. La total reorganización social que se producirá durante el Largo Declive podrá durar unos 200 años, un periodo parecido al que tardó la civilización industrial en llegar a su cénit. O incluso más, pues los nuevos equilibrios ecosistémicos no estarán constituidos para entonces. El sistema climático puede tardar miles de años en estabilizarse y no son descartables escenarios catastróficos de pérdida de funciones ecosistémicas y desorden total de las redes de la vida.

 

Durante mucho tiempo, el ser humano no tendrá capacidad (ni probablemente voluntad) de realizar nuevos impactos destructores sobre el entorno: su población bajará, el consumo per cápita también, y su tecnología tendrá menos potencia y se basará en energías y materiales renovables.

La velocidad del colapso de los sistemas complejos depende del grado de integración de sus nodos y de la velocidad de funcionamiento de todo el sistema. A más integración y más velocidad, mayor celeridad. En el pasado, los colapsos societarios fueron relativamente lentos, como su metabolismo. El Largo Declive será rápido.

Como media, las civilizaciones han necesitado 500-1.000 años para expandirse y 100-300 para caer.

 

El doloroso Largo Declive alumbrará sociedades radicalmente distintas

 

Al principio (quiebra de la economía financiera y productiva global) pero, más allá de la Bifurcación de Quiebra, transcurrirá con más lentitud (desmoronamiento de lo urbano, quiebra del Estado fosilista) y el ritmo irá siendo más (cambio de subjetividades) y más (reorganización ecosistémica y climática) pausado. Además, el proceso tendrá distintas velocidades en los diferentes territorios, de igual modo que la transición del metabolismo forrajero al agrícola no se ha terminado de completar todavía (aunque casi) y el del agrícola al fósil sigue produciéndose.

La velocidad no será irrelevante pues “un descenso rápido implica:

 

i) Un descenso poblacional rápido (quiebra de sistemas de salud, guerras, epidemias…), pero no necesariamente más profundo.

 

ii) Más riesgo de guerras atómicas o químicas masivas.

 

iii)Menos caos climático y pérdida de biodiversidad y de funciones ecosistémicas (salvo guerras atómicas o químicas masivas).

 

 iv) Menos impacto sobre la biomasa (si el descenso es lento habrá una fuerte deforestación que durará más que si este es rápido y con menos población).

 

v) No sufrirán tantas generaciones humanas, pero será durísimo para las dos siguientes.

 

 vi) Menos riesgos de olvidar (la ciencia, la técnica, las razones que llevaron al desastre)”


 vii) Una desestabilización de los agrosistemas más profunda.  

Aquí la tercera parte.

Referencia: En la espiral de la energía Volumen II

sábado, 11 de diciembre de 2021

El colapso de la civilización industrial

El sistema socioeconómico actual tiene elementos de resiliencia importantes. Uno es que la alta conectividad aumenta la capacidad de responder rápido ante los desafíos. Por ejemplo, si falla la cosecha en una región, el suministro alimentario se puede garantizar desde otro lugar del planeta  y lo mismo se podría decir de una parte sustancial del sistema industrial.

El colapso de la civilización industrial


Sin embargo, la conectividad también incrementa la vulnerabilidad del sistema, ya que, a partir de un umbral, no se pueden afrontar los desafíos y el colapso de distintas partes afecta al conjunto. El sistema funciona como un todo interdependiente y no como partes aisladas que puedan sobrevivir solas.

A partir de un elemento cualquiera, como la falta de accesibilidad a gas y petróleo, esta carencia se transmite al conjunto. En este sentido, demasiadas interconexiones entre sistemas inestables pueden producir por sí mismas una cascada de fallos sistémicos.

Una mayor conectividad implica que hay más nodos en los que se puede desencadenar el colapso. A esto se añade que el sistema económico altamente tecnologizado depende cada vez de más materiales, de forma que la posibilidad de que falle uno de ellos aumenta y, con ello, el riesgo sistémico. Esto es una aplicación de la ley del mínimo de Liebig, según la cual el recurso disponible en menor cantidad determina todo lo demás. Como estamos viendo ahora con la escasez de microchips.

Pero el capitalismo global no solo está interconectado, sino que es una red con unos pocos nodos centrales. El colapso de alguno de ellos sería casi imposible de subsanar y se transmitiría al resto del sistema. Algunos ejemplos son:

 

i)      Todo el entramado económico depende de la creación de dinero (crédito) por los bancos, en concreto de aquellos que son “demasiado grandes para caer”.

 

ii)  La producción en cadenas globales dominadas por unas pocas multinacionales hace que la economía dependa del mercado mundial. Estas cadenas funcionan just in time (con poco almacenaje), son fuertemente dependientes del crédito, de la energía barata y de muchos materiales distintos. Esto ha provocado el atasco logístico del que aún no hemos salido y no parece que vayamos a  salir ya nunca.

 

iii)     Las ciudades son espacios de alta vulnerabilidad por su dependencia de todo tipo de recursos externos que solo pueden adquirir gracias a grandes cantidades de energía  concentrada y a un sistema económico que permita la succión de riqueza. Pero, a su vez, son un agente clave de todo el entramado tecnológico, social y económico.


En esta maraña interconectada, el colapso  no tendrá una única causa, sino que se producirá por la incapacidad del sistema de solventar una multiplicación de desafíos en distintos planos en una situación de falta de resiliencia: colapsos de Estados, crisis monetarias y financieras, bloqueo de infraestructuras (caída de la red eléctrica , huelgas en el transporte), alzas en los precios de la energía  o de determinados materiales,  etc.

El colapso se da en situaciones de altos niveles de estrés en distintos planos del sistema. Esto fue lo que le sucedió al Imperio romano y a la civilización maya. Por lo tanto, la conectividad jerarquizada es un elemento intrínseco del capitalismo fosilista globalizado que lo hace más vulnerable, aunque no es la única causa de esta vulnerabilidad. Una segunda es la velocidad. En una sociedad capitalista, el beneficio a corto plazo es lo primero. Y estos beneficios se evalúan en tiempos cada vez menores: año, trimestre, semana, día, hora. Esto implica que la capacidad de previsión y de proyección futura sea poca. Además, el capitalismo necesita crecer de forma acelerada.

Un tercer elemento de debilidad es que la sociedad capitalista globalizada se ha convertido en una potente extractora de recursos del planeta, eliminando el colchón con el que afrontar los desafíos que tiene por delante. Bajo esta mirada, las sociedades del pasado eran mucho menos vulnerables a un cambio climático y, sin embargo, este fue el detonante de fuertes transformaciones. A esto se suma la ley de rendimientos decrecientes, que se ejemplifica en que la TRE de los combustibles fósiles no convencionales y las fuentes alternativas se sitúan dentro del “precipicio energético”, haciendo imposible el sostenimiento de la complejidad actual.

La probabilidad del colapso también depende de las tecnologías que se utilicen. Por ejemplo, una tormenta solar no produciría efectos en una sociedad agraria y, en cambio, sería devastadora en una sociedad hipertecnificada, al afectar a los sistemas de comunicación vía satélite y a los aparatos electrónicos. Así, la caída del sistema eléctrico será desastrosa.

No hay tiempo para una transición ordenada que pueda esquivar el colapso. El cambio de la matriz energética conlleva décadas en un escenario de disponibilidad energética al alza.

Una vez asentado un modo de vida urbano, una economía mundializada, un consumo material en aumento y un tamaño poblacional alto, desengancharse del consumo energético que conllevan, requiere un gran cambio civilizatorio.

Ante todo esto, se plantea (más con el corazón que con el cerebro) que el intelecto humano será capaz de esquivar el colapso. Para ello, una de las herramientas principales serán los avances tecnológicos.

El cerebro humano tiene limitaciones para comprender lo sistémico, lo remoto y lo lento y aún más las evoluciones exponenciales, lo cual no quiere decir que no pueda intuirlas y comprenderlas rudimentariamente. Además, los seres humanos reaccionan adecuadamente cuando el límite a partir del cual un comportamiento seguro se torna en peligroso está bien definido, incluso aunque los riesgos no lo estén; pero el colapso de la civilización industrial está plagado de umbrales de difícil definición. Así, se entrará en situaciones de no retorno sin notarlo y, cuando esto suceda, los cambios serán rápidos e imparables.

El colapso de una civilización dura muchas décadas y la reducción es bastante paulatina para la percepción humana, aunque en términos históricos sea rápida. Al principio, las señales son difíciles de percibir para la mayoría de la sociedad; después, se tiende a pensar que cualquier periodo de estabilidad significa que el colapso se ha detenido; finalmente, cuando se acumula la degradación social, este es el estado que se percibe como “natural”. Una prueba histórica de esta incapacidad de las sociedades humanas es que muy pocas, o quizá ninguna, han sido conscientes de que entraban en una crisis civilizatoria. Los grandes cambios en los sistemas socioeconómicos son considerados como tales retrospectivamente. En el caso del Imperio romano, la población no pareció ser consciente de todo el proceso. Sí de las derrotas militares, pero no de la situación de fondo.

Aquí la segunda parte.

Aquí la tercera parte

Referencia: En la espiral de la energía Volumen II

 

 

sábado, 2 de octubre de 2021

La gran escasez

 Ya la tenemos aquí, ya está encima.

Después de décadas advirtiéndola unos e ignorándola otros, ya está aquí:  La gran escasez.

Cuando el matrimonio Meadows nos advirtió en 1972 en el club de Roma sobre los límites del crecimiento, el establishment mediático mundial se abalanzó sobre ellos, para desmontar inmediatamente sus hipótesis descabelladas, igual que ya se hiciera anteriormente con las teorías de Malthus

El atrevimiento de los Meadows consistió en decir que pasadas pocas décadas del comienzo del siglo XXI, los recursos naturales comenzarían a dar signos de agotamiento, llevando al traste la aún mas descabellada y absurda idea del capitalismo occidental del crecimiento infinito.

Los límites del crecimiento

El caso es que ya estamos bien entrados en el siglo XXI y tal y como predijeron los Meadows, comienza a escasear el petróleo, el gas natural, el carbón, las tierras raras, etc. en definitiva comienzan a escasear los recursos naturales y con ellos empieza a haber escasez de todo.

Uno de los productos más críticos para la sociedad industrial que comienza a escasear es el diésel, pues sin él, no hay transporte y sin transporte tenemos el atasco logístico tan de moda ahora.

Producción mundial gasóleo y diésel


Como siempre, la escasez se considera algo "coyuntural" y se echan las culpas a  los cierres temporales de fábricas por la pandemia. Esto se dijo concretamente sobre la escasez de microprocesadores en febrero de 2021. Pero ya estamos en octubre y lejos de remitir, la escasez de microprocesadores se está agravando.
Los precios de la electricidad suben exponencialmente y los del transporte de contenedores también.

Este post no ha hecho más que comenzar y ya van demasiadas cosas y demasiado importantes como para parecer algo coyuntural. Además la escasez de energía está provocando la escasez de todo lo demás, como madera, palets para el transporte, aluminio, y pronto alimentos por el aumento de los precios de transporte y el cierre de fábricas de fertilizantes. China, la fábrica del mundo, a pesar de sus tasas de crecimiento superiores al 6%, también está ajustándose a los límites del crecimiento, teniendo que cerrar fábricas por falta de electricidad.

Reino Unido, gracias al Brexit tiene una coyuntura que lo hace algo más propenso que el resto de Europa a sufrir escasez, así que podemos decir que va unos meses o ¿semanas? por delante del resto de Europa y del mundo. El caso, es que lo que se está viviendo ya en Reino Unido, da miedo.

Las energías renovables no nos sacarán de esta, las placas solares y los aerogeneradores también se fabrican en grandes industrias donde la escasez de casi todo también ha llegado, concretamente los aerogeneradores utilizan gran cantidad de tierras raras, también escasas.

Seguramente me he dejado muchas más cosas que ya escasean, en realidad ya casi escasea de todo y se irá agravando. No hace falta tener una bola de cristal para saberlo, bastan las matemáticas de secundaria: no se puede crecer indefinidamente en un mundo con recursos limitados. Ya hemos tocado los límites del crecimiento, ya están aquí. 

El capitalismo se basa en el crecimiento, así que tenemos a las puertas la mayor recesión jamás vista con el consiguiente desplome de los mercados de valores y la consiguiente crisis económica, esta si, esta ya no acabará nunca. No caigamos en el error de pensar que será "un bache" o algo cíclico.

Esta crisis va tan rápido, que cada día hay muchas noticias nuevas y cada vez más inquietantes. Aquí me hago eco de sólo algunas de ellas.

Muchos medios de comunicación hablan de esta crisis como algo coyuntural , algo que se resolverá pronto, y la confunden con el atasco logístico debido a la pandemia. Son dos cosas interrelacionadas pero completamente diferentes.
comparto un par de enlaces bastante esclarecedores que no se ciegan en el atasco logístico y ven más allá: 



Y a continuación ordenados por fecha, otros enlaces a noticias relacionadas con este tema.






28-10-2021 Programa "Horizonte" de canal Cuatro  El gran apagón 

4-11-2021  Programa "Horizonte" de canal Cuatro Desabastecimiento




sábado, 25 de septiembre de 2021

Comparativa volcán de la Palma antes y después de la erupción de 2021

 A continuación algunas fotos del antes y después de la erupción volcánica en la isla de la Palma en la localidad de Todoque.

Las imágenes del antes son de Google street view.

Comparativa restaurante Altamira, en Todoque. Isla de la Palma

Comparativa restaurante Altamira, en Todoque. Isla de la Palma


Comparativa indicadores en Todoque erupción volcánica


Antes y después erupción volcánica de la Palma 2021


sábado, 12 de junio de 2021

El fin del petróleo

Recientemente Antonio Turiel, compareció  en el senado para explicar la crisis energética y económica que se nos viene encima. La cadena de televisión "La Sexta", ha elaborado un reportaje sobre el tema. 

Antonio Turiel en la Sexta Columna del pasado 11 de junio de 2021 explicando el futuro que nos espera.

Antonio Turiel en la Sexta columna

Las claves del declive del petróleo


El fin del petróleo


viernes, 16 de abril de 2021

Antonio Turiel en el Senado

Traigo unos enlaces a los videos de la comparecencia del pasado 12 de abril de 2021 en la Comisión de Transición Ecológica del Senado español, de Antonio Turiel. Científico y divulgador licenciado en Física y Matemáticas y doctor en Física Teórica por la Universidad Autónoma de Madrid. 

El pico del petróleo, el cambio climático y el fin del tecno-optimismo empiezan a asomar por las instituciones, esperemos que los senadores tomen buena nota y comiencen a legislar en el mundo real y pensando en el futuro.












miércoles, 31 de marzo de 2021

Calentamiento en Madrid. Temperaturas de Madrid-Retiro, registro 1838-2020

Desde mi última publicación de 2015 se han batido en el observatorio de Madrid-Retiro, récords de temperatura media mensual más alta de la serie en enero, febrero, junio y octubre. Además se ha superado una vez más la temperatura media anual más alta registrada para toda la serie. No se ha registrado ninguno de temperaturas bajas.

Concretamente tuvimos 8,4 ºC en enero de 2016, 10,9 ºC en febrero de 2020, 26,4 ºC en junio de 2017 y 18,7 ºC en octubre de 2017 y nuevo récord de temperatura media anual de 16,72 ºC en 2017.

Temperatura media anual observatorio de Madrid- Retiro 1838-2020
Madrid Skyline

Valores extremos

La mayor parte de los valores máximos de la serie se dan hacia el final de esta serie,  excepto abril y agosto cuyos registros máximos se dan curiosamente al principio de la serie en 1856 y en 1858. Los valores mínimos aparecen al principio de la serie y en un pequeño bloque de 11 años que va de 1977 a 1986.

El mes más frío es febrero de 1901 con 1,9 ºC  y el más cálido julio de 2015  con 29,8 º C que superó el récord de 29,6 ºC de 1856 superando un periodo de retorno de más de 150 años.

El año más frío es 1925 con 12,55 ºC y el más cálido 2017 con 16,72 ºC.

El año más cálido de la serie había sido 1856 con 16,05 ºC pero perdió el récord superado por los 16,07 ºC  de 2014 y los 16,60 ºC de 2015 lo que pone de manifiesto lo excepcional de estos dos años al superar un récord de 158 años dos años consecutivos, 2016 se quedó a una centésima con 16,04 ºC y 2017 supera todos los registros con 16,72 ºC, como ya se ha indicado anteriormente. 2019 supera también el registro de 1856 con 16,09 ºC. resulta ya muy difícil justificar el origen natural de varios eventos que superan un periodo de retorno de más de 150 años cuatro veces prácticamente consecutivas.

Los años más cálidos de todo el periodo quedan del siguiente modo:

1 º   2017    16,72 ºC

2º    2015    16,60 ºC

3º    2019    16,09 ºC

4 º   2014    16,07 ºC

5º    1856    16,05 ºC

Como se puede ver, 1856 pasa de ser récord absoluto (además dudoso, pues no está claro que las medidas de aquella época estuviesen convenientemente estandarizadas) pasa a 5ª posición, superado por cuatro años prácticamente consecutivos.  Además 2016 y 2017 lo superan en más de 0,5 ºC.

Resumen de la serie completa de temperaturas

A continuación se expone como queda la gráfica de las temperaturas para el observatorio.

Temperatura media anual observatorio Madrid- Retiro 1838-2020
Aunque no disponemos de datos entre 1847 y 1853 da la impresión de que se produjo un periodo muy cálido, de hecho se marcó la temperatura máxima de la serie cuyo récord ha permanecido más de 150 años hasta batirse reiteradamente estos últimos años. Después las temperaturas descienden y entran en unos valores que podemos considerar los normales para el observatorio de Madrid-Retiro pues entre 1859 y 1986 las temperaturas oscilan dentro de unos límites por debajo de los 15 ºC, valores que además también se aprecian en el primer tramo de la serie entre 1838 y 1846. Exceptuando 1949 y 1961, años en los que se superan ligeramente los  15 ºC. El resto de años se mantiene estrictamente por debajo de dicha temperatura durante todo el periodo comentado.

En 1987 se rebasan de nuevo los 15 ºC y a partir de dicho año, comienza a rebasarse esta temperatura reiteradamente con registros que parecen cada vez más altos, de modo que en 1989 se alcanzan ya los 15,69ºC superando ya los 15 ºC en más de medio grado, pero lejos de ser un hecho excepcional, se vuelve a rebasar el listón de los 15 ºC el año siguiente 1990 y de nuevo en 1994 y 1995 con 15,84 ºC este último año. En 2011 se rebasan los 16 ºC  y en 2014 cae por primera vez el récord de 1856 con 16,07 ºC batiendo así el récord de una serie superior a 150 años, pero el récord cae de nuevo el año siguiente con 16,60 ºC  en 2015 y en 2017 con 16,72 ºC, además los años que no se ha batido récord ha permanecido por encima de 15 ºC o incluso por encima de 16 ºC de modo que 2010 fue el último año con temperatura por debajo de 15 ºC que se considera el límite superior de la serie.

La huella del calentamiento global

Lo que quiere decir esto, es que lejos de tratarse de un fenómeno puntual, las altas temperaturas se han consolidado ya como algo permanente, lo que pone de manifiesto que el cambio climático no es algo abstracto o algo que vaya a suceder en el futuro. Es un fenómeno que ya se aprecia claramente como podemos ver en los datos, Madrid lleva ya una década con temperaturas medias anuales por encima del valor que se podía considerar máximo entre 1859 y 1986 (periodo de más de 100 años) y no sólo eso, sino que además, lejos de quedarse las temperaturas en torno a los 15 ºC, ya alcanzan valores cercanos a los 17 ºC.

La razón física subyacente a este incremento tan claro y evidente de las temperaturas es bien conocida, razón por la cual sabemos que la temperatura seguirá subiendo (y tal vez lo haga exponencialmente) hasta valores inimaginables y en un periodo de tiempo de décadas, no de siglos.

Si nos atenemos a la temperatura media móvil de los últimos 30 años (tomamos la media de los últimos 30 años y se la asignamos al último año de la serie). En la década (2011-2020) se ha producido un incremento de 0,35 ºC, en la década anterior (2001-2010)  de 0,40 ºC, en la década de (1991-2000)  0,29 ºC, entre (1981 y 1990)  0,23 ºC, y en la década de (1971-1980)  -0,08ºC por fin un descenso. Es decir desde 1971 hasta 2020 la temperatura media ha aumentado 1,36 ºC; en apenas 50 años. Muy por encima de lo que pronostican los modelos a nivel global.

Si consideramos como promedio la temperatura del periodo 1859-1986, tendríamos 13,87 ºC. Considerando la temperatura media de los últimos 30 años para 2020 de 15,41 ºC tenemos un incremento de 1,54 ºC en 2020 respecto al periodo de referencia (arbitrario)  lo cual es aún peor que el mostrado anteriormente. 

Si consideremos un incremento lineal de 0,31 ºC por década, lo que supone la media de incremento de las últimas 4 décadas ( optimista y poco probable pues como se ha dicho anteriormente, según los modelos numéricos de predicción, el incremento tiende a ser exponencial) en la década de 2021-2030 veremos temperaturas medias a 30 años del orden de 15,72 ºC. No olvidar que estamos hablando de medias a 30 años, las medias anuales podrían entonces rebasar ya claramente los 17º C.  En la década de 2031-2040 ya estaríamos en 16,03 ºC con medias anuales posiblemente por encima de los 17,5 ºC.

Finalmente añado una tabla con los datos numéricos de los últimos años de la serie, la serie completa se puede consultar aquí. 

 

Temperatura media anual observatorio de Madrid- Retiro 1838-2020



domingo, 28 de junio de 2020

Nieve temporada 2019-2020 en la sierra de Guadarrama


La temporada 2019-2020 ha sido con diferencia la peor de todas, batiendo un récord de derretimiento el 1 de mayo y superando de este modo el récord anterior del 14 de mayo de 1995 nada más y nada menos que se bate un récord de 25 años. Durante casi toda la temporada la sierra ha mantenido neveros similares a los que se pueden apreciar cualquier temporada normal en junio.

Este año la primera nevada cayó el 15 de octubre cómo se puede ver en esta imagen.


Primera nevada en la sierra de Guadarrama 15-10-2019

sábado, 18 de abril de 2020

El ocaso de las estaciones de esquí

En España hay muchas estaciones de esquí que están en zonas marginales, es decir a poca altura o con precipitaciones escasas, o ambas cosas a la vez, cordilleras marginales de poca altura o en zonas donde la precipitación no es muy alta como puede ser el sistema central. 

 


Espectacular nevada de noviembre de 2019 en el macizo de Peñalara (Madrid) 

sábado, 29 de febrero de 2020

El tiempo cerca de Madrid en 2019. (Talamanca de Jarama)

Como cada año, hago un resumen de cómo resultó ser el tiempo meteorológico a 40 Km de Madrid, lejos de su efecto de isla de calor pero lo suficientemente cerca como para resultar bastante similar a lo que hizo en la capital.
Los datos como todos los años son los de la garita oficial de la AEMET Nº 3771 de Talamanca de Jarama.

El tiempo cerca de Madrid en 2019. (Talamanca de Jarama)
Más fotos similares a esta

sábado, 6 de julio de 2019

Nieve temporada 2018-2019 en la sierra de Guadarrama

Como cada año analizamos como fue la evolución de la nieve en la sierra de Guadarrama.
La temporada 2018/2019 ha sido de las malas, podemos ver que empezó muy bien nevando el 27 de octubre. Por ejemplo en esta foto del 28 de octubre se ve que la primera nevada en la sierra fue en una época ligeramente adelantada pero dentro de lo normal.

Nieve temporada 2018-2019 en la sierra de Guadarrama
Sierra de Guadarrama el 28 de octubre de 2019. Aventurate.

domingo, 23 de junio de 2019

Situación energética mundial 2019

Este año traigo los nuevos datos de producción energética mundial del informe anual de BP 

Los puntos principales de esta edición son:

La demanda mundial de energía creció un 2,9% y las emisiones de carbono aumentaron un 2,0% en 2018, más rápido que en cualquier otro momento desde 2010-11.

El consumo y la producción de gas natural aumentaron más del 5%, una de los  crecimientos más en más de 30 años.

Las energías renovables crecieron un 14,5%, llegando a un aumento récord en 2018, pero esto representó en torno a un tercio del aumento en la generación de energía total.

El consumo de carbón (+ 1,4%) y la producción (+ 4,3%) aumentaron por segundo año consecutivo en 2018, después de tres años de disminución (2014-16).

Los Estados Unidos registraron los aumentos anuales de producción más grandes de todos los países, tanto para el petróleo como para el gas natural, la gran mayoría de estos los aumentos provinieron del fracking.

Vamos a comenzar con la gráfica de la producción mundial de carbón, pues después de haber rebasado lo que parecía el pico del carbón, la producción aumenta con fuerza de nuevo. 

Produccón mundial de carbón 2019 en Mtoes (1981-2018)

domingo, 24 de febrero de 2019

El tiempo cerca de Madrid en 2018 (Talamanca de Jarama)

Traigo los datos del observatorio de la AEMET de Talamanca de Jarama a 40 Km al NE de Madrid.

Con 14,36 ºC ha sido el 16º año más cálido de la serie con lo cual en temperaturas no es muy reseñable. Ha sido un año húmedo y marzo con 138,7 mm bate el récord de precipitación para un mes de marzo, batiendo así los 135,0 mm de 1947 y convirtiéndose en el tercer mes de marzo de toda la serie junto con los 110,9 mm de 1936 y los reseñados anteriormente de 1947 que se superan los 100 mm un mes de marzo, es el único récord que se bate en 2018. 

El tiempo en 2018
Puente Romano de Talamanca de Jarama, Click para ver más fotos como esta..

sábado, 16 de febrero de 2019

La dictadura de los mercados

En teoría los mercados no tienen ideología, simplemente operan donde sacan beneficio, sin embargo en los últimos años, da la impresión de que en los países donde los gobiernos no son del gusto de los mercados, su economía es castigada con mayores tasas de interés y con bajadas en el valor de su moneda.

En principio esto es lógico, pues al fin y al cabo, el dinero va donde encuentra las mejores condiciones y si un país con dificultades quiere financiarse, los prestamistas prestarán a mayores tasas de interés que en una economía con menos dificultades.

Ideología de los mercados
Equipo trabajando.

domingo, 9 de diciembre de 2018

¿Puede colapsar la economía debido a los bajos precios del petróleo?

Muchas personas, incluida la mayoría de los peak-oilers, esperamos que los precios del petróleo aumenten con su escasez. Esperamos un aumento en los precios del petróleo porque, con el tiempo, el petróleo será más difícil de extraer. El acceso al petróleo tiende a ser cada vez más caro porque requiere el uso de mayores cantidades de recursos y tecnología más avanzada. Es el típico problema económico de los rendimientos decrecientes. 

Sin embargo este análisis es incompleto. Después de un punto, los precios realmente no pueden mantenerse al ritmo de los costos crecientes porque los salarios de muchos trabajadores no pueden seguir el costo creciente de la extracción.

¿Puede colapsar la economía debido a los bajos precios del petróleo?
Stormtroopers hackeando un ordenador.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Oleaje en Tenerife.


Me pregunto, como borrascas cada vez más pequeñas ocasionan olas que cada vez penetran más tierra adentro.
¿ No será que el nivel del mar está 20 cm más alto que hace cien años.

Greenpeace ya advirtió hace una década de los riesgos de la subida del mar en el edificio afectado por las olas en Tacoronte Se denunciaba  que la construcción incumplía la Ley de Costas.


Se preguntaban  ¿Qué pasará con estos edificios en Tacoronte (Tenerife) si el nivel del mar sube? Para finales de siglo se espera que el calentamiento global ocasione una subida media del nivel del mar de entre 50 y 100 centímetros . Una subida de un metro del nivel del mar supondría en este caso la desaparición de aproximadamente 150 metros de playa.

Los acantilados sobre los que se asientan los edificios de Mesa del Mar pertenecen al dominio público marítimo-terrestre. "La Ley de Costas los incluye dentro de la franja que nos pertenece a todos los ciudadanos, es decir, terreno público no urbanizable". El deslinde, es decir, la delimitación del espacio público, queda definido como el espacio donde llega la influencia del mar, "donde, por ejemplo, en el caso de una fuerte tormenta podrían llegar las olas".

 A pesar de todo desde el Parlamento canario aun se pretenden modificar las leyes de ordenación del litoral para incluir en el censo y consolidar edificaciones, siempre que estas reúnan valores etnográficos, arquitectónicos o pintorescos y considerando para ello su antigüedad, integración en el litoral y finalidad social”.

Con el temporal fueron desalojadas 65 viviendas de Mesa del Mar. Las olas rompieron cristales hasta la segunda planta del edificio, y evacuaron las viviendas orientadas al mar hasta la cuarta planta.

 Al final 335.000 euros serían los daños ocasionados en infraestructura y bienes públicos por las olas incluyendo los destrozos en los aparcamientos de Mesa del Mar, muelle y playa de La Arena, así como en El Pris, donde hubo daños serios en el local municipal de Protección Civil y en los equipos de emergencias y seguridad.




sábado, 10 de noviembre de 2018

Decrecimiento obligado

Estamos acostumbrados a prosperar. Vemos como a medida que transcurre el tiempo todos en general somos más ricos, aunque siempre puede haber casos concretos de gente que se haya hecho más pobre, pero en general somos más ricos que nuestros padres, y ellos más ricos que nuestros abuelos. Pero no siempre ha sido así. 

Hace apenas 200 años y en algunas zonas rurales incluso menos, todas las generaciones eran igual de ricas o pobres (según se mire). Y la riqueza general dependía más que nada de las cosechas: si eran buenas había abundancia y si eran malas había pobreza, hambre e incluso muerte.

Decrecimento obligado

domingo, 19 de agosto de 2018

Nieve en la sierra de Guadarrama temporada 2017/2018

La temporada de nieve en 2018 en la sierra de Guadarrama ha sido una de las más largas que se recuerdan, salvando las distancias de los años 40 y 50 claro. Ha sido la segunda temporada más larga desde 1986 sólo superada por el mítico 2013.

Comparación de la temporada de 2018 con la de 2013

Así que, como no podía ser de otra forma, todas las fotos de esta temporada están comparadas con las de 2013 y como veremos a continuación, tiene poco que envidiar al 2013 pues han estado muy cercanos.
La temporada comenzó con una gran sequía y sin apenas nieve en la sierra, pero a finales de febrero comenzaron las precipitaciones y fueron bastante generosas, unido a unas temperaturas normales, han permitido que la nieve se mantenga hasta bien entrado el mes de agosto.
La primera comparativa es del 21 de marzo, en ella podemos apreciar que hay más nieve incluso en 2018 que en 2013.

Comparativa nieve sierra de Guadarrama 21-3-2013 frente a 21-3-2018